Peeping Tom explora el lado oscuro de la infancia
La compa?¨ªa presenta en el TNC en el marco del festival Grec ¡®Kind¡¯, sobre los ni?os y los fantasmas y tab¨²es familiares
Vuelve a Barcelona la compa?¨ªa de teatro- danza Peeping Tom y como cada vez que lo hace es un acontecimiento. La formaci¨®n basada en Bruselas y capitaneada por la italoargentina Gabriela Carrizo y el franc¨¦s Franck Charlier presenta en esta ocasi¨®n Kind (ni?o), un montaje que explora el lado oscuro de la infancia y que viene a cerrar la trilog¨ªa familiar compuesta por esta pieza y las anteriores Vader (padre), de 2014, y Moeder(madre), de 2016.
Peeping Tom, cuyas se?as de identidad son bailarines- actores con un dominio extrordinario del cuerpo, escenograf¨ªas hiperrealistas y una atm¨®sfera on¨ªrica y perturbadora, a veces dif¨ªcil de interpretar pero siempre de gran poder de evocaci¨®n, act¨²a esta vez hoy y ma?ana en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), como cierre de la temporada del centro y a la vez como parte de la programaci¨®n del Grec.
Esta dualidad permiti¨® que ayer se encontraran el director del festival, Francesc Casades¨²s, y el del TNC, Xavier Albert¨ª, el primero en plena efervescencia, con el Grec a toda marcha, y el segundo visiblemente relajado. Ambos coincidieron en destacar el trabajo de Peeping Tom y su especial sinton¨ªa con el p¨²blico barcelon¨¦s. Albert¨ª explic¨® que la compa?¨ªa ha estado en residencia en el TNC y han aprovechado elementos de espect¨¢culos anteriores rescatados de las ¡°catacumbas¡± del teatro, como parte de las monta?as de Montserrat de Els Jocs Florals de Canprosa, de Rusi?ol. Kind (90 minutos, en ingl¨¦s sobretitulado) transcurre en un espacio de bosque sombr¨ªo, ¡°donde se pierden los ni?os¡±, y amenazadores acantilados. Un lugar a cielo abierto pero claustrof¨®bico.
Gabriela Carrizo, codirectora del grupo, se?al¨® que es la primera vez que gestan parte del espect¨¢culo en otro sitio que no sea Bruselas. Mientras que Franck Charlier resalt¨® la circunstancia de que hayan pasado ¡°del teatro nacional flamenco al teatro nacional de Catalu?a¡±. La compa?¨ªa ha preparado la obra en el TNC y tambi¨¦n en el Institut del Teatre en un taller con ni?os de diferentes edades, alumnos del centro. El personaje central en Kind es una ni?a, interpretada por una mujer adulta, la mezzosoprano Eurudike De Beul.
Carrizo y Charlier explicaron el proceso de creaci¨®n de la pieza, que se va construyendo de una manera intuitiva y con la toma de decisiones como la de que la ni?a sea una mujer, ¡°algo muy perturbador, inquietante, el ni?o condensado en el cuepo de un adulto¡±.. El g¨¦nero, dicen, da una fragilidad m¨¢s profunda al personaje.
En la creaci¨®n han influido, apuntaron los directores, sucesos externos como las elecciones en Brasil, de donde son dos de las bailarinas de la compa?¨ªa, y la violencia en las calles tomadas por los militares.
En Kind, la inocencia caracter¨ªstica de la infancia se mezcla con la violencia, con el juego, la locura, las pesadillas y la atm¨®sfera de los cuentos de hadas para ni?os. De alguna manera, estamos en el universo que analizaron Bruno Bettelheim y Vladimir Propp. Tambi¨¦n hay influencias lacanianas. ¡°Se alterna realidad y ficci¨®n en un mundo que es a la vez el externo a la ni?a y el que ella construye a la vez que crece y construye su personalidad¡±, dijo Carrizo. La acci¨®n, detall¨®, est¨¢ situada en un lugar ignoto de roca y espesura que sugiere el inconsciente, con pulsiones primarias, sin las nociones del bien y el mal a¨²n consolidadas y en la que se confunden lo l¨®gico y lo il¨®gico como en la mentalidad infantil
El espect¨¢culo explora el mundo de los miedos. ¡°Nuestras creaciones no solo entretienen¡±, reflexion¨® la codirectora, ¡°buscamos lados oscuros, lo escondidoi, lo que asusta; salen cosas que producen m¨¢s miedo que confort¡±.
Charlier a?adi¨® que en Kind se han inspirado en la teor¨ªa de la transmisi¨®n intergeneracional del fantasma de los psicoanalistas h¨²ngaros Nicolas Abrajham y Maria Torok. Esos fantasmas son los tab¨²es y secretos que p¨¤san a trav¨¦s de las generaciones en las familias. ¡°Son fantasmas¡±, continu¨® el codirector, ¡±que se expresan en frases como ¡®cierra las cortinas, que nos nos vean¡¯ y que vehiculan una violencia vivida a veces como banal pero que deja un trauma¡±. En la obra aparece una figura paterna violenta y armada.
¡°No es un mundo divertido el de la obra¡±, medit¨® Charlier, ¡°auqnue hay alg¨²n momento de humor; la idea original era hacer algo divertido, pero se fue torciendo¡±. En la pieza act¨²an De Beul y los bailarines , Marie Gyselbrecht, Hunk-Mok Jung, Brandon Lagaert, Yi-Chun Liu y Maria Carolina Vieira, as¨ª como cuatro figurantes locales.
El club de los suicidados antes de los 27
En cuanto al movimiento, hay en el espect¨¢culo de Peeping Tom efectos de ralent¨ª que obedecen a la voluntad de ¡°hacer zoom sobre la mente del personaje, representar el tiempo alargado, lentificado, del pensamiento; nos gusta jugar con el tiempo, alargar el instante¡±.
La banda sonora de Kind cuenta en parte con m¨²sica "del club de los 27, los suicidados antes de cumplir esa edad", explic¨® Charlier, "como Janis Joplin, Jimi Hendrix, Kurt Cobain o Amy Winehouse; el inconsciente nos llev¨® all¨ª". Tambi¨¦n hay m¨²sica de Wagner.
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