La ciudad interrumpida
Juli¨¤ Guillamon traza la guerra de sue?os de la urbe contempor¨¢nea a trav¨¦s de la literatura de Barcelona.
Este es un t¨ªtulo, La ciudad interrumpida, que es a su vez un libro y uno de los conceptos que mejor iluminan la ciudad contempor¨¢nea: las instituciones p¨²blicas se han adue?ado de la imagen urbana y su publicidad plet¨®rica nos conduce por sus calles como son¨¢mbulos. Lo que se ha interrumpido es la vivencia de la ciudad como algo inherente a cada persona y a las comunidades variadas y plurales que la pueblan en barrios distintos de personalidad propia.
El libro de Juli¨¤ Guillamon (Anagrama, edici¨®n tambi¨¦n en castellano) traz¨® el diagn¨®stico de esta interrupci¨®n al empezar el siglo ¡ªen una primera publicaci¨®n que ahora se reedita, muy ampliada¡ª con una perspectiva ins¨®lita en los estudios urbanos: a trav¨¦s de la literatura de la ciudad de Barcelona desde los a?os setenta, en catal¨¢n y en castellano. Todav¨ªa estaba cercano el a?o ol¨ªmpico y las transformaciones de la ciudad pero no se atisbaba a¨²n el que ser¨ªa llamado Forum de las Culturas del 2004, aquella gran decepci¨®n en tantos aspectos culturales. El libro fue chocante. Lo sigue siendo.
Coloca un espejo ante los actores culturales: escritores, dise?adores, narradores de c¨®mic, arquitectos, urbanistas, publicitarios y, en sordina, los gestores culturales que no paran de aumentar desde entonces. Documenta y aval¨²a su reacci¨®n creativa, sobre todo en novela, ante la interrupci¨®n de la Barcelona de los setenta y su transformaci¨®n en ¡°la mejor tienda del mundo¡± y, hoy, en la ciudad tur¨ªstica que se carga barrios enteros y que, como dec¨ªa Sisa en una de sus tantas canciones prof¨¦ticas, ha cerrado las Ramblas a los barceloneses.
Insisto en que la exploraci¨®n cl¨ªnica y el diagn¨®stico de Guillamon a trav¨¦s de la literatura y otras artes narrativas valen para cualquier ciudad. Ese es su valor esencial, por m¨¢s que se tienda a verlo como un ornamento m¨¢s en honor de la capital catalana, escenario de tant¨ªsimas novelas. Vale, s¨ª. Pero hoy tienen novelas y dise?adores y publicistas todas las ciudades. De lo que permite hablar este ingente trabajo de antropolog¨ªa cultural es de si las ciudades siguen vivas o no: ?c¨®mo interact¨²an sus habitantes? ?c¨®mo son sus calles? ?qu¨¦ posibilidades ofrecen a sus habitantes de frustrar los planes de sus dirigentes urbanos, por ejemplo el turismo abrumador?
Me fui la otra tarde a la presentaci¨®n de la nueva edici¨®n del libro, voy pocas veces a estos actos y estaba agobiada con el final de curso, las notas y todo lo dem¨¢s, pero quise acompa?ar esta reedici¨®n y su versi¨®n en castellano. El libro se complementa ahora con una segunda parte, ¡°El gran noveloide sobre Barcelona¡±, que ya no es tanto un ensayo anal¨ªtico como un mapa de las obras literarias publicadas desde 2001. Lo que me sorprendi¨® m¨¢s de los parlamentos y charlas fue la querencia en hablar de la contracultura de los 70, ese mito canalla. Nostalgia de la nostalgia, pens¨¦ para m¨ª. No s¨¦, puede que como corr¨ªa por all¨ª no me haya dejado encantar con las voces y los gritos no siempre audaces ni plurales de los muchachos en flor y sin flor de la contracultura y su esquizo imaginario macho.
M¨¢s incisivo es y abre m¨¢s las puertas de la percepci¨®n el cap¨ªtulo dedicado a ¡°la guerra de los sue?os¡±. Guillamon expande la idea del etn¨®grafo Marc Aug¨¦ para plantear que la visi¨®n de la ciudad moderna ha cambiado de manos creadoras: los mediadores ¡ªlos narradores que en las culturas tradicionales interpretaban los sue?os¡ª son en el mundo contempor¨¢neo el cine y la tele. ¡°La ficci¨®n contamina la vida y crea una ilusi¨®n verdadera, una alucinaci¨®n que llega a confundirse con la realidad. El papel del mediador ha desaparecido. La narraci¨®n, que permit¨ªa pasar de la visi¨®n individual al objeto social, ha sido substituida por las im¨¢genes, y esta substituci¨®n ha provocado un bloqueo ritual y un d¨¦ficit simb¨®lico¡±. La guerra de los sue?os es, pues, entre palabra escrita y palabra audiovisual. Y el d¨¦ficit de nuestras ciudades est¨¢ desde luego en el terreno del cine y la televisi¨®n: no hay manera que afronten la Barcelona de hoy como no sea en su espejo m¨¢s negro, as¨ª en los documentales Ciutat morta (Xavier Artigas y Xapo Ortega, 2013) y City for sale (Laura ?lvarez, 2018) que, gracias a festivales y a las redes, logran hoy mayor p¨²blico que el que tuvo en su d¨ªa el de Joaqu¨ªn Jord¨¤ De ni?os (2003) sobre el Raval.
Mucha tela por cortar, pues. Si entiendes una ciudad es que est¨¢ muerta, argument¨® con su proverbial lucidez Jane Jacobs, la analista urbana que tambi¨¦n vive en las p¨¢ginas de este libro que les recomiendo de veras.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y profesora de la UPF
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