El ¡®baby boom¡¯ de la ciudad de los pisos baratos
Parla, al sur de Madrid, tiene la cuarta mayor tasa de hijos por mujer de Espa?a gracias a los inmigrantes, pero tambi¨¦n a familias de origen espa?ol beneficiadas con vivienda protegida
En el centro de Parla los bloques de pisos de ladrillo tienen carteles de esos que se ve¨ªan antes mucho m¨¢s: ¡°Prohibido jugar a la pelota¡±. Hay tantos peque?os en esta ciudad del sur de Madrid de 128.256 habitantes que la maternidad y la infancia son celebradas en monumentos. Una de las muchas rotondas est¨¢ coronada por una estatua de una mujer embarazada con su hijo; otra representa a un ni?o y una ni?a, cada uno sobre un monopat¨ªn. (Fotogaler¨ªa: Estampas de la ciudad de los ni?os y la vivienda asequible).
¡°Siempre ha habido muchos¡±, dice sobre los peque?os una vecina de la calle Humanes afectada por los pelotazos, Josefa Ambru?eiras, de 75 a?os. Ella misma crio a cinco hijos cuando esa cantidad no era noticia.
Hoy en Parla a¨²n se dan casos de familias tan numerosas como la de Ambru?eiras. La media de hijos por mujer es de 1,63, una tasa alt¨ªsima para los est¨¢ndares de nuestro pa¨ªs (1,34 de media). Es la cuarta ciudad espa?ola de m¨¢s de 20.000 habitantes en la lista de ese indicador, por detr¨¢s de Ceuta, Melilla y Lorca, seg¨²n datos que ha dado a conocer esta semana el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Parte de la explicaci¨®n se debe al alto n¨²mero de inmigrantes de esta ciudad, un 25%, la mayor¨ªa de Marruecos. Eso se nota en colegios del casco viejo de Parla, donde hay clases enteras con hijos de inmigrantes.
Pero eso ser¨ªa contar solo la mitad de la historia. Parla Este, un barrio nuevo con mayor¨ªa de espa?oles, tiene la tasa de natalidad m¨¢s alta de toda la ciudad, casi el doble que en el resto, seg¨²n el padr¨®n municipal. En Parla Este lo normal son dos hijos por pareja. Se trata de una zona de m¨¢s de 30.000 residentes donde la d¨¦cada pasada se edificaron viviendas de protecci¨®n oficial. Con sus avenidas anchas y pisos con piscina parece un Las Tablas del sur, una versi¨®n m¨¢s econ¨®mica del nuevo barrio del norte de Madrid. Una tarde de esta semana bull¨ªa con centenares de ni?os dedicados a sus actividades extraescolares, en escuelas de ingl¨¦s, academias de artes marciales o campos de f¨²tbol de c¨¦sped artificial.
Parla Este tuvo su particular baby boom hace seis o siete a?os, cuando las familias de veintea?eros y treinta?eros agraciadas con los pisos protegidos comenzaron a tener descendencia, seg¨²n relatan varios padres. ¡°Fue brutal. Parece que nos pusimos todos de acuerdo¡±, dice Noelia Duro, de 35 a?os, madre de dos ni?os. ¡°Fue una ¨¦poca muy bonita¡±, recuerda Miguel ?ngel Cabrera, de 41 a?os y padre de tres. Dice que casi todos sus amigos en el barrio tienen dos o tres hijos.
En este barrio se respira bienestar y la satisfacci¨®n de haber prosperado. ¡°Fue una oportunidad irrepetible¡±, dice Jos¨¦ Antonio Garrido, de 37 a?os, un vigilante de obra padre de dos peque?os. ¡°?Pisos por 100.000 euros con tres habitaciones, piscina, garaje, trastero, patio de 80 metros cuadrados y dos cuartos de ba?o? ?D¨®nde encuentras eso en Madrid?¡±, se pregunta Garrido, que ahora se prepara para opositar como ch¨®fer de autob¨²s en la Empresa Municipal de Transportes de la capital.
