Lily, la prostituta que no pudo ser rescatada
La polic¨ªa investiga a los explotadores sexuales de la mujer fallecida por una enfermedad, que ejerc¨ªa en El Raval
Lily lleg¨® en 2012 a la calle d'En Robador de Raval: esa v¨ªa semipeatonal, repleta de mujeres a lado y lado que ejercen la prostituci¨®n. En el barrio enseguida se dieron cuenta de su presencia. ¡°Era la primera en llegar y la ¨²ltima en irse¡±, cuentan quienes la conoc¨ªan. Hablaban con ella a diario, los d¨ªas que ten¨ªa moratones en la cara, y los d¨ªas que no. ¡°Pero nunca quiso colaborar¡±, lamentan fuentes policiales. Lily, el sobrenombre con el que se hac¨ªa llamar, falleci¨® el s¨¢bado de la semana pasada en el hospital del Mar fruto de la leucemia que sufr¨ªa.
Desde hace m¨¢s de un a?o, los Mossos d¡¯Esquadra y la Guardia Urbana persegu¨ªan la manera de atrapar a las personas que creen que la explotaban sexualmente y golpeaban. ¡°Al principio de llegar a Barcelona, pidi¨® ayuda. Pero durante el periodo de reflexi¨®n ¡ªal menos 30 d¨ªas para pensarse si quieren denunciar¡ª, se ech¨® atr¨¢s¡±, recuerdan. Y ya nunca m¨¢s hubo ninguna opci¨®n. Lily hablaba con los agentes, los conoc¨ªa y saludaba, pero cuando intentaban cualquier aproximaci¨®n a su situaci¨®n en la calle, la mujer los rehu¨ªa y se cerraba en banda.
Originaria de Moldavia, Lily lleg¨® al Raval cuando todav¨ªa era una veintea?era. Ha vivido en infinidad de lugares, pero en los ¨²ltimos tiempos resid¨ªa en la misma calle d¡¯En Robador. ¡°Menos cuando estaba con un cliente, la ve¨ªas siempre en la calle: fuesen las 10 de la ma?ana o las tres de la madrugada¡±, explican con impotencia personas que intentaron ayudarla. Su obsesi¨®n eran sus hijos que, seg¨²n fuentes policiales, estaban en Ruman¨ªa. La sospecha es que la organizaci¨®n que la llev¨® a Barcelona amenazaba con hacerles da?o si ella dejaba de trabajar para ellos.
La mujer ingres¨® la semana pasada en el hospital del Mar despu¨¦s de desmayarse. Probablemente, antes la hab¨ªan golpeado, la polic¨ªa sospecha que quiz¨¢ para que trabajase. Pero no hay duda de que la mujer no muri¨® de eso, sino de la leucemia que padec¨ªa. Su fallecimiento ha conmocionado a sus compa?eras, que han pedido silencio y que se deje trabajar a los jueces y a polic¨ªas, y a los vecinos del barrio, que la ve¨ªan a diario. ¡°Era una de las pocas mujeres que se paraba a hablar con otras madres sobre sus hijos¡±, cuenta Ivan Rivera, de la asociaci¨®n de vecinos Illa RPR (Robadors-Picalquers-Roig), que ha denunciado el caso.
Tambi¨¦n el Ayuntamiento de Barcelona ha expresado su ¡°dolor¡± y asegura que utiliz¨® ¡°todos los mecanismos municipales para mejorar su situaci¨®n¡±, que incluyeron su caso en los circuitos contra el tr¨¢fico de seres humanos y que informaron a jueces y polic¨ªas. ¡°Lo hab¨ªa seguido personalmente¡±, tuite¨® este domingo la concejal Laura P¨¦rez, de Feminismos. Fuentes implicadas en la situaci¨®n de Lily subrayan tambi¨¦n que se intent¨® ayudarla desde todas las ¨¢reas. ¡°Pero est¨¢ claro que en alguna cosa debemos haber fallado¡±, se lamentan.
El caso sigue judicializado y ni Mossos ni Guardia Urbana tiraron la toalla en intentar esclarecer quien estaba detr¨¢s de los moratones y de los miedos de Lily. ¡°Ella siempre dec¨ªa que era un cliente. Una vez puede ser, pero siempre¡¡±, explican fuentes policiales. ¡°Nunca quer¨ªa ir al m¨¦dico, quiz¨¢ con otro tipo de vida podr¨ªa haberse tratado de su enfermedad¡±, se quejan, ante la impotencia de ver c¨®mo la mujer iba degrad¨¢ndose.
¡°En los ¨²ltimos meses hab¨ªa perdido al menos 10 kilos¡±, asegura Ivan Rivera, vecino del Raval que la ve¨ªa a menudo, y no ha olvidado el d¨ªa que se la encontr¨® con ¡°los ojos muy negros, los dos, y la nariz deteriorada¡±. ¡°Pero ella no quer¨ªa reconocerlo. Nunca. Y ve¨ªamos como acumulaba problemas f¨ªsicos y problemas psicol¨®gicos, trabajando infinidad de horas¡±, lamentan quienes estaban cerca de ella. ¡°Es un caso paradigm¨¢tico, como una v¨ªctima que no se reconoce como tal, que no quiere colaborar en nada¡ Un caso muy duro¡±, insisten.
Lily, de unos 30 a?os, enferma terminal, no dej¨® de trabajar en la calle. Posiblemente, indican, ni siquiera supiese que estaba enferma. ¡°Lily ya no ha aguantado m¨¢s, ha reventado¡±, dicen con pena, sobre su final. El Ayuntamiento se har¨¢ cargo de su entierro. ¡°No puede quedar impune¡±, subray¨® la concejal P¨¦rez, en Twitter. ¡°La muerte de Lily nos confronta con las carencias de un sistema que no la ha podido proteger¡±, concluy¨®.
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