Terrassa, uno de los ¨²ltimos feudos que el PSC lucha por mantener
Los socialistas han estado a punto de perder dos veces el gobierno en este mandato, pero les ha salvado la falta de acuerdo de la oposici¨®n
Mantener el gobierno de la ciudad de Terrassa es un objetivo clave del PSC para las pr¨®ximas elecciones municipales, aunque la tarea ser¨¢ ardua: el crisol de partidos que forma el Consistorio, la divisi¨®n del PSC local a causa del refer¨¦ndum, el auge de ERC y la esperanza de los socialistas de que su recuperaci¨®n en las generales de hace tres semanas se plasme tambi¨¦n en las municipales marcar¨¢ el pr¨®ximo 26-M en la tercera ciudad catalana en n¨²mero de habitantes.
El PSC, que ha gobernado Terrassa desde el fin de la Dictadura, ha estado a punto de perder la vara de la ciudad en dos ocasiones durante este mandato: la primera fue hace cuatro a?os, cuando los socialistas ganaron las elecciones, pero los partidos de izquierda (comunes, ERC y CUP) buscaron el apoyo de los convergentes para acabar con la etapa del PSC. En la segunda, en noviembre de 2017, los mismos partidos buscaron asaltar la alcald¨ªa aprovechando la dimisi¨®n del primer edil Jordi Ballart que, junto a cinco concejales m¨¢s, abandon¨® el gobierno local y el partido en desacuerdo a la posici¨®n de la direcci¨®n, contraria al refer¨¦ndum y firmante del 155. Pero en ambas ocasiones la oposici¨®n no logr¨® la mayor¨ªa, por incompatibilidad entre comunes y convergentes.
Los socialistas tambi¨¦n deber¨¢n lidiar con una ERC en auge y con un PDeCAT en horas bajas, pero que ha apostado por uno de los considerados por el independentismo como m¨¢rtires del proc¨¦s: el exconsejero de Cultura, Llu¨ªs Puig, vecino de la cocapital vallesana. Est¨¢ por ver c¨®mo afectan en las municipales los resultados de las generales, que hundieron a los comunes (segunda fuerza en esta ciudad) y dieron ox¨ªgeno a los socialistas. Aunque a los de la rosa les puede pasar factura la escisi¨®n protagonizada por Ballart (que concurre al 26-M con su propio partido y ha fichado la actriz Rosa Boladeras como n¨²mero dos) y un cabeza de lista ¨Cel actual alcalde- poco conocido.
Los terremotos que han zarandeado el gobierno de la ciudad tambi¨¦n han sido provocados por las presiones de las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas, as¨ª denunci¨® Ballart, a ra¨ªz de dos iniciativas pioneras: las multas a los bancos por tener pisos vac¨ªos (Terrassa fue la primera a imponerlas) y la municipalizaci¨®n del suministro de agua (es la mayor ciudad con el control p¨²blico de este servicio).
Pero la ciudad arrastra graves problemas, como la guetizaci¨®n, un asunto pendiente desde hace a?os pero que recientemente volvi¨® a aflorar a ra¨ªz de un informe del S¨ªndic de Greuges que colocaba a Terrassa como la ciudad con mayor segregaci¨®n escolar. ¡°Toda la inmigraci¨®n est¨¢ concentrada en ciertos barrios y hasta que esto no cambie, no se mejorar¨¢ el problema de la segregaci¨®n¡±, apunta Dolors Lled¨®, presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Terrassa. Para Lled¨® la falta de participaci¨®n ciudadana otra asignatura sin resolver, junto al problema de la movilidad, marcado por ¡°una red de autobuses obsoleta¡±, ¡°un problema de tr¨¢fico muy grave¡± y un ca¨®tico dise?o urban¨ªstico.
El presidente de la patronal egarense Cecot, Antoni Abad, va m¨¢s all¨¢ y asegura que el principal problema es que la ciudad vive de la inercia y ¡°faltan grandes proyectos y objetivos de ciudad que alimenten las ilusiones¡±. Abad tambi¨¦n asegura que la falta de suelo industrial est¨¢ alejando a las empresas, pide ayudas para la renovaci¨®n de las naves industriales que han quedado obsoletas y reclama un plan de dinamizaci¨®n del comercio local para evitar la huida de marcas importantes. Mirando a la eterna rival, la vecina ciudad de Sabadell, Abad apuesta por crear alianzas para exigir que se finalice el Cuarto Cintur¨®n o que Terrassa pase a ser zona 2 de la red de transporte p¨²blico.
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