De ganar a perder por los pactos

Madrid capital es la punta del iceberg. All¨ª, la suma de PP, Ciudadanos y Vox ha hecho alcalde al popular Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida en detrimento de Manuela Carmena (M¨¢s Madrid), la ganadora de las elecciones. Pero el acuerdo para desplazar al partido que se impuso en los comicios se ha reproducido en 8 de los m¨¢s de 50 municipios madrile?os de m¨¢s de 10.000 habitantes. Es la metamorfosis de los pactos, que culmina la decidida por los electores: 24 de estos Ayuntamientos han cambiado de gobierno con respecto al que ten¨ªan en 2015.

"Ha sido un trago terrible humanamente", lamenta Ignacio Garc¨ªa de Vinuesa, al que Ciudadanos exigi¨® que dejara la pol¨ªtica municipal en Alcobendas (116.000 habitantes) a cambio de que el PP conservara el Ayuntamiento. "Yo estoy suficientemente preparado para entender que los avatares de la vida no los eliges t¨², sino que salen a tu encuentro. Pero me he encontrado de cara con lo peor de la pol¨ªtica", a?ade. "Plantearon como condici¨®n sine qua non que yo ni siquiera recogiera el acta de concejal y que saliera por la puerta de atr¨¢s. Yo estaba dispuesto a estudiar de qu¨¦ forma pod¨ªa retirarme. Pero Ciudadanos se lo comunic¨® al PSOE, y el PSOE subi¨® la oferta", cuenta tras ver que el PSOE y Cs han alcanzado un acuerdo para turnarse dos a?os cada uno en el Ejecutivo.

Madrid (PP), Alcobendas (PSOE y Cs), Valdemoro (Cs), Aranjuez (PP), Galapagar (PSOE), Villaviciosa de Od¨®n (Cs), San Lorenzo del Escorial (PP) y Brunete (PSOE) son los municipios regionales con m¨¢s de 10.000 habitantes en los que gobernar¨¢n formaciones distintas a las que ganaron las elecciones. Ese balance, que responde a la leg¨ªtima construcci¨®n de mayor¨ªas alternativas, no solo tiene consecuencias pol¨ªticas. Tambi¨¦n tiene efectos en la vida de esos aspirantes que se vieron empu?ando el bast¨®n de mando y acabaron en la oposici¨®n.

"Ha sido descubrir que la pol¨ªtica es como la vida, que no es justa", resume Carla Greciano, cuyo partido, el PP, volvi¨® a ganar las elecciones en Galapagar (34.000 habitantes), y tuvo que ceder el bast¨®n de mando por un pacto entre PSOE, Ciudadanos, Unidas Podemos y M¨¢s Madrid. "Tengo sentimientos encontrados: estudi¨¦ ciencias pol¨ªticas, mi vocaci¨®n es plena, y voy a seguir en la oposici¨®n, porque no pienso dejar que se destroce todo el trabajo que se ha venido haciendo estos diez a?os", sigue la candidata popular, que logr¨® que en un mes su partido pasara de cuarta fuerza en las elecciones generales a primera en las municipales. "Pero por otro lado, hay que recomponerse, pensar que seguimos trabajando por nuestros vecinos, familiares y amigos, y que a lo mejor en lo personal conseguimos cosas mucho mejores", argumenta. Y a?ade: "Me caso en quince d¨ªas. Hab¨ªa retrasado el viaje de novios porque no ve¨ªa con buenos ojos el dejar la alcald¨ªa al mes de haber entrado. Y ahora voy a poder hacer una cosa que llevo sin poder hacer diez a?os: irme cinco d¨ªas de vacaciones sin el m¨®vil. Hay que buscar el lado bueno de las cosas".

La otra cara de la moneda son los ganadores, pol¨ªticos capaces de articular complejos acuerdos entre diferentes formaciones. Es el caso, por ejemplo, de Sergio Parra, de Ciudadanos, investido como alcalde de Valdemoro (76.000 habitantes) con el apoyo de PP, de Vox y de su partido, que declin¨® atender a este diario, como su compa?ero de Villaviciosa de Od¨®n (28.000 habitantes). O el de Jos¨¦ Manuel Hoyo (PSOE), nuevo alcalde de Brunete (11.000) gracias a un acuerdo de gobierno con Cs y otro de investidura con Podemos.

"La dificultad ha sido encontrar la manera de estudiar entre todos un gobierno estable, porque no se trataba de conseguir el gobierno de cualquier manera para dentro de seis meses no poder sostenerlo", explica el regidor socialista. "Nos ha preocupado a todos encontrar puntos de intersecci¨®n y uni¨®n para garantizar que durara toda la legislatura", a?ade. "Uno de los objetivos de los tres grupos era poder retirar al PP del gobierno, no por ser el PP, sino porque entendemos que la gesti¨®n que estaba haciendo, y las salpicaduras de corrupci¨®n, hac¨ªan inasumible que los ciudadanos siguieran gobernados por este partido. Pidieron cambio".

Durante a?os, el PP repiti¨® dos mantras. Deb¨ªa gobernar la lista m¨¢s votada. Quienes le desplazaban del poder tras ganar los comicios hab¨ªan formado pactos de perdedores. Esas tesis, que el PP de Mariano Rajoy defendi¨® con un convencimiento gran¨ªtico, han saltado ahora por los aires. En la capital de Espa?a gobierna una alianza de la segunda, la tercera y la quinta fuerza pol¨ªtica que encabeza el PP. Y en la Comunidad, la formaci¨®n conservadora (segunda), negocia con Cs (tercera) y Vox (quinta) con el mismo objetivo. En consecuencia, cuando los pol¨ªticos locales del PP critican a los alcaldes de otras formaciones que les desplazaron del poder sin ganar los comicios, estos lo tienen f¨¢cil. Como dijo Hoyo con iron¨ªa: "Me remito a la Comunidad".