Las discrepancias de Colau y Collboni

El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, trabaja con discreci¨®n con el equipo del l¨ªder del PSC en el consistorio, Jaume Collboni, en el acuerdo por el que volver¨¢n a compartir el gobierno municipal. Los socialistas lograron doblar su n¨²mero de concejales y por tanto, estar¨¢n en condiciones de elevar sus exigencias y exigir ¨¢reas de peso como seguridad o promoci¨®n econ¨®mica. Pero antes deber¨¢n limar las discrepancias que mantienen en otros temas clave.

El debate nacional. La presencia de la pancarta con el lazo amarillo en solidaridad con los pol¨ªticos presos en el balc¨®n del consistorio es solo la punta del iceberg de las discrepancias que mantienen los dos futuros socios. No es menor que Colau colgara el lazo la semana pasada, antes de firmar el pacto, como tampoco lo es que en el acuerdo del mandato pasado incluyera un ep¨ªgrafe espec¨ªfico que dejaba claro que cada partido ¡°actuar¨ªa y se expresar¨ªa dentro del consistorio y p¨²blicamente de acuerdo con su programa pol¨ªtico¡±. El pr¨®ximo momento de tensi¨®n ser¨¢ la sentencia de los l¨ªderes del proc¨¦s.

La seguridad. El cartapacio provisional del ejecutivo municipal sigue sin tener un concejal de seguridad, una cartera que es muy probable que recaiga en el edil socialista Albert Batlle, que acumula cargos en la materia. Mientras, basta comparar programas electorales para ver que el PSC vincula la seguridad a la convivencia ¡ªlos comunes no llegaron a reformar la controvertida Ordenanza de Civismo y el PSC, autor del texto original en 2006, quiere que se cumpla¡ª y que hablan de combatir el top manta, un fen¨®meno que Colau abord¨® desde el punto de vista social.

Supermanzanas. Mientras Colau y Collboni est¨¢n en sinton¨ªa sobre unir las dos redes de tranv¨ªa por la Diagonal, en otras cuestiones de movilidad, discrepan. Las supermanzanas donde se restringe el tr¨¢fico de paso, es uno de ellos: ¡°Reenfocaremos el proyecto para reencaminar la mala implantaci¨®n realizada y garantizar una adecuada interlocuci¨®n con todos los actores que intervienen en el territorio¡±, dice el programa electoral del PSC.

Empresa e innovaci¨®n. El PSC lamenta en su programa electoral que tras su expulsi¨®n del gobierno en 2017 Colau suprimiera el ¨¢rea de Empresa, Cultura e Innovaci¨®n, la cartera que capitane¨® Collboni. ¡°Supuso toda una declaraci¨®n de intenciones¡±, afirman: ¡°Se promovi¨® la interacci¨®n de personas, ideas y proyectos con ¨®pticas distintas, favoreciendo una visi¨®n m¨¢s amplia de las posibilidades de desarrollo de la ciudad y de las necesidades de los agentes de los respectivos sectores y territorios¡±.

Turismo. Los socialistas hablan varias veces en su programa de ¡°recuperar consensos necesarios¡±, de ¡°responder a la transversalidad de intereses en la ciudad¡± o de que la concejal¨ªa del ¨¢rea recupere el liderazgo ¡°con los consensos de los sectores econ¨®micos y sociales de la ciudad¡±. Y es que al PSC le desagrada la gesti¨®n que los comunes han hecho del turismo. En cuestiones como el plan de hoteles, el PEUAT, que centrifuga los nuevos hoteles a la periferia de la ciudad, los socialistas no entran al detalle pero se muestran partidarios de ¡°mejorar las f¨®rmulas de regulaci¨®n de los alojamientos tur¨ªsticos¡±.

Gesti¨®n p¨²blica del agua. Mientras Colau tiene como uno de los objetivos de un segundo mandato la remunicipalizaci¨®n del agua, y habla abiertamente de las presiones de Agbar para evitarla, el PSC en ning¨²n caso se refiere a la recuperaci¨®n de la gesti¨®n p¨²blica. En la antepen¨²ltima p¨¢gina de su programa, los socialistas se refieren a la necesidad de una fuerza ¡°que sepa hacer las cosas, bien, que ponga orden, que sume¡±. ¡°Que no quiera batallar sino sumar" entre actores sociales. Y al final del p¨¢rrafo habla de ¡°una Barcelona que funcione con f¨®rmulas mixtas de gesti¨®n p¨²blica y privada en temas tan trascendentes como la energ¨ªa o el agua¡±.

Las cuentas. Hace un a?o, ya fuera del gobierno, el PSC alert¨® de una ca¨ªda de los ingresos y una subida del gasto en el consistorio. Denunciaron mala planificaci¨®n, aseguraron que se avecinaban recortes y Collboni lleg¨® a mostrar un documento que cuantificaba en 107 millones de euros la ca¨ªda de inversiones. Colau lo desminti¨® categ¨®ricamente y asegur¨® que el texto estaba desfasado. La oposici¨®n forz¨® incluso un pleno sobre los ajustes, que caus¨® un gran malestar entre los comunes. Tendr¨¢n que recomponer esa crisis y ver qui¨¦n ten¨ªa la raz¨®n.