El eslab¨®n invisible del libro
6,7 millones de ejemplares movi¨® en 2018 Les Punxes, cl¨¢sico de la distribuci¨®n que pilotan Margrit L?mker y Oriol Serrano, galardonados ayer en La Setmana del Llibre en catal¨¤
Durante a?os, Margrit L?mker se pasaba los domingos por la ma?ana en casa a?adiendo a mano c¨®digos en los albaranes de papel de la semana, mientras Oriol Serrano, am¨¦n de estar en la oficina, manten¨ªa su pluriempleo como vendedor de la editorial Destino que a¨²n pilotaba su fundador, Josep Verg¨¦s. De ¡°1968 a 1984, ni un duro de beneficios aceptables¡±, rememoran al alim¨®n sobre los inicios de su hoy reputada empresa, Les Punxes Distribuidora, donde ahora los pedidos de libros ¡°van directos de la tableta de nuestros representantes a pie de librer¨ªa al almac¨¦n y as¨ª garantizamos su llegada en 24 ¨® 48 horas¡±. Saben que su labor, invisible para el comprador de libros, consum no tiene el glamour de la de los escritores o los editores, incluso de alg¨²n librero, aunque ¡°es muy gratificante lo que aprendemos con los editores y la satisfacci¨®n de transmitir su labor y fe en un t¨ªtulo¡±, pero son un eslab¨®n esencial en la cadena del libro, lo que tras 51 a?os de innovaci¨®n y compromiso en su caso es lo que ayer les reconoci¨® la 37? La Setmana del Llibre en Catal¨¤, otorg¨¢ndoles el 23? premio Traject¨°ria.
Acantilado, Anagrama, Adesiara, Club Editor, Galaxia Gutenberg, Edicions de 1984, Marcial Pons, Pretextos o Siruela son algunos de los m¨¢s de 120 sellos (peque?os y medianos, mayormente literarios), que conf¨ªan su labor de distribuci¨®n y comercializaci¨®n en una Les Punxes que tuvo un origen a caballo entre el azar, la fe y la constancia. La piedra angular, un joven Serrano (Barcelona, 1941), representante de libros de Vergara ya con 16 a?os que pas¨® a vendedor free-lance y con el tiempo se cruz¨® con que Josep Ferr¨¦, due?o de la librer¨ªa Les Punxes (estaba en el edificio de Puig i Cadafalch), ten¨ªa que organizar la distribuci¨®n en Espa?a de la mexicana Siglo XXI. Se embarc¨® con ellos en crear una empresa y arrastr¨® consigo a su amigo Felip Palma, viajante de ¡°metacrilatos y piezas de coches, pero le encantaba leer; al principio, costaban m¨¢s los viajes que lo que ganaba en comisiones¡±, recuerda L?mker, su esposa. Eran tambi¨¦n los tiempos del florecimiento de nuevos sellos universitarios y de izquierdas, nacidos a rebufo de la Ley Fraga de 1966 o de los ecos del bullicioso mayo de 1968. En cualquier caso, con los a?os, y tras la marcha de Siglo XXI y Ferr¨¦ y la prematura muerte de Palma (en 1982), L?mker (Bremen, 1943) hered¨® sus acciones y Serrano y ella se quedaron con el 50% cada uno. Y as¨ª, desde entonces.
Les Punxes es fiel reflejo del vuelco que ha dado la distribuci¨®n de libros este medio siglo: lleg¨® a tener 11 delegaciones por toda Espa?a; ahora, ninguna: oficinas aparte, disponen solo de un modern¨ªsimo almac¨¦n de siete mil metros cuadrados en Sant Feliu de Llobregat. ¡°Los sueldos y los alquileres eran relativamente baratos; lo complicado, largo y caro era el transporte¡ Hoy es justo al rev¨¦s¡±, recuerdan, junto a un mayo de finales de los a?os 70, cuando ¡°hubo una facturaci¨®n negativa, de algo m¨¢s de siete mil pesetas¡±. Fue de los momentos m¨¢s cr¨ªticos, como cuando a mediados de los 80 la facturaci¨®n cay¨® a la mitad por ¡°problemas con un par de editoriales¡±. Las cosas empezaron a asentarse cuando entr¨® en su cartera de clientes Tusquets (1976), que les proporcion¨® algunos de los libros m¨¢s vendidos, como Relato de un n¨¢ufrago, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez; La amante, de Marguerite Duras, y varios t¨ªtulos de Milan Kundera y Luis Sep¨²lveda. La inteligencia emocional, de Daniel Goleman, y El mundo de Sof¨ªa, de Jostein Gaarder, completar¨ªan un podio que en catal¨¢n recaer¨ªa en las obras de Josep Maria Espin¨¤s, Albert S¨¢nchez Pi?ol, Merc¨¨ Rodoreda y, ahora, en Canto jo i la muntanya balla, de Irene Sol¨¤.
