Un hombre mata a tiros en Aranjuez a su cu?ada y deja heridas a otras dos familiares

El Juan¨ªn, un conocido delincuente de 38 a?os reci¨¦n divorciado, estaba en busca y captura desde hace semanas por una orden de entrada en prisi¨®n a la que parec¨ªa darle poca importancia. Como si gozara de alg¨²n tipo de inmunidad, se bajaba por las tardes al portal, al fresco, a tocar la guitarra y las palmas, justo enfrente de donde vive la familia de su expareja, en Aranjuez. La noche del domingo, despu¨¦s de disparar desde una ventana con una escopeta de caza a una cu?ada, a la que mat¨® de un disparo en el pecho, a otra hermana a la que dej¨® herida grave y a su suegra, a la que alcanz¨® en una pierna, lanz¨® el arma por el balc¨®n de su casa, en la que se hab¨ªa atrincherado durante media hora tras el tiroteo y grit¨® a los polic¨ªas:

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?¡ªMe rindo.

Los investigadores creen que Juan Mendoza Gim¨¦nez, El Juan¨ªn, no acept¨® que Celestina Fern¨¢ndez, la mujer con la que ten¨ªa cinco hijos y dos nietos, rompiera la relaci¨®n hace casi un a?o. El asesino, seg¨²n esta tesis, culpaba a la familia de Fern¨¢ndez de haberla animado al divorcio y de haber hecho campa?a en su contra. Su exmujer no estaba en el escenario del crimen.

El asesinato ocurri¨® a las 21.50. Una vecina se asom¨® por la ventana al escuchar voces en el callej¨®n que une dos hileras de edificios de ladrillo visto. Vio a Juan¨ªn asomado a su ventana, un primer piso protegido del sol por una vieja manta marr¨®n que hace de cortina, discutiendo con alguien de la calle. Era Liset Fern¨¢ndez, su cu?ada de 35 a?os, que hacia aspavientos. En un momento de la discusi¨®n, Juan¨ªn se agach¨® y reapareci¨® segundos despu¨¦s con una escopeta. De un disparo derrib¨® a Liset, a la que alcanz¨® en el pecho.

Los vecinos se asomaron para ver qu¨¦ hab¨ªa ocurrido. Montserrat Jim¨¦nez, de 23 a?os, acudi¨® a rescatar a su hermana que hab¨ªa recibido el primer disparo, que yac¨ªa en el suelo, en medio de un charco de sangre. Mientras trataba de auxiliarla, ella misma fue alcanzada en el cuello y el pecho por otro tiro. La madre de las dos, Concepci¨®n, recibi¨® un tercer disparo en la pierna. Liset muri¨® en el lugar, despu¨¦s de 40 minutos de intentos de reanimaci¨®n; su hermana, en estado grave, y su madre, fuera de peligro, se encuentran hospitalizadas.

Hasta que Juan¨ªn se entreg¨®, en la calle se oyeron gritos y llamadas a la venganza. La Polic¨ªa Nacional, tras recibir los primeros avisos, mand¨® al barrio a los antidisturbios. La polic¨ªa local de Aranjuez tambi¨¦n ayud¨® en el caso. Fueron sus agentes los que convencieron a Juan¨ªn de que se entregara. Su locura homicida ya no ten¨ªa m¨¢s recorrido, le advert¨ªan. Los polic¨ªas, tras detenerlo en el interior de la vivienda sin que se resistiera, lo sacaron a toda prisa a un coche patrulla, rumbo a comisar¨ªa. Tem¨ªan que los familiares de las v¨ªctimas se tomaran la justicia por su mano y trataran de lincharlo.

Las viviendas de protecci¨®n oficial en las que ocurri¨® el tiroteo, en la calle Victoria Kamhi, se levantaron hace 25 a?os para realojar a familias de poblados chabolistas de Madrid. El matrimonio de Rosario Gim¨¦nez y Juan Mendoza, los padres de Juan¨ªn, viv¨ªa enfrente de Baldomero Fern¨¢ndez y Consuelo Jim¨¦nez, una pareja con once hijos. Desde el sal¨®n de los unos pod¨ªa verse la televisi¨®n de los otros. Juan¨ªn y Celestina, Cele, se enamoraron durante la adolescencia. Cuando ten¨ªa 17 a?os ¨¦l y 14 ella se escaparon y regresaron tres d¨ªas despu¨¦s anunciando que se hab¨ªan casado.

En las siguientes dos d¨¦cadas tendr¨ªan cinco hijos. Por el camino fueron detenidos por tr¨¢fico de drogas. En 2013 la polic¨ªa detuvo a Juan¨ªn despu¨¦s de dos a?os en b¨²squeda y captura. Se le acusaba de narcotr¨¢fico. El d¨ªa que lo arrestaron llevaba encima dos pistolas, 30 gramos de coca¨ªna y 500 de hach¨ªs. La polic¨ªa vendi¨® su detenci¨®n como la captura de un ¡°peligroso delincuente¡±. Seg¨²n esa versi¨®n, Juan¨ªn alardeaba de que matar¨ªa a un madero antes de dejarse atrapar. A la entrada de su vivienda coloc¨® cables de acero capaces de rebanar el cuello a quienes entraran en sus dominios. Ese d¨ªa tambi¨¦n fue detenida Cele, acusada de un delito contra la salud p¨²blica.

Al salir de prisi¨®n el matrimonio continu¨® su vida en pareja. Hace dos a?os celebraron la pedida de mano de una hermana de Cele en el bar La Mesa Puesta. Juan¨ªn toc¨® la guitarra durante el evento.

La pareja, sin embargo, se rompi¨® hace un a?o por decisi¨®n de la mujer. Juan¨ªn se fue a vivir a casa de sus padres con dos de sus hijos. Justo enfrente de sus suegros y toda la familia de su mujer. No llev¨® bien la ruptura, seg¨²n varios vecinos que vieron con el paso de los meses c¨®mo se le iba agriando el car¨¢cter. Volvi¨® a dictarse sobre ¨¦l una orden de detenci¨®n para que volviera a la c¨¢rcel. El hecho de que se mostrara despreocupado a la vista de todo el mundo mientras la justicia lo buscaba le granje¨® el miedo de sus vecinos. Antes de que lo atraparan por segunda vez (¡°me rindo¡±) quiso llevarse a su familia pol¨ªtica por delante.

El 016 es el n¨²mero de informaci¨®n y asesoramiento jur¨ªdico sobre violencia de g¨¦nero. No deja rastro en la factura telef¨®nica, aunque s¨ª hay que borrarlo del registro de llamadas.