Los ¨²ltimos ancianos de Soto

El alboroto que se gener¨® en la residencia Arzobispo Morcillo de Soto del Real a partir de ¨²ltima hora de la ma?ana del mi¨¦rcoles lleg¨® a su fin este viernes. El trasiego de familiares, residentes y maletas que se hab¨ªa vivido a las puertas del centro desde que fue anunciado su cierre por graves infracciones higi¨¦nicas y alimentarias era ya hoy mucho menor, un d¨ªa antes de que este s¨¢bado concluyera el plazo dado por la Comunidad para que familiares, o en su defecto el Gobierno regional, se hicieran cargo de los 60 ancianos internos.

?nicamente 13 residentes amanecieron este viernes en el geri¨¢trico. A primera hora de la tarde, tan solo tres permanec¨ªan en el interior junto a uno de los due?os, Carlos Pe?as Briones, los empleados, y varios inspectores de la Comunidad de Madrid, que no se retiraron hasta la salida del ¨²ltimo interno. Pasadas las 17.00 h el centro hab¨ªa sido desalojado tras m¨¢s de 48 horas de reubicaciones.

El patr¨®n de la mayor¨ªa de los 13 residentes que pasaron en Soto la noche del jueves al viernes era similar: viudos o solteros sin hijos a cargo de otros familiares y ancianos con movilidad reducida a los que sus parientes les estaban buscando un nuevo centro. Todos ten¨ªan alg¨²n familiar interesado e incluso dos eran una madre y un hijo que viv¨ªan en el centro.

Blas Mu?oz, el hijo en cuesti¨®n, y su madre fueron los ¨²ltimos en marcharse. ?l tiene 62 a?os y resid¨ªa en la Arzobispo Morcillo desde hace dos; ella, de 87, llevaba solo uno en el centro. Ambos esperaban la llegada de su sobrina, una de sus pocas familiares en Espa?a. ¡°Mis hijos viven en el extranjero, otros parientes tambi¨¦n, y nadie pod¨ªa hacerse cargo de nosotros. He estado buscando un centro al que podamos irnos los dos desde que anunciaron el cierre y ya lo tenemos¡±, asegura Mu?oz.

Su historia no es sencilla. Viudo desde hace 18 a?os, opt¨® por ingresar voluntariamente en una residencia por miedo a la soledad. ¡°Cuando uno est¨¢ solo piensas cosas malas que no se deben pensar¡±, cuenta. ¡°Y adem¨¢s as¨ª estoy con mi madre", a?ade. Los dos seguir¨¢n viviendo juntos. Mu?oz ahora solo espera integrarse tan bien como lo estaba en Soto. "Aqu¨ª ¨¦ramos una familia, pero donde voy me van a recibir con los brazos abiertos".

El mismo deseo ten¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa, un anciano de m¨¢s de 80 a?os que abandonaba el centro con tristeza, acompa?ado de sus tres sobrinos, tras pr¨¢cticamente dos a?os y medio interno. ¡°Nos llev¨¢bamos fenomenal. Tanto los trabajadores como el resto de gente que viv¨ªa aqu¨ª, era de diez (la convivencia). No se escuchaba una palabra m¨¢s alta que la otra. Toda la culpa es de los due?os¡±, dice. Estos, la familia Pe?as Briones, se enfrentan a un posible delito de salud p¨²blica e integridad f¨ªsica. Su residencia estar¨¢ cerrada un a?o y deber¨¢n pagar 127.000 euros de multa.

Muchas familias aceptaron las sugerencias de Essip, una empresa privada que llam¨® a los familiares y recomend¨® centros alternativos. Es el caso de Javier G¨®mez, que a trav¨¦s de ellos encontr¨® acomodo para su t¨ªa, quien tambi¨¦n se march¨® ayer. Se queja de que la Comunidad no les ha ayudado y de que Carlos Briones le enga?¨®. ¡°El mi¨¦rcoles me iba a Galicia, y llam¨¦ para preguntarle sobre si los rumores eran ciertos. Me dijo que no pasaba nada y una hora despu¨¦s me llamaron desde las instituciones para decirme que cerraban¡±.

La Comunidad insiste en que ha estado en contacto con las familias en todo momento e informa de que solo una anciana ser¨¢ internada en una residencia p¨²blica, donde podr¨¢ permanecer tres meses. El Gobierno regional dijo que iba a garantizar la atenci¨®n a los 60 residentes afectados resaltando que esta ayuda se prestaba a pesar de que es un centro privado y no tiene plazas de concierto p¨²blico. Los 13 ancianos que abandonaron el centro ayer lo hicieron acompa?ados de familiares, salvo una mujer que se fue en ambulancia junto a dos operarias. Pese a no estar acompa?ada por ning¨²n pariente, aseguraba tener hijos. ¡°A todos les ha ayudado alguien¡±, dec¨ªa un empleado.