Barcelona se llena de piropos en Londres
Referentes de la capital catalana en econom¨ªa, turismo, ocio y cultura protagonizan un 'road show' para atraer inversiones y talento
El lugar es la planta 42 del edificio Leadenhall, uno de los picos m¨¢s altos de la City de Londres. El objetivo de la sesi¨®n es hacer escalar Barcelona en las listas de sitios donde invertir. El tel¨®n de fondo es una panor¨¢mica de la ciudad, que, desde all¨ª, se asemeja a un valle. Los invitados de honor son los l¨ªderes de dos potencias catalanas en el mapa de los negocios: Puig y Banco Sabadell. La segunda est¨¢ en casa, el edificio alberga su sede en el Reino Unido. Josep Oliu, presidente de la entidad bancaria, destaca que en Catalu?a hay 8.600 compa?¨ªas extranjeras, un 8% inglesas. Ante unos 200 asistentes, el mensaje a los inversores es claro: colocar la br¨²jula en direcci¨®n Barcelona. El presidente de Barcelona Global, Pau Guardans, dice que si a alguien no le ha quedado claro, se quede un rato m¨¢s a hablar con ¨¦l. Su entidad es la organizadora del encuentro.
El empresario brit¨¢nico Anthony Ball, miembro del consejo de administraci¨®n de 17 compa?¨ªas, est¨¢ convencido. Nos atiende y opina que "Barcelona tiene una infraestructura excelente y gente altamente calificada; hay un gran n¨²mero de oportunidades". Recomendar¨ªa apostar por la ciudad pese al proc¨¦s: "La pol¨ªtica est¨¢ en todas partes y, como inversor, siempre hay que asumir riesgos". Cuenta que el d¨ªa antes, cenando, le dijeron que Mil¨¢n se ha estado promocionando en los ¨²ltimos a?os en varias ciudades, como hace ahora Barcelona. Ball ve que la urbe italiana est¨¢ transformada gracias al capital exterior y que, "en parte, se puede atribuir a ello".
El road show contin¨²a ¡ªpese al tupido tr¨¢fico de la urbe nublosa¡ª hacia la galer¨ªa de la catalana Roca. Dos arquitectos y un dise?ador no catalanes, establecidos en Barcelona y con un puesto consolidado internacionalmente, sirven para magnetizar el mensaje. Guardans persuade: "Entended que os estamos esperando a todos". Benedetta Tagliabue despliega su portfolio con iconos como el mercado de Santa Caterina en Barcelona o el edificio que alberga el Parlamento escoc¨¦s en Edimburgo. Ferm¨ªn V¨¢zquez, arquitecto del edificio de Els Encants y madrile?o, es objeto de algunas bromas por la rivalidad entre las dos ciudades espa?olas. El cofundador del estudio de dise?o industrial Lagranja, Gabriele Schiavon, muestra una estructura para aparcar bicicletas. "Aunque en Barcelona no te roban la bici", bromea. El p¨²blico estalla en una gran carcajada.
Albert Adri¨¤: ¡°A¨²n nos queda poder comer bien en La Rambla¡±
Manja van de Worp, una de las asistentes, es una ingeniera estructural holandesa que lleva 14 a?os en Londres. Explica que su v¨ªnculo con la capital catalana empez¨® en Israel. All¨ª conoci¨® a uno de los directores del Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalu?a (IAAC) y ahora es profesora de uno de los cursos. "Quiz¨¢ de un evento como el de hoy pueden salir colaboraciones como esta", valora. Dice disfrutar de su ir y venir de Catalu?a: "Es una red de gente m¨¢s peque?a que la de Londres y pasan cosas ¨²nicas y revolucionarias". En una de las catedrales del dise?o de ba?os es un reto encontrar el que est¨¢ conectado al desag¨¹e. El autob¨²s nos est¨¢ esperando.
El chef Albert Adri¨¤ es el anfitri¨®n en un restaurante del Soho decorado por el estudio barcelon¨¦s L¨¢zaro Rosa-Viol¨¢n. Hace un alegato a favor de la cultura de las tapas y celebra lo apetitosa que la ciudad es para el turismo foodie, el que elige su destino en funci¨®n de la oferta culinaria: "Ser¨ªa dif¨ªcil subsistir solo con los barceloneses como clientes". Halaga una ciudad donde considera que se come bien y barato, pero hace autocr¨ªtica: "A¨²n nos queda poder comer bien en La Rambla". Y lamenta que a veces es dif¨ªcil viajar en avi¨®n hacia Londres. Probablemente su vuelo ha llegado con retraso.
El micr¨®fono pasa entre la Barcelona que se ha mudado temporalmente a Londres. Directivos de entidades como CaixaBank, FC Barcelona o Port Aventura contin¨²an con el aluvi¨®n de piropos. El periodista londinense Terence Baker trabaja para Hotel News Now, medio que analiza la industria hotelera. "Barcelona tiene una cultura ¨²nica, apreciamos a Gaud¨ª, la literatura, las tapas, El Bulli", comenta tras afirmar llevarse una noci¨®n de lo que est¨¢ pasando en la ciudad. "Barcelona se vende f¨¢cilmente", dice, y considera que es un destino de vacaciones muy valorado por los brit¨¢nicos por el sol, el clima y los vuelos low cost. Durante la cena, un movimiento espont¨¢neo intenta convencer al embajador de Espa?a en Reino Unido, Carlos Bastarreche, de que se haga cul¨¦.
La veneraci¨®n amanece el d¨ªa siguiente en la galer¨ªa de arte Whitechapel. El director de la Fundaci¨®n Joan Mir¨®, Marko Daniel, destaca la importancia de colaborar con proyectos internacionales. Menciona el taller de Chi kung que se celebr¨® el a?o pasado, en la fundaci¨®n, de la compa?¨ªa de danza Cloud Gate Dance de Taiw¨¢n. Sus directivos exponen ante los asistentes los proyectos de la Casa Batll¨®, la Fundaci¨®n Antoni T¨¤pies, Barcelona Obertura, el Liceo y L'Auditori. No falta la reivindicaci¨®n a la cantante Rosal¨ªa como parte de lo m¨¢s nuevo de la marca Barcelona. Rachael D¨ªaz-Pinto, en la platea del auditorio y ejecutiva de un turoperador brit¨¢nico, valora haber visto "como las instituciones culturales trabajan juntas". Comenta estar impresionada con la restauraci¨®n de la?Casa Batll¨® y el proyecto de "abrirla m¨¢s al p¨²blico". Su compa?era, la relaciones p¨²blicas Lucinda Chamberlain, casi no sab¨ªa nada del panorama cultural barcelon¨¦s. Visit¨® la ciudad de adolescente y le han entrado ganas de volver.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.