El efecto del precio de la vivienda sobre la ca¨ªda de la natalidad es un fen¨®meno a¨²n poco estudiado, seg¨²n indican los expertos. El ge¨®grafo y profesor honor¨ªfico de la Complutense Ricardo M¨¦ndez dice que aunque la baja natalidad en Espa?a es causada por otros factores como la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo, el caso de Parla Este merecer¨ªa un an¨¢lisis m¨¢s detallado, compar¨¢ndolo con otros pueblos similares donde no ha habido promociones de vivienda protegida.
¡°Era esperable que la?natalidad en Parla Este fuera alta porque tiene una poblaci¨®n joven, pero parece que el efecto sobre los nacimientos pueda ser a¨²n mayor gracias al alivio de la vivienda asequible¡±, dice M¨¦ndez.
Muchos vecinos de Parla Este son hijos de familias pobres del sur de Espa?a que llegaron casi con lo puesto en los 60 y 70, cuando el municipio era una peque?a villa rural sin agua corriente. Buscaban en Madrid la oportunidad de progresar, como los inmigrantes que se instalan en Parla ahora porque sigue estando entre los municipios con la vivienda m¨¢s barata.?No hay mucho trabajo en Parla porque apenas tiene tejido industrial, pero s¨ª lo hay en los pol¨ªgonos del sur o en la capital, a 30 minutos por tren o carretera.
Parla Este es, a pesar de sus bondades, un barrio con pocos servicios, dise?ado en los a?os del pelotazo urban¨ªstico. Los vecinos llevan a?os pidiendo colegios y centros de salud. El barrio ideado en tiempos del alcalde socialista Tom¨¢s G¨®mez, que lleg¨® a ser el m¨¢s votado de Espa?a, est¨¢ detr¨¢s de la deuda gigantesca que lastra las arcas municipales. El tranv¨ªa, que conect¨® Parla Este con el resto de la ciudad, tuvo un sobrecoste de casi el 40% y le supondr¨¢ en los pr¨®ximos 20 a?os a este Ayuntamiento en quiebra m¨¢s de 250 millones. A pesar de eso, y de que el sucesor de G¨®mez, Jos¨¦ Mar¨ªa Fraile, dimiti¨® tras ser imputado?por el caso P¨²nica, el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones.
El alcalde saliente, Luis Mart¨ªnez Herv¨¢s (PP), dice que con fondos limitados han podido ofrecer m¨¢s alternativas para los j¨®venes y pone el ejemplo del aumento de las escuelas deportivas municipales, que han pasado de tres a treinta en los cuatro ¨²ltimos a?os. Destaca que la juventud le da a Parla un gran potencial. Los j¨®venes, extranjeros y nacionales, siguen llegando porque es un lugar ideal para formar familias, a?ade. ¡°Mucha gente ha visto en Parla la oportunidad de no tener una hipoteca asfixiante y construir sus vidas¡±, dice Herv¨¢s.
Parla tiene el segundo precio del metro cuadrado m¨¢s bajo de los 22 municipios con m¨¢s de 50.000 habitantes de Madrid, seg¨²n los datos del portal inmobiliario Idealista. Solo en Aranjuez el precio de la vivienda es ligeramente m¨¢s asequible.
Muchos en Parla Este creen que sus viviendas, ya en el mercado libre, deber¨ªan valer mucho m¨¢s. Pero el nombre de la ciudad acarrea un estigma injusto. ¡°Si esto no se llamase Parla los pisos valdr¨ªan much¨ªsimo m¨¢s caros¡±, dice uno de los vecinos de Parla Este, Agust¨ªn Fern¨¢ndez Garc¨ªa, de 38 a?os.
Mientras la vivienda siga barata, al municipio seguir¨¢n llegando nuevos vecinos con proyectos familiares y ansias de crecer. Lo ha visto a lo largo de los a?os F¨¦lix Pastor, que instruy¨® a adultos analfabetos en los 80 y a?os m¨¢s tarde a inmigrantes de Marruecos, Rumania o China. Pastor, de 61 a?os, ha visto a muchos vecinos de Parla que han ca¨ªdo en la droga o han sucumbido ante la adversidad. Pero tambi¨¦n a "h¨¦roes" que han ido a la universidad y mejorado su situaci¨®n. "Para verlos solo hace falta ir a la estaci¨®n de tren una ma?ana y ver la cantidad de gente trajeada¡±, dice, y subraya que el que ha querido crecer en Parla lo ha conseguido: "Todo es una cuesti¨®n de actitud".
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