¡°Me ha sorprendido la cantidad de madres en situaciones parecidas que me dec¨ªan ¡®eres nuestra voz¡¯ ¡±

¡°Querida I., te escribo desde mi coraz¨®n tras haber sido monitora tuya hace algunos veranos¡±. As¨ª empieza la misiva enviada por Ingrid Torrecillas, directora de una empresa de conciertos pedag¨®gicos, a Carolina G¨®mez, madre de I. V. G., la ni?a de 11 a?os expulsada de un campamento por un leve retraso madurativo. ¡°Todos los ni?os dejan huella, pero la tuya fue especial. Mil gracias por haberte conocido¡±, contin¨²a este texto que ahora desenfunda G¨®mez en un pantallazo del m¨®vil. Est¨¢ abrumada. Jam¨¢s se imaginaba que el trance por el que ha pasado fuera a derivar en este aluvi¨®n de muestras de cari?o. ¡°Es un respaldo enorme. Ya sab¨ªa que la gente es buena, pero despu¨¦s de esto lo tengo claro¡±, exclama con alegr¨ªa.

¡°Ha sido incre¨ªble. Porque cuando recibes una llamada como la que tuvimos el s¨¢bado pasado te sientes muy peque?a, con una impotencia tremenda¡±, rememora G¨®mez, en referencia al conflicto con la empresa Diverbo. Los monitores decidieron que su hija no pod¨ªa dormir en una habitaci¨®n con otras ni?as por las quejas de los padres. ¡°Empez¨® como si nada, con un mensaje de WhatsApp a varios grupos y todo fue una carambola¡±, recuerda.

Adelant¨® el suceso la cadena Ser y r¨¢pidamente se hicieron eco diferentes medios de comunicaci¨®n. ¡°Es un agradecimiento total. Piensas que hay una enorme falta de humanidad y pasas por la rabia, el llanto¡­ pero luego ves que, por cosas del destino, la gente responde y la gran mayor¨ªa piensa que no se puede actuar as¨ª, que es inhumano¡±, a?ade.

Le han llamado la atenci¨®n muchas cosas a G¨®mez. Lo primero, el volumen de reacciones que ha tenido la noticia. ¡°Todos los mensajes son un apoyo, por supuesto¡±, expresa a trav¨¦s del mismo tel¨¦fono que estos d¨ªas no ha parado de sonar, ¡°pero me ha sorprendido la cantidad de madres en situaciones parecidas que me dec¨ªan ¡®eres nuestra voz¡¯ y contaban las dificultades que les han puesto tambi¨¦n en algunos lugares, como el ni?o autista que acaba de ser echado en Torrej¨®n de Ardoz¡±. Aparte de Ingrid, la monitora de la carta dirigida a I., muchos conocidos han escrito a la familia mand¨¢ndoles alabanzas sobre la ni?a. ¡°Se han puesto en contacto hasta abogados para ayudarnos a poner una demanda. Incluso un dibujante le dijo a mi hermana que ¨¦l no pod¨ªa hacer mucho por la ni?a en materia legal, pero que le quer¨ªa mandar un dibujo¡±, apunta.

Otra de las consecuencias que tuvo su denuncia p¨²bica fue la propuesta de muchas organizaciones para acoger a I. estos d¨ªas de verano. ¡°Ha sido una barbaridad y es para agradecerlo sin parar¡±, se?ala G¨®mez, ¡°me mor¨ªa de la risa con una familia de C¨¢diz que me dijo que ellos no ten¨ªan ning¨²n campamento, pero que les enviara a la ni?a porque se lo iba a pasar muy bien en su casa¡±. Al final, la opci¨®n que improvisaron tras el rev¨¦s fue acercarla a Catalu?a con sus abuelos, primos y t¨ªos. Y as¨ª han preferido que siga. ¡°A pesar del apoyo, I. ha estado un poco triste esta semana, pero hoy me ha dado los buenos d¨ªas con una alegr¨ªa alucinante y cuando he visto que est¨¢ todo bien ha sido un subid¨®n¡±, narra emocionada G¨®mez.

Esta experiencia le ha ¡°recargado las pilas¡±. ¡°A veces piensas que nadie te va a hacer caso. De hecho, mi intenci¨®n era moverlo como queja, nada m¨¢s, y que estos se?ores ¨Cpor llamarlos de alguna manera- no se fueran de rositas¡±, sostiene G¨®mez. Sin embargo, el lamento se ha transformado en un chute de energ¨ªa. ¡°Es muy duro tener que luchar d¨ªa a d¨ªa y nadie se imagina c¨®mo influye esto para seguir adelante¡±, afirma, concluyendo con un grito de guerra: ¡°Te sientes reconfortada, la gente te impulsa¡±.

D¨ªas despu¨¦s del caso de I, unos padres de Torrej¨®n de Ardoz denunciaron que su hijo hab¨ªa sido expulsado de un campamento municipal. Tras contarlo en Telemadrid, el Ayuntamiento ha abierto un expediente informativo y los padres han podido elegir un nuevo campamento para el ni?o. "Hay otraspersonas en la misma situaci¨®n y se callan porque no tienen la capacidad de poder denunciar", se?al¨® el padre de M.A.