El novio de la muerta, la C¨®ndor pasa, la pasi¨®n aria...

Con t¨ªtulos realmente inolvidables como El novio de la muerta, la C¨®ndor pasa, La pasi¨®n aria o El Moscard¨® tras la oreja, las 22 entregas de las Nuevas Haza?as B¨¦licas se han convertido en un hito de nuestra historieta, y ahora se editan en un espectacular volumen integral (publicado por la misma Norma) y llamado a tener mucha demanda por Sant Jordi. La derrota de Durruti, Evasi¨®n o Vitoria o Las aventuras falangistas del joven Samaranch son otros de los sonoros episodios.

Escritas en 2012 por Hern¨¢n Migoya, con portadas espectaculares de Daniel Acu?a (vean la de Himmler atizando con la talla de la Moreneta de Montserrat o la del Stuka que parece salir volando) y dibujadas por un aut¨¦ntico batall¨®n de autores espa?oles, con grandes nombres (Albert Monteys, Segu¨ª, Escandell, Ripoll, Kim, Cels Pi?ol, Calpurnio...), la colecci¨®n era un homenaje a la cl¨¢sica y legendaria de Haza?as B¨¦licas que hizo Boixcar para la editorial Toray. Manten¨ªa el mismo dise?o de cuadernillos horizontales con el soldado silueteado a la izquierda pero ambientaba las historias en la Guerra Civil y en clave pulp, con una saludable aproximaci¨®n irreverente, sat¨ªrica, pol¨¦mica, desmadrada y hasta salvaje, en algunas ocasiones con un humor negro de a¨²pa. De hecho la portada de la edici¨®n integral parece un verdadero gui?o al Goya m¨¢s tenebroso.

Los tebeos luc¨ªan tambi¨¦n el combatiente en la portada como en el original aunque transmutado de militar estadounidense en miliciano o legionario seg¨²n la aventura perteneciera a la serie Azul o la Roja, pues las historias est¨¢n democr¨¢ticamente divididas ¡ªmitad y mitad de n¨²meros¡ª entre las que se centran en un bando y las que lo hacen en el otro, aunque nadie sale en realidad bien parado.

Con estilos muy diferentes, desde la l¨ªnea clara al dibujo m¨¢s sucio y grotesco, las historietas que ahora junta la integral son un paseo sin cortapisa alguna por la contienda que unas veces mueve a risa y otras sobrecoge por su brutalidad, lo que en realidad no hace sino reflejar lo que fue la guerra. El lector se encuentra con algunos de los episodios y personajes m¨¢s conocidos revisados y subvertidos, generalmente con una notable mala leche. De lo m¨¢s estimulante.