Es m¨¢s cara la devoluci¨®n de un ejemplar que su lanzamiento
Reivindican L?mker y Serrano la figura del distribuidor, vista por algunos como el m¨¢s beneficiado del sector por llevarse inicialmente el 55% del precio de venta al p¨²blico de un libro. ¡°Descontada la parte del librero, nos queda mayormente menos del 15%; en verdad, hacemos una inversi¨®n notable: si no hay una venta real, perdemos dinero; si un librero no paga, nosotros respondemos: hist¨®ricamente hemos ayudado hasta el ¨²ltimo aliento a muchos de ellos, que luego, m¨¢s de una vez, nos han dejado en la estacada¡±, dice sin dar nombres Serrano. Tambi¨¦n tiene una explicaci¨®n para esos descuentos mayores que se aplican a grandes superficies y cadenas de librer¨ªas y que no se hacen a las peque?as. ¡°Los m¨¢s grandes siempre aprietan¡ En realidad, sufrimos una pinza: esas librer¨ªas piden mucho descuento y les dices que no, pero editores y escritores quieren estar ah¨ª y te aprietan; en el fondo, nosotros somos comerciantes, tambi¨¦n¡±, se defiende el distribuidor. A pesar de esa afirmaci¨®n, aunque pocos lo saben, su amor por el mundo del libro les llev¨® a invertir, a nivel personal, en la aventura de la creaci¨®n de la librer¨ªa La Central, en 1996.
Mueve Les Punxes hoy unas 60 novedades semanales, en el marco de 6,7 millones de ejemplares al a?o (2018), que distribuyen a unos dos mil puntos de venta entre clientes y subdistribuidores. Para ello, cuenta con una plantilla de 80 personas. No es gratuito: ¡°Tenemos tres turnos de trabajo para completar las 24 horas, forzados mayormente por la devoluci¨®n de los libros no vendidos, que es el gran problema del sector, con cifras superiores al 30%... Es m¨¢s caro la devoluci¨®n que el lanzamiento del libro porque retornan uno a uno, algunos llegan defectuosos¡¡±, enumera L?mker. De las cifras del a?o pasado, 1,2 millones eran libros devueltos.
Amazon es, para editor y distribuidor, el primer cliente; con sus pros y contras
No es el ¨²nico de los problemas de un sector que, por ahora, parece haber pasado de puntillas por el proceso de concentraci¨®n del resto del mundo del libro: el Gremio de Distribuidores de Publicaciones de Catalu?a cuenta con 22 empresas y la patronal espa?ola, FANDE, con m¨¢s de 150. ¡°En Europa hay muchas menos; deber¨ªa haber fusiones¡ Nosotros mismos lo intentamos hace unos a?os, pero no lo conseguimos; la venta del libro en general no aumenta y cada vez hay menos librer¨ªas y puntos de venta y eso es malo para los distribuidores¡±, argumenta L?mker, que coincide con Serrano en que el proceso ser¨¢, tarde o temprano, inevitable: ¡°Las grandes se har¨¢n m¨¢s grandes y peque?as y medianas ir¨¢n uni¨¦ndose¡±.
Ayuda a esa predicci¨®n la estrategia de grandes grupos como Planeta o Penguin Random House Grupo Editorial (PRHGE), que con su pol¨ªtica de adquisiciones distribuyen m¨¢s sellos y ofrecen sus servicios incluso a editores independientes. Les Punxes ha sufrido al menos dos veces esa pr¨¢ctica: perdieron a Tusquets (2012) cuando pas¨® al grupo Planeta (que el azar compens¨®, un a?o despu¨¦s, con la llegada de Anagrama tras el hundimiento de Enlaces Editoriales) y ahora ocurrir¨¢ con La Campana, que en julio fue adquirida por PRHGE. Luego, claro, est¨¢ Amazon, factor que Serrano zanja raudo: ¡°Es el primer cliente de editores y distribuidores, con sus pros y contras; por lo dem¨¢s, el gran adversario son las formas de ocio fruto de las nuevas tecnolog¨ªas¡±. Por ello sostienen que ¡°no podemos liderar el cambio, por lo que la ¨²nica opci¨®n es ser ¨¢giles y d¨²ctiles ante las mutaciones que ir¨¢ viviendo el mundo del papel¡±.
En esa l¨ªnea, a las puertas de una jubilaci¨®n que hoy cumplen de aquella manera (ella s¨®lo va a reuniones; ¨¦l a¨²n acude por las ma?anas), decidieron cambiar hace unos a?os de estrategia y est¨¢n traspasando lentamente sus acciones a sus responsables de log¨ªstica, administraci¨®n y comercial, proceso que garantizar¨¢ ¡°que el negocio siga con la misma filosof¨ªa, acogiendo proyectos de editores que saben lo que quieren y no tiran tiros al aire, que no compitan en exceso con los que ya est¨¢n con nosotros y manteniendo dimensiones que nos permitan mimarles: somos artesanos, podemos hacerles trajes a medida, lo que no encontrar¨¢n en otro tipo de distribuidores¡±, desliza Serrano.
En cualquier caso, en los ¨²ltimos tiempos han ampliado el negocio distribuyendo gadgets acordes: plumas, agendas, calendarios¡ Hay que abrirse en un sector del libro del que, tras su experiencia, han ratificado algunas idiosincrasias: ¡°Las cifras de ventas suelen hincharse¡± y ¡°las ferias y Sant Jordi siempre funcionan¡±. Como las buenas distribuidoras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.