La ¡®resurrecci¨®n¡¯ del Palau de la M¨²sica
Un documental explica c¨®mo se vivi¨® el expolio, hace una d¨¦cada, en manos de F¨¨lix Millet y Jordi Montull
¡°Todos sab¨ªamos que las cosas que se hac¨ªan no eran normales, sobre todo los que est¨¢bamos en contabilidad y cuando entraron los mossos vimos el calibre del tema¡±. Elisabeth Rodr¨ªguez, trabajadora del Palau de la M¨²sica de Barcelona, es uno de los testimonios que con toda claridad explica que cuando entr¨® la polic¨ªa auton¨®mica en el Palau ¨Ctoda una instituci¨®n cultural de Catalunya- hoy hace justo diez a?os, muchos tuvieron la extra?a sensaci¨®n de que se confirmaban sus m¨¢s o menos fundadas sospechas. El de ella es uno de la veintena de testimonios que aparecen en El Palau de la M¨²sica. Resurrecci¨®, un documental que ha promovido el propio Palau aprovechando la programaci¨®n, en junio pasado, de la Sinfon¨ªa n¨²mero dos de Mahler, Resurrecci¨®n. El documental se puede ver en la web de la instituci¨®n y este martes lo emitir¨¢ TV3 en el programa Sense Ficci¨®.
Una cinta en la que la m¨²sica de la contundente sinfon¨ªa de Mahler viene como anillo al dedo para encuadrar lo que fue uno de los mayores esc¨¢ndalos de Catalu?a en lo que llevamos de centuria. El caso Palau, pendiente del recurso ante el Tribunal Supremo, se cerr¨® con una sentencia que conden¨® a F¨¨lix Millet y Jordi Montull a nueve y siete a?os de prisi¨®n, respectivamente, por el expolio de 23 millones de euros. Una trama de falsear la contabilidad del Palau que enriqueci¨® a los condenados y sirvi¨® de financiaci¨®n a Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC) que tuvo que devolver 6,6 millones de euros al ser reconocida como beneficiaria. El documental no utiliza im¨¢genes hist¨®ricas del caso sino el making of del concierto ¡ªy la propia funci¨®n¡ª que se hizo el pasado 27 de junio bajo la direcci¨®n del carism¨¢tico Gustavo Dudamel, una de las voces de la cinta.
Los cinco movimientos de la sinfon¨ªa son los que encuadran otras tantas partes del documental: espoli (expolio), fer net (limpiar), nou projecte (nuevo proyecto), el judici (el juicio) y resurrecci¨® (resurrecci¨®n). Un trabajo, realizado por la productora Prodcaster, que, de paso, muestra una visi¨®n poco conocida: la preparaci¨®n y ensayos de un concierto con una gran orquesta y la fuerza de los coros del Orfe¨® Catal¨¤. Tambi¨¦n la reconstrucci¨®n en todos los sentidos de la instituci¨®n y su refundaci¨®n musical de la mano de Joan Oller. Y, como no, la belleza de la arquitectura de Dom¨¨nech i Montaner, en un primer¨ªsimo plano.
Las sospechas de las que hablan varios trabajadores entrevistados las levantaban, por ejemplo, los viajes y el alto nivel de vida de F¨¦lix Millet ¨Comnipresente presidente del Palau desde 1978, m¨¢s de tres d¨¦cadas gestion¨¢ndolo a su antojo¨C mientras a los cantaires del Orfe¨® Catal¨¤ se les ninguneaba poder salir fuera de Barcelona de gira porque ¡°no hab¨ªa dinero¡±. Joan Llinares, que asumi¨® la direcci¨®n hasta 2011 por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, fue una de las personas claves para desentra?ar la mara?a urdida entre los condenados para expoliar al Palau. ¡°Yo me encontr¨¦ con la sorpresa de que hab¨ªa m¨¢s de un centenar de cuentas corrientes, algo que era fuera de lo normal¡±, explica en el documental. Llinares, al ser advertido por una trabajadora del Palau, tuvo que ordenar que las m¨¢quinas de triturar papel pararan porque se estaban destruyendo pruebas. Unos primeros d¨ªas tras la entrada de los mossos que fueron muy convulsos para todos los que formaban la gran familia del Palau como explica la que es desde entonces la presidenta de la Fundaci¨®n, Mariona Carulla: ¡°Una semana despu¨¦s le dije a la esposa de Millet que mejor que [F¨¨lix Millet] no viniera al Palau porque le prohibir¨ªan la entrada¡±. Lo explica porque Millet ¨Cya destituido e investigado pero en libertad¨C le dijo a ella ¨Cya presidenta¨C que le dejara solo ¡°en un despacho que ya no era el suyo¡±.
El documental no revela ninguna sorpresa respecto a todo lo que sali¨® a relucir durante la instrucci¨®n y en el juicio seguido hace m¨¢s de un a?o y medio, pero el relato de todos los testimonios da una visi¨®n de conjunto del tama?o del ¡°culebr¨®n¡±, tal como lo define otro de los entrevistados, Jordi Mart¨ª, el comisionado de Cultura del consistorio en aquella ¨¦poca, entonces en las filas del PSC. La conmoci¨®n en la sociedad y el mundo cultural catal¨¢n con el estallido del caso fue notoria. Hasta ese d¨ªa, el 23 de julio de 2009, Millet ten¨ªa toda la consideraci¨®n. De hecho, ese mismo d¨ªa, el consistorio retir¨® de la orden del d¨ªa del pleno de forma precipitada la concesi¨®n de la Medalla de Oro de la ciudad por sus ¡°m¨¦ritos culturales¡± a Millet.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.