La primera serie teatral llega al Lliure
La comedia 'Dolors' se divide en 6 cap¨ªtulos que exploran la brecha de g¨¦nero y el dolor menstrual
?Y si las mujeres pudiesen librarse del dolor de la regla tan s¨®lo con un clic? ?Y si, en vez de ver las series desde el sof¨¢ de casa se vieran desde una butaca? ?Y si las obras de teatro tambi¨¦n pudiesen tener cap¨ªtulos, temporadas, y hasta cliffhangers? Todas estas preguntas, por inconexas que parezcan, las responde Dolors, la ambiciosa comedia ¨¢cida que estrenar¨¢ el Teatre Lliure el pr¨®ximo 22 de mayo. En ella exploramos la vida de Lola, una emprendedora que decide inventar un dispositivo para combatir el dolor de menstruaci¨®n. No obstante, el problema llega cuando Lola tiene que vender dicho producto a empresas, mayormente guiadas por hombres, que no le ver¨¢n tanta gracia a su revolucionario producto.
¡°Este es el argumento base¡ ?Pero no os estamos haciendo ning¨²n spoiler! En seis horas pueden pasar muchas cosas m¨¢s¡±, asegura el director, Sergi Belbel. Y es que lo m¨¢s llamativo de la obra, aparte del ingenioso invento de Lola, es su innovador formato. Dolors tiene una duraci¨®n total de seis horas, que se dividen en seis ¡°cap¨ªtulos¡± de 45-60 minutos que, a su vez, se representar¨¢n en tres sesiones dobles: el primer y el segundo cap¨ªtulo se interpretar¨¢n del 22 al 26 de mayo, el tercero y el cuarto del 29 de mayo al 2 de junio, y los dos cap¨ªtulos finales del 5 al 8 de junio. De esta manera, el espectador deber¨¢ volver a la semana siguiente si quiere saber c¨®mo avanza el argumento, convirti¨¦ndose, cada vez que entra en la sala, en el p¨²blico de una sitcom, y convirtiendo tambi¨¦n a esta obra en la primera serie de televisi¨®n para teatro jam¨¢s estrenada.
¡°Seguro que esta idea ya ha pasado por la cabeza de m¨¢s de una persona, pero nosotros hemos tenido la osad¨ªa de llevarlo al escenario¡± comenta Meritxell Yanes, creadora de la obra. Partiendo de la idea original de Yanes, el gui¨®n es un proyecto colaborativo de Sergi Balbel, Eul¨¤lia Carrillo y Cristina Clemente, con Balbel y Clemente como equipo directivo. ¡°Me di cuenta que actualmente, a mucha gente no le da tiempo a ir al teatro y usa las series de televisi¨®n como forma principal de entretenimiento, y yo me incluyo¡±, confiesa Yanes, ¡°as¨ª que un d¨ªa me plante¨¦ si ser¨ªa posible adaptar el din¨¢mico lenguaje televisivo al teatral¡±, una adaptaci¨®n que, admite, ha sido el mayor reto del proceso.
¡°No podemos cortar las secuencias como se har¨ªa en televisi¨®n, todo tiene que salir bien a la primera, as¨ª que los actores tienen que ser unas bestias del teatro¡±, afirma Sergi Belbel. Y es que las seis horas de obra s¨®lo cuentan con tres int¨¦rpretes: Enric Cambray, Gemma Mart¨ªnez y la propia Meritxell Yanes, algo que, seg¨²n Cambray, dificulta a¨²n m¨¢s los constantes cambios de vestuario que deben hacer entre secuencias, ya que en todo momento est¨¢n ¡°o en escena o cambi¨¢ndose deprisa¡±.
No obstante, Dolors se adapta con facilidad a las necesidades de los consumidores. ¡°Entendemos que ir al teatro tres veces en tres semanas puede ser un gasto, tanto de tiempo como econ¨®mico, bastante fuerte para nuestro p¨²blico, por lo que tambi¨¦n hemos organizado una marat¨®n en la que se interpretar¨¢n los cap¨ªtulos, uno tras otro¡±, declara Cristina Clemente. Al m¨¢s puro estilo Netflix, el 9 de junio el Teatre Lliure abrir¨¢ sus puertas de cinco a nueve y media de la tarde para ofrecer la posibilidad de ver todos los cap¨ªtulos de tir¨®n en una macrosesi¨®n de casi seis horas que ¨C por supuesto ¨C contar¨¢ con varios descansos.
Dolors, cuyas entradas ya se pueden comprar tanto por separado como en packs de cap¨ªtulos, es el resultado de la confluencia de muchos elementos televisivos en un escenario; tantos, que sus guionistas advierten de que el espectador se encontrar¨¢ con ¡°muchas referencias a otras series y hasta alg¨²n cameo inesperado que a¨²n no se puede revelar¡±. Pero por encima de todo, Dolors es una obra hecha por mujeres y sobre mujeres, que planta cara a la brecha de g¨¦nero y al famoso mansplaining ¨C es decir, los hombres que ningunean, interrumpen y corrigen a mujeres bajo la creencia que su forma de hacer es mejor ¨C en el entorno laboral. Pero seg¨²n Cristina Clemente, esta no es una obra feminista, o al menos no inicialmente: ¡°De entrada, los personajes de la obra no son feministas, ni siquiera las mujeres, pero viajar¨¢n hacia el feminismo a medida que avanza la trama¡±, una trama con la que tambi¨¦n esperan hacer viajar a todos los amantes de las series, independientemente de su edad.
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