Uvas convertidas en cenizas
El incendio forestal de Cadalso de los Vidrios y Cenicientos del pasado 28 de junio da?¨® una de las principales zonas vin¨ªcolas de la regi¨®n, cuyos due?os temen que los caldos pierdan su prestigio emergente
Las pisadas levantan el holl¨ªn de la tierra. Un manto negro cubre una inmensa superficie forestal. En un lado, troncos calcinados de lo que hace un mes y medio fueron olivos de gran porte. Al otro, m¨ªseros tocones de vides que ten¨ªan decenas de a?os. De fondo, el silencio y una ausencia total de animales. Se levanta una ligera brisa, que arrastra aun el olor a quemado, a destrucci¨®n y a un campo que amenaza ruina. Esa es la fotograf¨ªa que queda del mayor incendio forestal registrado en la regi¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Las llamas han acabado con una zona vin¨ªcola en auge y que ya hab¨ªa conseguido un renombre en el panorama internacional. Gran parte de esos vi?edos han quedado destrozados o, cuando menos, afectados por el humo y las cenizas. La incertidumbre se cierne sobre este enorme terreno.
El 28 de junio comenz¨® un fuego en el municipio toledano de Almorox que en cuesti¨®n de horas lleg¨® hasta la Comunidad de Madrid, en concreto a los municipios de Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Rozas de Puerto Real. En total, 3.300 hect¨¢reas calcinadas durante tres d¨ªas, en los que las llamas se vieron favorecidas por las altas temperaturas, la ausencia de humedad y el fuerte viento reinante en la zona.
Esos son los datos del fuego, pero detr¨¢s de la tragedia medioambiental se esconden los problemas de decenas y decenas de vecinos de estas zonas. Dentro de estas tierras, est¨¢ una subzona de la denominaci¨®n de origen Vinos de Madrid. Se caracteriza por tener las variedades de la garnacha para el tinto y el albillo real para el blanco. Esta ¨²ltima es aut¨®ctona de Madrid y una de las m¨¢s apreciadas por los productores. El incendio ha dado al traste con gran parte de la cosecha de este a?o.
El fuego ha arrasado algunos cultivos enteros, como los de la bodega Aumesquet. Esta peque?a empresa ten¨ªa una hect¨¢rea en la zona de las Mariscalas (al sur de Cadalso) que se ha convertido en cenizas. Sacaban unos 10.000 litros (unas 13.000 botellas) por cosecha. Su due?o, el en¨®logo Antonio Aumesquet, recuerda el d¨ªa del incendio y cree que pudo haber negligencia en su extinci¨®n. ¡°Vi el humo hacia las dos y media de la tarde desde mi bodega y pens¨¦ que enseguida llegar¨ªan los helic¨®pteros y los hidroaviones como en otras ocasiones. La verdad es que no sobrevolaron la zona hasta las 19.15. ?Por qu¨¦ se tard¨® tanto, si se habr¨ªa podido controlar en poco tiempo?¡±, se pregunta el bodeguero. Las llamas tambi¨¦n afectaron a los olivos con los que elabora aceite puro.
El fuego subi¨® con rapidez por las laderas de las pe?as de Cadalso y Cenicientos. A su paso, arras¨® aquellos vi?edos que ten¨ªan al lado ¨¢rboles de gran porte o cuyos linderos no se hab¨ªan limpiado. El viento, de color rojo por las chispas que transportaba, propag¨® el incendio a lo largo de kil¨®metros, arrasando todo lo que encontraba a su paso. Los olivos ardieron por dentro y ya son irrecuperables. Otros vi?edos, m¨¢s afortunados, se salvaron gracias a que el incendio solo quem¨® las vides situadas en los extremos de las parcelas. El resto de las plantas se libr¨®.
Este ¨²ltimo caso es lo que le ocurri¨® a la bodega Comando G, una de las punteras de Cadalso. La parcela estrella de su garnacha se encontraba en la terraza de una ladera, lo que impidi¨® que las llamas se adentraran a la joya de la corona. Con estas uvas se elabora el vino La Bruja de Rozas, que el a?o pasado se situ¨® entre los 10 mejores vinos de Espa?a. Pero no todo son buenas noticias.
De entrada, la cosecha ya no iba a ser de las mejores por la sequ¨ªa de este a?o. A ello se unen las consecuencias del incendio. ¡°El fuego hizo que subieran mucho las temperaturas, por lo que la vid ha sufrido mucho estr¨¦s. Pero tambi¨¦n tenemos que ver c¨®mo ha afectado el humo y las cenizas al sabor que tiene la uva¡±, describe Ram¨®n Esteve, de Comando G. Esta bodega fue creada en 2008 y da trabajo en estas fechas a medio centenar de personas.
Esteve tambi¨¦n se queja de la dejadez de los responsables de Medio Ambiente. ¡°Pedimos poder desbrozar y limpiar las parcelas que estaban al lado de las nuestras y no nos dejaron. Dijeron que era masa forestal y que no se le pod¨ªa meter mano. Si nos hubieran dejado, habr¨ªamos hecho un cortafuegos que habr¨ªa impedido el avance de las llamas¡±, critica. Su bodega ha perdido seis zonas de producci¨®n por el fuego.
