Regreso a la escena internacional
Pedro S¨¢nchez se ha encontrado con una baza inesperada: las elecciones generales le han convertido en el primer partido socialdem¨®crata europeo
Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar fueron dos presidentes con vocaci¨®n exterior. La pol¨ªtica internacional les atrap¨® tanto que acabaron perdiendo de vista la realidad del pa¨ªs. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy fueron presidentes de estar por casa. Zapatero se estren¨® desafiando a Estados Unidos. Retir¨® las tropas de Irak y ya no lo quedaron fuerzas para m¨¢s. Apenas volvi¨® a salir al exterior. Rajoy, fiel a su principio rector ¡ª¡±No hay alternativa¡±¡ª hizo de comparsa en la pol¨ªtica europea hasta desaparecer totalmente de la escena con la eclosi¨®n del conflicto catal¨¢n.
Pedro S¨¢nchez, desde el primer d¨ªa se ha sentido atra¨ªdo por la llamada del mundo. Felipe Gonz¨¢lez se movi¨® siempre en la ¨®rbita alemana. No olvidemos que fue la socialdemocracia de Willy Brandt su gran valedora cuando irrumpi¨® en la pol¨ªtica espa?ola en la transici¨®n. Y que Francia nunca fue amable con ¨¦l, entre otras razones por la influencia de Carrillo en los medios de comunicaci¨®n y en la izquierda francesa. El PSF estaba convencido de que el sistema de partidos de la futura democracia espa?ola responder¨ªa al modelo italiano: una democracia cristiana y un partido comunista fuertes. Y se se equivocaron de pleno. Con el refer¨¦ndum de la OTAN, Gonz¨¢lez rompi¨® adem¨¢s con el antiamericanismo tan extendido en la izquierda de la ¨¦poca. Y no s¨®lo en ella: el franquismo era profundamente antiamericano a pesar de que los Estados Unidos le salvaron la vida. Jos¨¦ Maria Aznar se entreg¨® con entusiasmo al servicio del presidente Bush, abriendo con ello una profunda brecha en Europa al erigirse en portavoz continental de los intereses americanos en tiempos de la guerra de Irak. Por aquellas fechas, Javier Solana dec¨ªa que, en estas situaciones, lo mejor que puede hacer es Espa?a es lo mismo que Francia ¡ªsiempre a la gre?a con los americanos¡ª pero un poco menos. Aznar hizo lo contrario. Y, como reacci¨®n, los espa?oles fueron campeones del mundo de la movilizaci¨®n contra la guerra de Irak.
El gobierno de Espa?a vuelve a la escena internacional rompiendo el tab¨², aline¨¢ndose con Francia
Con S¨¢nchez, el gobierno vuelve a la escena internacional. Y lo hace, rompiendo el tab¨²: aline¨¢ndose con Francia. Por fin. Europa vive una nueva coyuntura pol¨ªtica en la que S¨¢nchez se maneja bien por su similitud con lo ocurrido en Espa?a en el per¨ªodo en que ha forjado su carrera. Las elecciones europeas han acabado con el monopolio del poder que compart¨ªan populares y socialistas. Y se ha abierto el juego. S¨¢nchez se ha encontrado con una baza inesperada: las elecciones generales le han convertido en el primer partido socialdem¨®crata europeo. Y con un aliado: el presidente Macron, muy tocado por la crisis de los chalecos amarillos, aunque sin una alternativa real que la amenace, porque Marine Le Pen, la ¨²nica que se le sube a las barbas, siempre tendr¨¢ el l¨ªmite del vac¨ªo republicano.
Macron necesita ser reconocido como estadista a escala europea. Desde que lleg¨® pregona la reforma de las instituciones de la Uni¨®n. Pero una y otra vez ha chocado con el muro Angela Merkel. El nuevo parlamento le ha abierto una pista para intentar el despegue. Y S¨¢nchez ha estado al quite para colocarse como pieza clave de la legislatura que comienza. Los liberales miran a los socialistas. La victoria de Timmermans en Holanda permite creer que el regreso de la socialdemocracia no es s¨®lo un capricho ib¨¦rico. Y el ascenso de los verdes abre espacio para ampliar los contrapesos a la hegemon¨ªa germ¨¢nica. Angela Merkel est¨¢ al final de su carrera. Y probablemente su salida deje un vac¨ªo en la pol¨ªtica alemana. Hay por tanto una ventana de oportunidad. Y por esta v¨ªa quiere penetrar el tamdem Macron-S¨¢nchez.
En Europa se ha acabado el monopolio del poder entre populares y socialistas. Y se ha abierto el juego
De Macron a Tsypras. Frans Timmermans, aspirante a presidir la Comisi¨®n Europea, ve la posibilidad de construir una gran alianza progresista europea. Y, en este contexto, algo fantasioso, el crecimiento de los verdes da pistas para aquellos que a la izquierda de la socialdemocracia malviven a la b¨²squeda del proyecto emancipador perdido. La sociedad sostenible como nuevo horizonte de progreso.
Con lo cual, la pol¨ªtica europea de S¨¢nchez suma tambi¨¦n en clave interior. Coloca a Ciudadanos en situaci¨®n inc¨®moda, porque la potencial nueva mayor¨ªa europea no est¨¢ por concesiones a Vox y compa?¨ªa; normaliza la alianza socialista con lo que queda de Podemos; y avisa a los independentistas sobre los l¨ªmites ¡ªconfirmados esta misma semana¡ª de su creencia en que en Europa encontrar¨¢n la salvaci¨®n.
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