Divisi¨®n y lucha de clases entre los sin techo
Lo que fue una acampada reivindicativa durante la campa?a electoral se convierte en un conflicto 100 d¨ªas despu¨¦s
El Paseo del Prado huele a orina y a disensi¨®n. ¡°Somos muchos y los ba?os p¨²blicos cierran a las 19.30 de la tarde¡±, dice Mar¨ªa, de 56 a?os, tratando de justificar el mal olor. Lo que empez¨® en abril como un grupo de 40 personas acampados frente al Ministerio de Sanidad para pedir soluciones a los partidos pol¨ªticos durante la campa?a electoral ahora ha invadido casi todo el paseo hasta llegar a la puerta del Consistorio, en la plaza de Cibeles. Y lo que era entonces un grupo cohesionado se ha partido en dos bandos: los m¨¢s concienciados y los que se han incorporado con diferentes prop¨®sitos. Adem¨¢s, el Ayuntamiento revel¨® que solo 12 de los 80 acampados son realmente personas sin techo. Ayer por la tarde, la paciencia municipal se agot¨® y orden¨® la detenci¨®n del l¨ªder, Miguel Carrera, conocido por Micky, quien enunciaba art¨ªculos de la Constituci¨®n mientras los polic¨ªas le ten¨ªan atrapado en el suelo y le colocaban las esposas.
¡°Nadie sin hogar¡±, reza uno de los carteles que tienen en el campamento. La protesta de un grupo de activistas que ped¨ªan una soluci¨®n para el sinhogarismo en Espa?a dirigidos por? Carrera, se ha convertido para algunos en un ¡°campamento de verano¡±. ¡°Son un grupo de personas que solo viene a comer, ponen m¨²sica, bailan y se emborrachan¡±, explica Mar¨ªa, una persona sin hogar que lleg¨® al campamento con su marido hace dos semanas desde C¨®rdoba para apoyar la protesta.
Un grupo de 40 personas decidi¨® apartarse de la protesta original y trasladar una parte del campamento a Cibeles. ¡°Nos separamos porque se llegaron a cometer agresiones f¨ªsicas a otras personas sin hogar¡±, cuenta Andr¨¦s, de 37 a?os, que lleva tres meses acampando con ellos y ahora ha decidido mover su tienda de campa?a a Cibeles. Carrera admite que la convivencia con un centenar de personas era muy dif¨ªcil, y justifica la nueva ubicaci¨®n: ¡°Cuando lleg¨® el nuevo gobierno al Ayuntamiento quisimos trasladar una parte del campamento a Cibeles para darles la bienvenida y presionarlos para que nos den soluciones, sin olvidarnos de seguir pidiendo lo mismo al Gobierno central¡±.
Este cambio se dio hace un mes y el nuevo campamento cercano a la Cibeles ya tiene una cocina con bombonas de gas y una peque?a estufa. ¡°Los platos de la cena de anoche est¨¢n sin lavar¡±, dice Mar¨ªa, que se levant¨® a las 11.00 y ahora est¨¢ recibiendo a la gente que se acerca al campamento para pedir informaci¨®n o donar comida o dinero. ¡°Tenemos una tesorera que administra todo el dinero que nos van dando¡±, cuenta Andr¨¦s, quien admite que sus platos favoritos en el campamento son el pescado frito y el pollo con arroz.
En un d¨ªa normal dicen que pueden recaudar entre 20 y 50 euros, aunque en las fechas especiales como el Orgullo recaudaron casi 2.000 euros, admiten. Las reglas son simples: cada grupo tiene asignada una entrada al Paseo del Prado en donde pararse a pedir dinero a los turistas. ¡°El sem¨¢foro frente a Neptuno es uno de los mejores sitios para pedir, porque por all¨ª pasan los turistas que van al Museo del Prado¡±, reconoce Manuel.
Los acampados en Cibeles, que mantienen su protesta desde hace m¨¢s de 100 d¨ªas, muestran su indignaci¨®n con quienes permanecen en el paseo del Prado porque ¡°quisieron adue?arse del campamento¡±. Comenzaron las luchas por el territorio y ah¨ª, reconocen, se acab¨® el activismo pol¨ªtico y empezaron las rupturas. En el campamento reciben a todo el mundo, por lo que no tienen un filtro para escoger qui¨¦n puede formar parte de la protesta y qui¨¦n no.
Dentro del campamento tambi¨¦n hay clases, no todos son sin techo. Jos¨¦, de 30 a?os, lleg¨® hace ocho meses a Madrid desde Venezuela y lleva un mes en el campamento. ¡°Estoy en un proceso de asilo y en un programa de acogida, pero no hay plaza para m¨ª¡±, cuenta este polit¨®logo que en su pa¨ªs trabajaba como investigador ambiental. "Yo prefiero estar un tiempo viviendo en la calle que volver a mi pa¨ªs donde no puedo desarrollar mi carrera". Su sue?o es poder seguir investigando sobre el cambio clim¨¢tico.
El grupo de Cibeles pidi¨® una reuni¨®n con el Ayuntamiento para pedirles, entre otras cosas, un ba?o p¨²blico abierto las 24 horas, un abono de transporte social para personas sin hogar y atenci¨®n del Samur Social para todos. El Ayuntamiento sostiene que el Samur Social ya ha atendido a quien ten¨ªa que hacerlo. El conflicto acab¨® con la detenci¨®n del portavoz, pero solo temporalmente. Almeida tiene un conflicto a las puertas de su despacho, que no ha hecho m¨¢s que comenzar.
CASI 2.800 PERSONAS SIN HOGAR EN MADRID
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.