Destilado de verano sin m¨®vil
A 'Verano azul' s¨®lo le falta oler de 'aftersun' y aborda debates sociales de los ochenta
Los padres charlando y leyendo el peri¨®dico en la sombra y t¨² en el agua hasta salir arrugado como una pasa. Los helados. Los brazos llenos de calcoman¨ªas. Las cangrejeras. Las camisetas, shorts y vestidos vintage. Ir todo el d¨ªa en ba?ador. Las bicis. Los Citro?n Mehari o Dyane 6. Estar en la calle haciendo nada y todo. El quiosco de chuches. Re¨ªrse imitando a los padres. Que ir a cazar ranas fuera un planazo. El horror de los d¨ªas de lluvia. La pandilla. Y la m¨ªtica sinton¨ªa que hemos silbado millones de veces.
Verano azul es un destilado de verano, solo le falta oler a aftersun. El verano que viven en 1981 una singular pandilla formada por siete chavales y dos adultos en un pueblo de costa. Leo de los que saben de tele que la serie es aburrida, lenta, que desprende moralina. Vale que no tiene el fren¨¦tico montaje de las ficciones actuales, pero discrepo de lo del ritmo: ha pasado el test de mi hija de nueve a?os, de la generaci¨®n de los que no han jugado en la calle y viven pegados a pantallas conectadas a internet.
Que levante la mano si hay alguna lectora nacida entre 1970 y 1990 que no tiene grabado en el cerebro el cap¨ªtulo en el que Bea tiene la primera regla
Se ha enganchado a las historias de Tito (el m¨¢s peque?o y ocurrente), Pira?a (entonces el gordito ¡ªahora habr¨ªa que decir un menor con sobrepeso¡ª culto y fil¨®sofo), Javi (rubio de ojos azules, pero hijo ¨²nico de un padre d¨¦spota), Quique (el personaje menos dibujado), Pancho (el noble y valiente lechero del pueblo, que vive con sus t¨ªos), Desi (la sensata amiga de la guapa, que lleva gafas y aparatos y sus padres se pelean; el mundo est¨¢ mal repartido), Bea (la guapa, que no lleva aparatos ni gafas, pero es sosa y cursi a matar), Chanquete (sabio pescador jubilado que vive en un barco rodeado de huertos) y Julia (una moderna pintora que se recupera de la muerte de su marido y su hija). Por cierto, que el otro d¨ªa me enter¨¦, buscando datos sobre la serie, que Desi y Bea son hermanas en la vida real.
Sobre la criticada moralina, no la comparto. Los di¨¢logos tienen frases que suenan ?o?as pero tambi¨¦n dejan perlas sobre la lucha de clases o la importancia de hacer las cosas con pasi¨®n. Creo que en su d¨ªa Antonio Mercero (que firm¨® tambi¨¦n La cabina o Farmacia de guardia) acert¨® abordando en una serie tan popular temas como el choque generacional, el compa?erismo, el divorcio, la religi¨®n (sin entrar mucho en el tema, la verdad), la especulaci¨®n urban¨ªstica en la costa, los residuos, el caciquismo de algunos alcaldes, la relaci¨®n entre los de pueblo y los de ciudad, el duelo¡ o la regla. Que levante la mano si hay alguna lectora ante este texto nacida entre 1970 y 1990 que no tiene grabado en el cerebro el cap¨ªtulo en el que Bea tiene la primera regla, la solemidad de las miradas de los padres y lo tronchante que es cuando se enteran los chicos de la pandilla.
Como est¨¢ mandado en las series familiares, Verano azul ten¨ªa varias tramas simult¨¢neas, para sumar audiencias. La de los m¨¢s chicos, los chavales y los adultos. Los ni?os suspir¨¢bamos pensando en tener un verano igual y descubr¨ªamos que los mayores a veces sufren o que algunos padres pueden ser unos idiotas. Como el de Javi, un gilipollas (en el diccionario de la RAE: necio, est¨²pido) de libro que solo piensa en triunfar y aparentar.
Vista 40 a?os despu¨¦s, de Verano azul sorprenden escenas que ahora no ver¨ªamos ni de co?a en una serie que retratara la actualidad de unas familias tan convencionales. Padres que en la playa no sueltan el vaso de verm¨². Que se ponen crema ?bronceadora!, la de bote marr¨®n, sin protecci¨®n. Que el padre de Javi, el gilipollas, le pegue un bofet¨®n. O que Frasco, el del bar, se l¨ªe a tiros con la escopeta contra el altavoz de la constructora que quiere echar a Chanquete y su barco para construir una urbanizaci¨®n. O que en planos de recurso de la playa salgan ni?os peque?os en cueros. Ahora no habr¨ªa ni una secuencia donde no saliera un m¨®vil.
Hace unas semanas Verano azul fue noticia porque volver¨¢ a emitirse en Netflix. Y justo hoy arranca de nuevo en La 2. En RAC1 Jordi Bast¨¦ entrevist¨® a Miguel Joven, Tito en la serie. Cont¨® que nunca les ofrecieron un remake, y que ¨¦l hizo la serie de casualidad, porque fallaron otros dos chavales. Record¨® que la revista Teleprograma hizo ¡°el spoiler m¨¢s grande de la historia¡±, cuando titul¨® a toda portada ¡°Chanquete ha muerto¡±. ¡°Solo pasando por la calle se enter¨® toda Espa?a, y aun as¨ª todo el mundo llor¨® como si le hubieran metido cebolla en los ojos¡±. Joven, que vive y viv¨ªa en Nerja, explic¨® tambi¨¦n que la barca de Chanquete se desmont¨®, pero que con motivo del 20? aniversario de la serie se hizo una r¨¦plica. La serie ha marcado el pueblo malague?o: todos los personajes tienen una calle en el pueblo y Antonio Mercero, una avenida.
'Verano azul' y su contexto
A?o de estreno y origen. 1981. TVE, cuando solo ten¨ªa dos canales. Serie familiar de Antonio Mercero sobre el verano de un grupo de amigos. Se rod¨® en Nerja y tiene 19 cap¨ªtulos de una hora.
Actores protagonistas. Siete chavales de entre 8 y 17 a?os y los adultos Chanquete (Antonio Ferrandis) y Julia (Maria Garral¨®n).
Edad que ten¨ªas cuando la mirabas y con qui¨¦n. No recuerdo la edad pero fue en alguna de la docena de reposiciones y en casa de mis primos, yo no ten¨ªa tele.
La mejor escena que recuerdas. La de la primera regla de Bea.
Qu¨¦ serie est¨¢s mirando ahora. Ninguna.
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