La mujer que sacudi¨® Torrelodones vuelve a casa
Elena Biurrun deja la pol¨ªtica tras ocho a?os como alcaldesa. El partido que fund¨® revalid¨® la mayor¨ªa absoluta
La ma?ana del lunes 17 de junio, la hasta entonces alcaldesa de Torrelodones acudi¨® a la oficina de empleo. Hab¨ªan pasado dos d¨ªas desde que se constituyeran los ayuntamientos de toda Espa?a, conforme a los resultados de las ¨²ltimas elecciones municipales. All¨ª gobernar¨ªa el partido que ella hab¨ªa fundado, Vecinos por Torrelodones, por tercera vez consecutiva. Pero Elena Biurrun (Madrid, 1974), cuyo compromiso estaba acotado a un m¨¢ximo de dos legislaturas, ya no era la candidata. ¡°Se acab¨®, y no me da pena. Me hac¨ªa falta cambiar de vida¡±, cuenta, tras ocho a?os en la alcald¨ªa. Est¨¢ sentada en una cafeter¨ªa, en pleno coraz¨®n de ese pueblo al que llama Torre. Cuando el camarero deja sobre la mesa una tetera y una bolsa de t¨¦, Biurrun prepara la infusi¨®n en un acto reflejo. Aunque el t¨¦ ni siquiera sea para ella.
¡°Soy hiperactiva, en el buen sentido de la palabra. Me paso el d¨ªa perge?ando cosas. Yo ven¨ªa del sector privado, y de la pol¨ªtica a¨²n me sorprenden los tiempos de la burocracia. Cuando alguien me pregunta por la vida municipal, le digo que empiece desde el primer minuto¡±, comenta.?
Biurrun est¨¢ licenciada en Derecho ¡ªla carrera mayoritaria entre los diputados del Parlamento, seg¨²n el CIS¡ª, pero el paso por la vida p¨²blica fue casual. Llevaba solo unos a?os en Torrelodones cuando, en 2005, una alcantarilla revent¨® junto a su casa y pas¨® meses vertiendo aguas fecales sobre un arroyo. Al llegar al Ayuntamiento, en manos del PP, encontr¨® un cord¨®n rojo, flanqueado por dos guardas de seguridad, que custodiaban el despacho del alcalde. Aquello le dio para fundar una asociaci¨®n. ¡°Porque a m¨ª me menospreciaron, y no me qued¨¦ quieta, s¨¦ que hay que escuchar a los ciudadanos¡±, sentencia.
M¨¢s tarde, Biurrun descubri¨® que el Consistorio pretend¨ªa recalificar suelo protegido y levantar, sobre ¨¦l, un campo de golf, un centro comercial y unas 1.530 viviendas. ¡°Era una ¨¦poca de descaro, en la que actuaban sin pudor. Ve¨ªan lo p¨²blico como un cortijo. Y no solo aquello era ilegal, sino que los vecinos no quer¨ªamos crecer m¨¢s¡±, anota, acerca de un municipio en el que hoy est¨¢n empadronadas unas 23.360 personas. En 2007, Vecinos se convirti¨® en un partido pol¨ªtico y Biurrun, en la portavoz de la oposici¨®n en el Ayuntamiento. En 2011, mientras en la Puerta del Sol se entonaba el ¡°no nos representan¡±, el grupo logr¨® los apoyos para gobernar en minor¨ªa.
La reci¨¦n proclamada alcaldesa prescindi¨® de personal pol¨ªtico en el Ayuntamiento, renunci¨® al coche oficial, recort¨® su salario y borr¨® otras partidas heredadas de la corporaci¨®n anterior ¡ªcomo una alfombra que, desde el suelo del Consistorio, acarreaba gastos de cientos de euros al a?o, en concepto de limpieza y mantenimiento¡ª. Se pon¨ªa fin a 24 a?os consecutivos de gobiernos populares en el pueblo.
Cuatro a?os despu¨¦s, cuando las mareas ciudadanas llegaban a diferentes alcald¨ªas de toda Espa?a, Biurrun ganaba las elecciones con mayor¨ªa absoluta. El municipio accedi¨® a compartir sus buenas pr¨¢cticas con otros ayuntamientos, en el marco de la auton¨®mica Red de Municipios del Cambio, aunque no quiso muchas m¨¢s fotograf¨ªas. ¡°Siempre apoyar¨¦ que los vecinos desembarquen en las instituciones. Pero a veces, estos se convierten en franquicias de otros partidos m¨¢s grandes¡±, comenta. Ella lleg¨® a echar por tierra intereses millonarios, cuando se declar¨® inviable aquella recalificaci¨®n que inspir¨®, en parte, su periplo por las instituciones.
Pero nada de llamarlo izquierda, reitera Biurrun: ¡°?ramos gente de todos los colores y nos un¨ªa lo local. Se iba a cometer una tropel¨ªa, actuamos y ganamos a unos tipos que, al final, resultaron muy peque?os. No hay enemigos invencibles, pero la casta y el sistema son relatos de los que se vive bien¡±, opina. Vecinos no concurre a las elecciones generales ¡ªque all¨ª gan¨®, este 2019, Ciudadanos¡ª ni a las auton¨®micas o las europeas ¡ªen las que el PP ha obtenido el liderazgo¡ª. El pueblo se encuentra entre los diez municipios con la renta per c¨¢pita m¨¢s alta de Espa?a.