Lo que tienen claro los bodegueros es que, aparte de haber menos vino, el que salga ser¨¢ de menor calidad. Dudan incluso que se pueda embotellar. No creen que les den ni para el tinto b¨¢sico. El problema a?adido es que los animales aut¨®ctonos, como conejos y p¨¢jaros, se han quedado sin alimentos y acuden a los vi?edos a comerse las uvas. ¡°En algunas plantaciones hemos perdido hasta 250 kilos. Ahora hay una superpoblaci¨®n de conejos, a lo que se a?ade tambi¨¦n el jabal¨ª¡±, describe Pedro Moreno, de Cuatro Monos. Esta bodega se cre¨® en 2010 por cuatro amigos de la zona que explotaron los vi?edos de amigos y familiares hasta hacerse un nombre en la comarca. Un total de 13 explotaciones se han visto afectadas o arrasadas por el incendio. ¡°Los olivos han tirado directamente los frutos, por lo que tampoco habr¨¢ cosecha este a?o¡±, a?ade Moreno. En esta zona se cultivan las variedades arnal, manzanilla y cornicabra.
Pero los problemas no terminaron solo con el fuego, seg¨²n se lamentan los productores consultados. La zona de Cadalso y Cenicientos tiene un clima casi ¨²nico, que es el que permite que hagan unos caldos especiales. Durante el invierno, la densa vegetaci¨®n y la configuraci¨®n orogr¨¢fica causan nieblas, lo que genera humedad y una temperatura que impide las heladas invernales. Ahora, al no existir vegetaci¨®n que retenga esas nubes bajas, resulta casi imposible que haya nieblas.
Las uvas tambi¨¦n absorben los olores de las plantas arom¨¢ticas que tienen al lado, como jaras o romeros, por lo que perder¨¢n los aromas caracter¨ªsticos. A ello se une que las vides han quedado o muy da?adas o completamente destrozadas. Algunas son especies que fueron plantadas hace 70 a?os, con lo que ya ten¨ªan mucha solera. Las plantas utilizadas para elaborar Mujer Ca?¨®n, uno de los m¨¢s reputados de Comando G, tienen 86 a?os, seg¨²n Esteve. Al replantar las nuevas, se tarda un m¨ªnimo de tres a?os hasta que empiecen a dar frutos. Su madurez llega con unos diez a?os, aunque algunos expertos aumentan este periodo hasta los 20 o 30 a?os. ¡°En algunos casos, las hemos podado y las hemos regado para ver si rebrotan y podemos salvarlas. Tenemos esperanza de que salgan adelante¡±, afirma Moreno. Su empresa da trabajo ahora a una veintena de personas.
El suelo de Cadalso tambi¨¦n es especial. Se trata de un suelo gran¨ªtico en el que profundizan las ra¨ªces de las vides. Esto les permite tener humedad constante. La zona estuvo llena de explotaciones hasta mediados de los a?os noventa del siglo pasado. Los caldos de esta zona ten¨ªan una alt¨ªsima graduaci¨®n (hasta 18 grados), lo que les hac¨ªa que fueran cotizados para mezclar con vinos de otras regiones. Sin embargo, el boom inmobiliario hizo que los j¨®venes dejaran las explotaciones. ¡°Un chaval ganaba mucho m¨¢s en la construcci¨®n en esa ¨¦poca y no ten¨ªa ning¨²n riesgo si hab¨ªa una mala cosecha. Poco a poco se fueron abandonando los vi?edos porque nadie se quedaba en el campo¡±, recuerda Aumesquet. Con el nuevo siglo, los en¨®logos se interesaron por la zona, dadas sus peculiares caracter¨ªsticas.
Gran parte de la producci¨®n (en algunos casos el 70 y el 80%) se destina a la exportaci¨®n. Estados Unidos, Suecia, Noruega, Inglaterra, Australia, Chile y en menor medida China y Jap¨®n son los destinos habituales para estas bodegas, que compiten con los caldos italianos y franceses. El 30% restante se queda mayoritariamente en Madrid y alrededores.
Los bodegueros afectados han pedido al Consejo Regulador Vinos de Madrid, al Gobierno regional y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n ayudas econ¨®micas a fondo perdido para replantar los vi?edos plantados y que se mantengan los derechos de las plantas calcinadas. Tambi¨¦n piden subvenciones para construir muros de piedra, que son los que han impedido en parte la expansi¨®n del incendio, adem¨¢s de para mantener el monte limpio y los caminos rurales. ¡°Una iniciativa que tenemos en mente es realizar este a?o un vino solidario entre todas las bodegas cuyos ingresos se destinen a la reforestaci¨®n de las zonas afectadas¡±, recoge el escrito presentado por las seis bodegas afectadas.
Mientras la zona intenta recuperarse, el verde de las encinas, de los almendros y de los pinos se ha quedado convertido en enormes masas de cenizas, holl¨ªn y vestigios de lo que fue un paraje natural con especies ¨²nicas.
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