?ngel V¨¢zquez, el ¨²ltimo maldito
El Festival de Cine africano de Tarifa estrena el primer documental sobre el escritor tangerino, autor de la novela de culto 'La vida perra de Juanita Narboni'
Sus gruesas gafas de incontables dioptr¨ªas le aproximaban a la realidad aumentada que fue la vida en T¨¢nger (Marruecos) en la primera mitad del siglo XX. De aspecto menudo, anodino ¨Ctraje oscuro, corbata estrecha, todo en ¨¦l de un color gris¨¢ceo oficinista¨C, la peripecia vital y literaria de ?ngel V¨¢zquez (T¨¢nger, 1926 - Madrid, 1980) se situ¨® siempre en las ant¨ªpodas de su apariencia, anclada en un periodo hist¨®rico irrepetible y en un enclave geopol¨ªtico ¨²nico que tan bien supo describir con esta sencilla comparaci¨®n: "T¨¢nger es una caracola que va recogiendo los peores ruidos del mundo".
El Festival de Cine Africano de Tarifa estren¨® este lunes, tres d¨¦cadas despu¨¦s de que la muerte le sorprendiera (o no tanto) borracho y solo en una pensi¨®n galdosiana del centro de Madrid, el documental La vida perra (Producciones La Trinchera), un proyecto de los realizadores andaluces Pablo Mac¨ªas y Soledad Villalba que pretende ser "la historia de una ciudad olvidada y un autor sepultado por s¨ª mismo", explica Mac¨ªas.
Samuel Beckett, Paul Bowles, Truman Capote, Allen Ginsberg, Juan Goytisolo, William Burroughs, Gertrude Stein, Tennessee Williams o Margarite Yourcenar conformaron toda una constelaci¨®n de intelectuales occidentales atrapados en la fascinaci¨®n orientalista de T¨¢nger durante los a?os de su protectorado internacional (1923-1956). Lib¨¦rrimo refugio de esp¨ªas, disidentes, prostitutas, homosexuales y otros perseguidos en la vieja Europa, T¨¢nger, a diferencia de los anteriores, no fue para ?ngel V¨¢zquez una ciudad de acogida, ni una estampa siempre observada por el visitante embelesado.
La puerta de ?frica fue la cuna donde se fragu¨® su destino y su vocaci¨®n literaria, su vida disoluta y su car¨¢cter extremadamente retra¨ªdo sobre el que se ha construido la leyenda de autor maldito. "Sab¨ªamos mucho del T¨¢nger anglosaj¨®n, hab¨ªamos le¨ªdo a Bowles, pero el prisma espa?ol lo descubrimos con La vida perra de Juanita Narbona, una obra maestra que fue la que nos condujo hacia su autor. Por eso esta pel¨ªcula narra tanto la vida del escritor como la del espacio en el que se desarrolla su obra", explica el director.
Siguiendo el esquema de la gran novela tangerina de las letras espa?olas, Mac¨ªas y Villalba han construido su documental replicando el corpus narrativo de La vida perra de Juanita Narboni, dividido en dos partes y seis cap¨ªtulos "que le dan a la pel¨ªcula un aire de novela, donde cada parte puede entenderse de manera independiente", a?ade el realizador.
Tras su proyecci¨®n el lunes en Tarifa, La vida perra se estrena el martes en el Instituto Cervantes de T¨¢nger y cuenta con testimonios de algunas de las personas que lo acompa?aron hasta el final de sus d¨ªas, como Sharon E. Smith, viuda del pintor tangerino Jos¨¦ Hern¨¢ndez, la investigadora Roc¨ªo Rojas-Marcos, el periodista Javier Valenzuela o el escritor Luis Antonio de Villena, que recuerda en el filme c¨®mo ?ngel V¨¢zquez naci¨® llam¨¢ndose en realidad Antonio V¨¢zquez Molina. "Cuando me enter¨¦ me ech¨¦ a re¨ªr y le pregunt¨¦ sorprendido por qu¨¦ usaba un pseud¨®nimo con tan poca diferencia respecto a su nombre real. Entonces me dijo que Antonio V¨¢zquez era el nombre de un torero, algo que a ¨¦l no le gustaba en absoluto", recoge el documental.
A trav¨¦s de estos testimonios se reconstruye la peripecia vital del hijo de Mariquita la sombrerera, natural del pueblo malague?o de Jubrique y asentada en T¨¢nger "para huir de la pobreza y el hambre" en su Andaluc¨ªa natal, recuerda Rojas-Marcos. Extremadamente t¨ªmido e introvertido, alejado de los c¨ªrculos literarios, alcoh¨®lico y homosexual, V¨¢zquez aprendi¨® en la sombrerer¨ªa materna la haquet¨ªa, particular dialecto tangerino utilizado por los jud¨ªos sefard¨ªes, virgen hasta entonces para la literatura, pero que fue, sin embargo, la m¨¢xima singularidad de La vida perra de Juanita Narboni. ?ngel V¨¢zquez qued¨® finalista del Premio de la Cr¨ªtica con este libro, despu¨¦s de obtener el Premio Planeta en 1962 con Se enciende y se apaga una luz. No obstante, su legado es escaso, apenas nueve cuentos y tres novelas, adem¨¢s de una discreta trayectoria period¨ªstica en el m¨ªtico diario Espa?a.
Pocas horas antes de su muerte a causa de un infarto, la due?a de la pensi¨®n lo descubri¨® quemando los manuscritos de varias novelas inacabadas. "?ngel era una persona con un car¨¢cter tan raro y una vida tan peculiar que no pudo nunca mantener un empleo ni una dedicaci¨®n estable. En el diario Espa?a dec¨ªan que ten¨ªa un castellano precioso, pero iba y ven¨ªa, no era constante. Incluso una vez estuvo contratado por un abogado que, despu¨¦s de varios meses, se empez¨® a dar cuenta de que perd¨ªa todos los casos por faltas de forma o por no llegar a los plazos. Y descubrieron que ?ngel V¨¢zquez nunca echaba las cartas al correo, simplemente se beb¨ªa el dinero de los franqueos y tiraba las cartas a la primera basura que encontraba", relata Rojas-Marcos en el filme.
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