El d¨ªa que perdimos a Zohra y Abdelkhaleq
Donde hab¨ªa "hogares y familias" solo qued¨® "fuego, miedo, cascotes, incertidumbre y vidas rotas" recuerdan los vecinos de Paramos en el aniversario de la explosi¨®n que arras¨® el pueblo
"En aquella tarde calurosa acababa de pasar el autob¨²s de la escuela por aqu¨ª, lleno de ni?os. Muchos vecinos dorm¨ªan la siesta; algunos ya estaban en sus trabajos; otros apuraban el caf¨¦". El 23 de mayo de hace un a?o, a las cuatro y 23 minutos, "el reloj par¨® con aquel estruendo y nada volver¨ªa a ser lo mismo nunca m¨¢s". Hoy, en el desaparecido barrio de A Torre, en Paramos (Guillarei, Tui), hay un profundo silencio que rompe la lectura del texto con el que todos los vecinos supervivientes quieren homenajear a Zohra y Abdelkhaleq, el matrimonio que habitaba junto a sus dos ni?os la casa de piedra m¨¢s pr¨®xima al almac¨¦n ilegal de la Pirotecnia La Gallega. La explosi¨®n devast¨® el pueblo, mat¨® a la pareja de origen marroqu¨ª, caus¨® heridas y traumas en una enorme poblaci¨®n y dej¨® dos peque?os hu¨¦rfanos que ahora viven con otra familia.
A la espera de juicio, Francisco Gonz¨¢lez Lameiro, el hombre que jugaba con fuego y acumulaba all¨ª, entre casas habitadas, un polvor¨ªn de una tonelada de explosivo (adem¨¢s de otro par de zulos cercanos), permanece en libertad provisional despu¨¦s de unos meses de prisi¨®n. Y la gente no ha podido volver a sus casas. La zona cero ha sido desescombrada y, al fin, desprecintada, pero las nuevas viviendas que puedan llegar a resurgir de sus cenizas son todav¨ªa proyectos. La explosi¨®n caus¨® graves destrozos al menos en 25.000 metros cuadrados de Paramos y Guillarei. Adem¨¢s de las dos muertes, 37 personas resultaron heridas y centenares de casas, v¨ªas y fincas sufrieron da?os.
"Era un d¨ªa de semana normal, como otro cualquiera". Pero en un instante donde hab¨ªa "hogares y familias" solo qued¨® "fuego, miedo, cascotes, incertidumbre y vidas rotas". Despu¨¦s de las 16.23, "los primeros momentos fueron de horror, de no saber lo que pasaba, y con el paso de los minutos iba llegando el alivio de saber que aquel vecino y el otro estaban bien, aunque su casa les hubiese ca¨ªdo encima, estuviese ardiendo o directamente ya no existiese", recuerda el manifiesto que se ha le¨ªdo esta tarde ante cientos de asistentes. Pero luego "se confirm¨® la tragedia m¨¢s grande: nuestros vecinos Abdelkhaleq y Zohra hab¨ªan perdido la vida". Tras un a?o de "dura lucha", los vecinos de Paramos y Guillarei sienten "impotencia por no poder luchar tambi¨¦n por devolverles a los hu¨¦rfanos lo que la explosi¨®n les rob¨®".
En el acto, al que asistieron los vecinos de la zona y la comunidad marroqu¨ª de Tui, a la que pertenec¨ªan las v¨ªctimas mortales, se deposit¨® una corona de flores y se ley¨® el texto en gallego, pronunciado por Salvador Garc¨ªa, y otro en ¨¢rabe, a cargo de Noureddine Eljabraoui. Tambi¨¦n se plant¨® un carballo en A Torre, como s¨ªmbolo "de lo que empieza a resurgir" y de la "unidad" que en estos 12 meses han demostrado los todos los perjudicados, frente a un Gobierno central que tard¨® mucho en ir cumpliendo sus promesas y unas Administraciones que no acababan de coordinarse para dar respuesta a la desgracia.
La Asociaci¨®n de Afectados de Paramos-Guillarei ha convocado manifestaciones y ha celebrado desde entonces "docenas de asambleas", reuniones con el Gobierno local, con la Diputaci¨®n de Pontevedra, con la Xunta y con la Delegaci¨®n del Gobierno. "Los obst¨¢culos que fuimos encontrando no fueron pocos", recuerdan, "mucha burocracia, falta de ayudas y la inexistencia de un precedente por el que guiarse". Cada paso fue una odisea, sobre todo el conseguir la declaraci¨®n de zona catastr¨®fica y exenciones fiscales para las ayudas otorgadas por la Xunta. Tambi¨¦n lograr que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez llevase a cabo el desescombro comprometido. Aunque algunos vecinos de A Torre optaron por marchar definitivamente, los que quedaron todav¨ªa tardar¨¢n mucho tiempo en tener de nuevo un hogar.
El ¨¢rbol plantado esta tarde, adem¨¢s de simbolizar la unidad y el renacer de un lugar arrasado por la p¨®lvora, es para los vecinos un recordatorio de "la nobleza" y "la solidaridad" de las personas y entidades que les echaron una mano en este recorrido. "Crecer¨¢ como recuerdo para las generaciones futuras de la tragedia que aqu¨ª sucedi¨®, pero tambi¨¦n de los buenos sentimientos que de ella nacieron", ha deseado el portavoz del colectivo, Salvador Garc¨ªa, al final del acto.
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