La C¨¢mara de Comercio de Barcelona antepone la l¨ªnea 9 al tranv¨ªa

La C¨¢mara de Comercio de Barcelona ha roto hoy con la idea que se?alaba la uni¨®n de las dos l¨ªneas de tranv¨ªa como una de las operaciones m¨¢s rentables por coste y beneficio para la capital catalana. En el que previsiblemente sea el ¨²ltimo informe de la ¨¦poca de la presidencia de Miquel Valls, la corporaci¨®n empresarial ha fijado como prioritaria otra obra para la ciudad: el tramo central de la l¨ªnea 9 del metro, ahora dividida en dos, paralizada desde hace a?os y cuya ejecuci¨®n requerir¨ªa no menos de 750 millones de euros.

La entidad valora que la l¨ªnea de metro llevar¨ªa el transporte suburbano a zonas donde no ha existido nunca, lo que provocar¨ªa unas mejoras de movilidad evidentes. Por contra, considera que los 400 millones de euros que costar¨ªa unir los dos tramos del tranv¨ªa por la Diagonal tendr¨ªa un mayor impacto urban¨ªstico que de transporte y su consecuci¨®n se disparar¨ªa en el tiempo. ?Por qu¨¦? Razona que a la complejidad de las obras por el centro de la ciudad, m¨¢s simples y ¨¢giles que las de un metro se tendr¨ªa que a?adir la clarificaci¨®n de las negociaciones sobre qui¨¦n y c¨®mo se encarga de la explotaci¨®n de la infraestructura.

En el caso de la l¨ªnea 9 del metro, ese problema est¨¢ ya resuelto, si bien est¨¢ pendiente su financiaci¨®n. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) est¨¢ dispuesto a prestar el dinero para cometer las obras, pero antes la Generalitat debe aprobar sus Presupuestos. El presidente saliente de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, ha lanzado un toque de atenci¨®n al nuevo gobierno que controle el Ayuntamiento de Barcelona tras las elecciones del pr¨®ximo domingo. Ha recetado potentes y continuadas inversiones en infraestructuras --no cuantificadas-- porque, de otro modo, ha subrayado que ser¨¢ dif¨ªcil reducir el tr¨¢fico privado en la ciudad. De hecho, la entidad considera que el objetivo de reducirlo un 21% en 2024, tal y como mantiene el Gobierno de Ada Colau, es "inalcanzable" y ha hecho una llamada a asumir objetivos realistas.

El precedente que blande el servicio de estudios de la c¨¢mara para armarse de raz¨®n es lo que ha sucedido en el periodo que abarcaba el ¨²ltimo Plan de Movilidad Urbana (PMU), entre 2013 y 2018. En ese quinquenio Barcelona ha estrenado su nueva red ortogonal de autobuses y ha ampliado la red de carriles bici y, en cambio, el uso del coche apenas ha sufrido afectaci¨®n, con un incremento del 0,3% pese a que se part¨ªa de la suposici¨®n que uno de cada cinco conductores encontrar¨ªa incentivos para dejar su coche en los movimientos cotidianos.

La soluci¨®n, advierte la entidad, pasa por grandes inversiones y la finalizaci¨®n de una gran obra que duerme el sue?o de los justos: el tramo central de la l¨ªnea 9 del metro. Y a esa infraestructura a?aden la petici¨®n de "mejores servicios de movilidad compartida".

La entidad cuestiona las previsiones de la evoluci¨®n de los diferentes modos de transporte previstos por el nuevo PMU. Tanto en lo que respecta a los movimientos a pie, como los basados en bicicleta, transporte p¨²blico o coche no coinciden con la evoluci¨®n tendencial acorde a lo que ha sucedido en los ¨²ltimos a?os. Y todos pecan de los mismo: de un excesivo optimismo.

Valls ha denunciado que "la planificaci¨®n de la movilidad urbana de Barcelona ha sido ambiciosa pero no se ha dotado de los recursos suficientes para su despliegue efectivo". Y ha llamado al Ayuntamiento a liderar la "cooperaci¨®n entre administraciones y promover el di¨¢logo con la sociedad civil y el sector privado" para mejorar en movilidad.