J¨²piter, Juno, Baco y un excelso coro bajo el sello de Gardiner

A sus 76 a?os reci¨¦n cumplidos, John Eliot Gardiner cautiva al p¨²blico con una energ¨ªa tan admirable como su sabidur¨ªa estil¨ªstica. Fiel al Palau de la M¨²sica, el gran director brit¨¢nico volvi¨® esta semana a conquistar al p¨²blico con una gratificante versi¨®n semiconcertante de Semele, una poco conocida joya l¨ªrica de Georg Friedrich H?ndel que present¨® en el marco de una gira internacional que incluye solo las principales salas de Roma, Mil¨¢n, Londres y Par¨ªs. La espectacular actuaci¨®n del Coro Monteverdi fue,sin duda, lo mejor de la velada.

?Drama musical u oratorio en tres partes? Poco importan las distinciones formales: en Semele, basada en las Metamorfosis de Ovidio, H?ndel cuenta con arias maravillosas, potentes escenas dram¨¢ticas y buenas dosis de humor los amores de Semele y J¨²piter, la furia de su celosa esposa Juno y el nacimiento de Baco, cual Ave F¨¦nix, de las cenizas de Semele. Gardiner recre¨® con serena madurez las bellezas de esta sensual partitura que en su estreno londinense en 1744 caus¨® esc¨¢ndalo al presentar una relaci¨®n ad¨²ltera en escena.

El Coro Monteverdi elev¨® claramente el list¨®n de calidad de una versi¨®n tambi¨¦n brillante en la prestaci¨®n orquestal de los English Baroque Soloists, pero menos convincente en las voces solistas. El h¨¢bil movimiento teatral dirigido por Thomas Guthrie compens¨® las limitaciones del formato concertante, arropado por un dise?o de luces de Rick Fisher y vestuario de Patricia Hofstede.

El encanto de la soprano Louise Alder en el papel titular y el histrionismo de la mezzoprano Lucile Richardot fueron las bazas m¨¢s solidas del que en realidad fue un irregular reparto, que tuvo su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil en la insuficiencia del contratenor Carlo Vistoli. El tenor Hugo Hymas perdi¨® fuelle en el tercer acto, en el que, precisamente, mejor¨® su actuaci¨®n el bajo Gianluca Burratto.

Pocas formaciones corales alcanzan sin duda hoy en d¨ªa la pureza vocal, transparencia y calor expresivo que ofrece el Coro Monteverdi, fundado por Gardiner en 1964 y aut¨¦ntico motor de sus proyectos musicales m¨¢s ambiciosos: la plenitud y calidad de este conjunto coral ¡ªafinaci¨®n perfecta, claridad meridiana en la articulaci¨®n, empaste y proyecci¨®n admirables¡ª fue lo m¨¢s relevante en una versi¨®n que depar¨® tambi¨¦n momentos de gran belleza y delicadeza orquestal.