La gesti¨®n opaca de las residencias de mayores en Madrid

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"Mi padre se suicid¨® en una residencia". ?Est¨¢n los mayores seguros en estos centros?

La residencia Los Nogales amenaza con querellarse contra el denunciante de maltrato

Cuando el portal Inforesidencias.com empez¨® a publicar las actas de inspecci¨®n de las residencias de mayores madrile?as, como hacen voluntariamente clientes de Catalunya, Valencia y otras comunidades, la Comunidad de Madrid intervino para que las retiraran. El director del portal, Josep de Mart¨ª, dice que alegaron que iba contra la Ley de Protecci¨®n de Datos, pero en el sector muchos entendieron ese secretismo como un error porque necesitan ganarse la confianza de los clientes.

¡°Llevamos a?os reclamando que se publiquen inspecciones y sanciones, aunque solo se deban a que hay un rasgu?¨®n en la pared¡±, dice Pilar Ramos, la presidenta de la patronal de las peque?as y medianas residencias de Madrid, Amade.

La transparencia es uno de los retos del floreciente sector de las residencias de ancianos, en la lupa de las familias despu¨¦s de que la semana pasada la cadena SER adelantara un v¨ªdeo de maltrato grabado con c¨¢mara oculta por un familiar en la residencia Los Nogales, en Hortaleza. El sector de la atenci¨®n a mayores asegura que es un caso aislado. El v¨ªdeo ha abierto el debate sobre la conveniencia de instalar c¨¢maras de vigilancia en las habitaciones. Pero por ahora en Madrid ni siquiera se ha conseguido reducir la opacidad en cuesti¨®n de sanciones.

Las familias?tienen suspicacias, no solo causadas por esos incidentes, sino tambi¨¦n por el desembarco de grandes fondos de inversi¨®n, atra¨ªdos por la oportunidad de negocio en el pa¨ªs que, seg¨²n estudios, tendr¨¢ pronto la mayor esperanza de vida del mundo.

En Madrid hay 473 residencias para mayores, seg¨²n el listado general de centros y servicios enviado por la Comunidad de Madrid a este peri¨®dico. Es un mercado muy fragmentado en el que participan cooperativas, congregaciones religiosas, las administraciones, empresas familiares y grandes grupos internacionales. Los mayores grupos privados est¨¢n ganando terreno. Los que tienen m¨¢s centros son la francesa Orpea (22 residencias), la brit¨¢nica Sanitas (19) y la francesa Amavir (17).?

El grupo Nogales, con 10 centros, es una de las empresas familiares que han prosperado en la capital de Espa?a. Abri¨® el primer centro en 1975, cuando apenas hab¨ªa residencias para mayores en Madrid y ha crecido gracias a los cambios culturales y demogr¨¢ficos.

La expansi¨®n es tal que, como pasa con la vivienda, tambi¨¦n las residencias de la almendra central de la capital experimentan una burbuja, seg¨²n las fuentes del sector. ¡°Dentro de la M-30 ya es dif¨ªcil encontrar plaza¡±, indica el director de Inforesidencias.com. Como para esos centros es m¨¢s lucrativo ofrecer plazas privadas, hace dos a?os muchos renunciaron al convenio de plazas concertadas con la Comunidad de Madrid. Las familias de menos recursos tienen que optar por centros en la periferia, algunos junto a gasolineras e incluso a alg¨²n club er¨®tico.

Los familiares desconf¨ªan del aterrizaje de grandes inversores internacionales, porque temen que vean a los ancianos como meros n¨²meros. ¡°Los fondos de inversi¨®n a lo ¨²nico que van es a ganar dinero, les importan tres narices los cuidados¡±, dice Miguel V¨¢zquez, presidente de la Asociaci¨®n Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (Pladigmare).

V¨¢zquez, partidario de que el Estado cuide de los mayores, dice que si se delega este servicio al sector privado, la condici¨®n debe ser un control mayor. El dominio de los grandes operadores va a acelerarse seg¨²n un informe de 2018 de la consultora inmobiliaria estadounidense CBRE, que predice que muchos peque?os van a ser engullidos en un contexto de mayor competitividad.

La Comunidad de Madrid no revela cu¨¢ntas sanciones pone, ni por qu¨¦ motivos o a qu¨¦ empresas. A este peri¨®dico solo ha entregado el dato de que en 2018 se pusieron 41 sanciones. Quien quiera conseguir informaci¨®n m¨¢s concreta debe hacer solicitudes de acceso a la informaci¨®n p¨²blica, cuyas respuestas pueden demorarse un mes o ser denegadas. ¡°Estas actas no son p¨²blicas, son de car¨¢cter reservado porque contienen datos personales y nunca se publican¡±, dice una portavoz regional.?

Seg¨²n el director de Inforesidencias.com, un antiguo inspector, Espa?a tiene que aprender de otros pa¨ªses europeos y Estados Unidos donde cualquiera puede ver las inspecciones y sanciones de cada centro en Internet.

Otras demandas para mejorar el servicio son el aumento de plantillas, talleres de humanizaci¨®n para empleados o protocolos internos para evitar el falso compa?erismo, de modo que los maltratadores sean denunciados, dice De Mart¨ª.?

Para aumentar la transparencia y ganar voz y voto, las familias tambi¨¦n piden participar en los ¨®rganos de gesti¨®n, una opci¨®n que por ahora est¨¢ muy restringida, dice Pladigmare.

De Mart¨ª destaca que las empresas est¨¢n muy concienciadas sobre c¨®mo mejorar el servicio. ?l mismo las ha acompa?ado en viajes al extranjero para aprender buenas pr¨¢cticas: ¡°Est¨¢n tomando la iniciativa¡±.