Un fuego que arras¨® todos los negocios

Durante unos 10 d¨ªas, Cadalso de los Vidrios estuvo anclado a mediados del siglo pasado. En ese tiempo se cayeron todas las conexiones a Internet, no funcionaban las ADSL y era imposible acudir a servicios b¨¢sicos como la receta electr¨®nica de las farmacias o los historiales m¨¦dicos en el ambulatorio. Los bancos tampoco ten¨ªan conexiones, por lo que Bankia tuvo que desplazar una unidad m¨®vil para atender a los clientes. ¡°Si quer¨ªas una receta, ten¨ªas que ir a San Mart¨ªn de Valdeiglesias o a Pelayos de la Presa¡±, recuerdan los vecinos de Cadalso (3.049 habitantes). Adem¨¢s, tan solo hab¨ªa cobertura de m¨®viles en la punta alta del pueblo, cerca del polideportivo.

El incendio forestal tambi¨¦n est¨¢ trayendo graves consecuencias para otros negocios que estaban vinculados con el campo. Es el caso de la casa rural Los N¨ªscalos, situados en pleno centro del municipio. Su due?o, Diego Gonz¨¢lez, la abri¨® en 2013 y consta de cuatro habitaciones. Estos meses de verano suele estar a pleno rendimiento, pero tras el fuego solo ha recibido anulaciones de reservas. ¡°Ha venido alg¨²n cliente en julio, pero se trataba sobre todo de extranjeros que no se hab¨ªan enterado de que toda la zona hab¨ªa quedado destrozada por las llamas¡±, reconoce el propietario.

Sus principales parroquianos son madrile?os que hacen escapadas de fin de semana (una o dos noches) y que mezclan el enoturismo, con el senderismo y paseos a caballo. ¡°Muchas cancelaciones se han efectuado por internet, pero otras que lo han hecho por tel¨¦fono nos han dicho que se ha debido al incendio. La gente no quiere pasear por un lugar quemado. Se habr¨¢n ido a otras zonas¡±, afirma G¨®mez. Un puente como este sol¨ªa estar al completo.

Colmenas destrozadas

El que ha perdido toda su fuente de producci¨®n ha sido Jos¨¦ Ignacio Arroyo, de 52 a?os y apicultor desde que era un ni?o. El fuego ha dejado convertidas en cenizas las 70 colmenas que ten¨ªa en el monte y que le permit¨ªan vender todos los productos relacionados con las abejas: desde miel de distintos sabores (romero, casta?o, flores y cantueso) a polen y jalea real. ¡°Cuando subimos al monte y vimos en que se hab¨ªa quedado todos, se nos cay¨® el alma a los pies. Las colmenas estaban destrozadas. Las que eran met¨¢licas estaban enteras, pero ten¨ªan todo derretido por dentro¡±, afirma con tristeza el apicultor.

El perito del seguro ya ha visto c¨®mo han quedado esas colmenas, pero de momento no han recibido ninguna indemnizaci¨®n. ¡°No creo que sea mucho dinero porque ten¨ªa un seguro bajo para no pagar mucha cuota, como hacemos casi todos¡±, admite Arroyo. Lo que no sabe cu¨¢l es ha sido el destino de los animales. ¡°Supongo que muchas abejas saldr¨ªa huyendo al ver el fuego, pero muchas otras morir¨ªan por las llamas. Es una p¨¦rdida enorme¡±, reconoce con gran tristeza.

Otro negocio que tambi¨¦n roza la ruina es el de Miguel ?ngel G¨®mez Cumplido, que explota la empresa Caracoles de Cadalso, en una parcela de tres hect¨¢reas. Toda la zona arbolada qued¨® destruida y toda la instalaci¨®n de agua y riego salt¨® por los aires. Eso s¨ª, el propietario reconoce que, pese a todo, ha tenido suerte. Como hab¨ªa mucha sequ¨ªa, decidi¨® cambiar este a?o su forma de encarar el negocio. Adelant¨® la producci¨®n con la introducci¨®n de reproductores en la segunda quincena de febrero, seg¨²n comenta en conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico. ¡°Salieron los caracolillos en forma de garbanzo y una semana antes del incendio pude sacar al mercado cinco toneladas¡±, afirma G¨®mez Cumplido.

Eso s¨ª, todos los tubos de regad¨ªo, las cuadras con el utillaje y las canalizaciones quedaron destruidas por el fuego, lo que motiv¨® que tambi¨¦n perdiera todo el agua que ten¨ªa almacenada. ¡°De momento, lo he dejado todo parado. Seguramente hasta octubre no empezar¨¦ a rehacer todo¡±, confiesa.