Biodiversidad periurbana
Una muestra en el Museo Nacional de Ciencias Naturales pone en valor las especies que conviven en la periferia de las ciudades
El artista Eduardo Cortils (San Pedro del Pinatar, 1963) se encontraba en un ¨¢rea periurbana de la regi¨®n de Murcia trabajando con un peque?o observatorio de avistamiento de especies cuando un vecino se acerc¨®. ¡°Aqu¨ª no vas a ver nada¡±, le indic¨® el lugare?o. ¡°?Cree usted que no? P¨¢rese media hora y compru¨¦belo por s¨ª mismo¡±, le invit¨® el artista murciano. En efecto, aquel paisaje urbanizado escond¨ªa una biodiversidad desconocida para los propios habitantes de la zona. ¡°En otra finca en la que trabaj¨¦, me pasaron un listado con cuatro especies aut¨®ctonas porque no cre¨ªan que hubiese m¨¢s, despu¨¦s de un a?o les proporcion¨¦ un censo con m¨¢s de 80¡±, cuenta Cortils. ¡°Creemos que no hay nada porque no sabemos mirar, pero si lo hacemos concienzudamente podemos descubrir lo que de verdad nos rodea¡±, a?ade.
Cortils llev¨® esta intervenci¨®n art¨ªstica y contextual a diferentes regiones perif¨¦ricas de la pen¨ªnsula durante siete a?os, el resultado: el proyecto Antropoceno, Arte y Biodiversidad en Escenarios Periurbanos, que puede verse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (calle Jos¨¦ Guti¨¦rrez Abascal, 2) hasta el 20 de octubre (entradas desde 3,5 euros). Antropoceno o Edad de los humanos, es la ¨¦poca geol¨®gica propuesta por parte de la comunidad cient¨ªfica para remplazar al denominado Holoceno ¡ªla ¨¦poca actual del per¨ªodo Cuaternario en la historia terrestre¡ª debido al impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres.
Especies aut¨®ctonas
En la muestra se exhiben m¨¢s de 40 fotograf¨ªas de especies aut¨®ctonas de lugares transformados por la mano del hombre. Algunos de estos animales, expulsados de estos parajes, regresan a pesar de los cambios. ¡°Es incre¨ªble ver c¨®mo vuelven a lugares que jam¨¢s nos imaginar¨ªamos, como por ejemplo el Alcarav¨¢n, un tipo de ave que hace sus nidos en una rotonda de acceso a autov¨ªa¡±, cuenta el artista, ¡°son las propias especies las que renaturalizan estos espacios instrumentalizados para la habitabilidad humana¡±.
Para llevar a cabo este proyecto, Cortils baraj¨® diferentes medios art¨ªsticos y escogi¨® la fotograf¨ªa por su faceta documental, aunque no sin dejar de lado el aspecto m¨¢s experimental que caracteriza su trabajo como artista contempor¨¢neo. ¡°Me interesaba llamar la atenci¨®n de la gente, que se preguntasen qu¨¦ hace ese loco con esa caja grande ah¨ª parado, y despu¨¦s concienciarles de la biodiversidad que les rodea y su valor medioambiental¡±, explica. As¨ª, decidi¨® realizar una serie de intervenciones contextuales, creando observatorios que no buscaban camuflarse entre el paisaje. ¡°No quer¨ªa camuflarme y realizar el t¨ªpico trabajo medioambiental¡±, cuenta el artista que se inspir¨® en proyectos anteriores. ¡°Ven¨ªa de hacer un trabajo, tambi¨¦n en la periferia con personas transg¨¦nero donde la visibilidad es muy importante, y decid¨ª implantar esa visualidad social en Antropoceno, sin molestar a las especies de estos lugares¡±, a?ade.
Los observatorios de Cortils se ven a metros de distancia y est¨¢n dise?ados bajo la t¨¦cnica de patrones disruptivos, inspirados en el cubismo y utilizados por la armada brit¨¢nica en sus embarcaciones durante la I Guerra Mundial con el objetivo de confundir las distancias tomadas por los tel¨¦metros de los submarinos alemanes. ¡°Fue un encargo que se hizo a artistas de la ¨¦poca y eran pinturas muy llamativas¡±, matiza el autor del proyecto, ¡°con ellas consegu¨ªa que la gente viera que en ese campo instrumentalizado estaba ocurriendo algo nuevo, ese algo nuevo no era ni m¨¢s ni menos que una persona que, mediante el arte, estaba poniendo en valor la biodiversidad que nos rodea y que no est¨¢ en absoluto atendida ni protegida¡±.
Urbanismo salvaje
Uno de estos aparatos ¡°polis¨¦micos¡± se exhibe junto a las fotograf¨ªas y otros documentos sobre el ¡°urbanismo salvaje¡± que Cortils ha constatado durante este tiempo. ¡°Estaba documentando y divulgando la grandeza de la biodiversidad que se adapta a los nuevos paisajes periurbanos, y la vez era inevitable documentar la barbaridad que se est¨¢ cometiendo con la especulaci¨®n salvaje del suelo en zonas rurales, que no es m¨¢s que una reproducci¨®n de la vida urbana con el consiguiente impacto para la fauna y flora. Otro gran problema son los tendidos el¨¦ctricos de alta tensi¨®n responsables de la muerte de tantas especies aviares¡±, a?ade.
El artista murciano lleva tres d¨¦cadas dedicado a proyectos de largo desarrollo. Como cuenta, ¡°las dos primeras las emple¨¦ en realizar un arte que podr¨ªa llamar una ecolog¨ªa mental, de corte intimista, sobre el ¨¢lbum de fotos de mi abuelo de su estancia entre 1920 y 1940 en ?frica; y otro de ecolog¨ªa social, con proyectos de g¨¦nero y feminismo; y en esta ¨²ltima, un proyecto de corte ambiental, sobre escenarios periurbanos y biodiversidad¡±.
Aunque no se considera un experto, Cortils cree que ¡°el problema ambiental que nos amenaza es principalmente cultural y est¨¢ relacionado con nuestra forma de entender el mundo y nuestra err¨®nea forma de relacionarnos con ¨¦l¡±. ¡°Si como sociedad supi¨¦semos poner en orden esas tres ecolog¨ªas (la mental, la social y la ambiental), muy posiblemente nada de toda esta crisis clim¨¢tica nos estar¨ªa sucediendo¡±, concluye.?
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