La silla
El a?o pasado, el concejal popular ?ngel Vi?as trat¨® de convencer a Biurrun para que su partido no se presentara a los ¨²ltimos comicios. El PP amagaba con denunciar una de las obras del Ayuntamiento ante el Tribunal de Cuentas. ¡°Lo que queremos es la silla en la que est¨¢s sentada¡±, reconoc¨ªa Vi?as en unas grabaciones que difundi¨® la Cadena SER. Pero ella dijo no. Al fin y al cabo, desde que comenz¨® su andadura pol¨ªtica ha hecho frente a ocho demandas y querellas. No solo de la derecha o de las promotoras; tambi¨¦n de los socialistas, que jam¨¢s han gobernado el pueblo. Todas ellas, hoy archivadas. Al poco de alcanzar la alcald¨ªa, Biurrun tambi¨¦n vio arder, en un incendio provocado, el coche de su concejal de Deportes, Carlos Beltr¨¢n.
¡°Antes llegaba el fin de semana y me quedaba pendiente del m¨®vil. Atend¨ªa las alertas de protecci¨®n civil y de la polic¨ªa. A los concejales nos tocaba recoger los partes y tomar decisiones sobre los operativos¡±, comenta Biurrun. Cuando alg¨²n torresano le planteaba sus reivindicaciones al encontrarla de casualidad, ya fuera en la compra o tomando un vino, esta tomaba nota para que alguien del Consistorio hiciera la llamada que fuera al d¨ªa siguiente. ¡°Creo que nunca ca¨ª en los mismos vicios que los pol¨ªticos tradicionales. Pero s¨ª he perdido, un poco, mi disposici¨®n a escuchar las cr¨ªticas. No es la misma con la que entr¨¦ en el Ayuntamiento. Tambi¨¦n por eso me voy¡±. Alg¨²n vecino le ha llegado a escribir a su tel¨¦fono personal, a pesar de no guardar ning¨²n trato con ella, para plantearle sus quejas.
Nuevo liderazgo
Ya bajo el liderazgo de Alfredo Garc¨ªa-Plata, el ¨²nico miembro de Vecinos que quiso tomar el relevo de Biurrun, el partido conserva m¨¢s de la mitad de los ediles en la c¨¢mara. Aunque el grupo ha obtenido un concejal menos que hace cuatro a?os. ¡°Nada m¨¢s ganar, atendimos los barrios que vimos m¨¢s descuidados. Quiz¨¢ no mantuvimos ese ritmo despu¨¦s¡±, reflexiona ella. Y agrega: ¡°Cuando llegamos, todo estaba pensado para el coche. No pod¨ªamos caminar hasta el centro de salud o el colegio. Eso ha cambiado¡±. En lugar de aquel cord¨®n rojo, a las puertas de la c¨¢mara municipal se encuentra hoy el servicio de atenci¨®n al vecino; un ¨®rgano que trata de resolver las incidencias del d¨ªa a d¨ªa la misma ma?ana en la que estas se plantean.
Tambi¨¦n ese alcantarillado que trajo de cabeza a Biurrun en sus tiempos de ciudadana an¨®nima. Ahora, el Ayuntamiento de Torrelodones forma parte del accionariado del Canal de Isabel II. As¨ª se asegura que la empresa p¨²blica no vuelve a olvidarse del pueblo. ¡°Viv¨ªamos en un lugar en el que uno no sab¨ªa qu¨¦ ocurrir¨ªa en el cuarto de ba?o al tirar de la cadena¡±, recuerda la antigua alcaldesa. Y menos mal, porque en su casa, en ocasiones, no cabe un alfiler. A los dos hijos que ella tuvo de una relaci¨®n anterior ¡ªy que lleg¨® a trasladar a un colegio de Las Rozas, ante algunos de los ataques recibidos¡ª se han sumado otros tres: los que aporta su actual marido, Santiago Fern¨¢ndez, a quien conoci¨® en esta candidatura y que, durante a?os, trabaj¨® para ella como concejal de Urbanismo. Lo que no se llevar¨¢ Biurrun ser¨¢n grandes prestaciones del paro. Porque ya ha encontrado trabajo; ser¨¢ la directora adjunta de una peque?a empresa de comida ecol¨®gica. Se incorpora a finales de agosto.
Biurrun deja una situaci¨®n estable para el partido que contribuy¨® a fundar. Vecinos por Torrelodones logr¨® el 43,69% de los votos en mayo, muy por encima del segundo, el antes mayoritario PP, que se qued¨® en un 17,34%. Vecinos sum¨® 11 concejales por 4 del PP, 3 de Vox, 2 de Ciudadanos y uno del PSOE. Ninguno de los partidos cl¨¢sicos les puede hacer sombra en estos momentos.
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