El ¡®t¨²nel de la risa¡¯ se renueva
El subterr¨¢neo que une Atocha y Chamart¨ªn recibe su primera gran puesta a punto desde su apertura en 1967
Mientras miles de coches sufren los problemas del tr¨¢fico en los paseos del Prado, Recoletos y la Castellana, el tiempo casi se detiene a unos metros de profundidad. Un universo de polvo, de grandes m¨¢quinas y de b¨®vedas sujetas con ladrillos se guarece en el subsuelo, en el que unos 130 obreros se afanan en este mundo de luces bajas y de ruidos con eco. Son los encargados de poner en el siglo XXI el tramo de mayor densidad circulatoria de Espa?a, con una media de 470 trenes y 200.000 viajeros al d¨ªa, en su mayor¨ªa de la red de Cercan¨ªas.
El llamado t¨²nel de la risa, que une las estaciones de Atocha y Chamart¨ªn, recibe su primera gran renovaci¨®n, desde que fue abierto en 1967. Ha pasado m¨¢s de medio siglo y ahora Adif le est¨¢ dando un importante lavado de cara. Se est¨¢ sustituyendo el suelo en el que se asientan las v¨ªas, la catenaria y los sistemas de seguridad. En total, 45 millones de euros y el corte de la circulaci¨®n hasta noviembre.
Las obras del t¨²nel comenzaron en 1933, pero por los avatares de la historia no se concluy¨® hasta 1967. El nombre que le dieron los madrile?os tiene dos teor¨ªas. Una, porque se parec¨ªa a la atracci¨®n de feria del tren de la risa. Otra, m¨¢s factible, es que fue una risa el tiempo que se tard¨® en terminar. De hecho, se utilizaron varias t¨¦cnicas, que se ven con facilidad cuando se observan las distintas secciones (dimensiones) del subterr¨¢neo.
Desde su apertura, ha sido uno de los tramos con mayor movimiento ferroviario. Une las dos estaciones m¨¢s importantes de la capital. Ese tr¨¢fico alto y continuo solo han permitido reformas puntuales o la reparaci¨®n de aver¨ªas. Entre 2014 y 2018, se registraron en este tramo 225 incidencias, con una media de 28 trenes afectados y 316 minutos de retraso en cada aver¨ªa.
El t¨²nel conservaba el balasto, esas piedras sobre las que se asentaban las v¨ªas. ¡°Se han retirado 35.000 metros c¨²bicos de este material y se han levantado 15 kil¨®metros de v¨ªa en parejas¡±, explica el gerente del ?rea de Infraestructuras Centro de Adif, Abel Rajo. Este material se ha trasladado a la antigua estaci¨®n de O?Donnell, donde se est¨¢ reclasificando por si se puede reutilizar.
La actividad en el t¨²nel no para. Se trabaja las 24 horas del d¨ªa y los siete d¨ªas de la semana. Se intenta reducir los plazos y que no sea necesario utilizar mucho m¨¢s tiempo el t¨²nel de Sol para los trenes de cercan¨ªas.
En medio de grandes charcos, un grupo de top¨®grafos mide que las v¨ªas est¨¦n bien alineadas. Otros obreros se dedican a colocar las nuevas superficies que albergar¨¢n las v¨ªas. De hecho, se van a utilizar 23.000 metros c¨²bicos de hormig¨®n. En los d¨ªas de mayor actividad, est¨¢n entrando hasta 150 hormigoneras al d¨ªa. ¡°Las obras van a buen ritmo y estamos salvando los problemas que est¨¢n surgiendo, como algunas filtraciones de agua o la retirada del suelo en el que asentaba el balasto para poner un hormig¨®n m¨¢s grueso¡±, destaca Rajo. ¡°El viajero notar¨¢ a partir de ahora mejor servicio, similar al del t¨²nel de Sol¡±, a?ade.
Al fondo de la estaci¨®n de Recoletos, unos obreros con un martillo neum¨¢tico se afanan en romper una zona en la que se acumula el agua, mientras dos excavadoras horadan el suelo. ¡°Vamos, que a este paso no acabamos¡±, grita uno al resto, mientras achican el agua acumulada.
La reforma tambi¨¦n incluye el cambio de la actual catenaria flexible por una r¨ªgida. Esta produce menos roturas y, por tanto, menos aver¨ªas. Tambi¨¦n se reforzar¨¢n las medidas de seguridad, lo que facilitar¨¢ su evacuaci¨®n en caso de emergencia.
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