Catalu?a y el fracaso de la investidura
El error principal del presidente en funciones es dejar pasar, por inseguridad, por miedo a qu¨¦ dir¨¢ la derecha, la oportunidad que ahora se abr¨ªa
No pretendo ser original, porque es una opini¨®n muy extendida. Pero creo seriamente que el conflicto catal¨¢n ha sido determinante en el fracaso de la investidura. Pedro S¨¢nchez ha preferido afrontar los efectos de la sentencia del Tribunal Supremo con un gobierno en funciones que con un gobierno de coalici¨®n con Unidas Podemos, el ¨²nico grupo que ha dado reconocimiento al independentismo en busca de espacios pol¨ªticos para el acuerdo. Y, si es as¨ª, es una mala noticia por lo menos por tres razones: porque demuestra el error permanente en el an¨¢lisis de la realidad catalana, porque confirma que el PSOE no tiene un proyecto pol¨ªtico para encauzar el conflicto, y porque da?a gravemente el prestigio de la pol¨ªtica con una repetici¨®n electoral que es un sin sentido y que transmite la idea de unos dirigentes pol¨ªticos que juegan con los electores sin respeto alguno por ellos. ?Ganar una decena de esca?os da derecho a obligar a la gente a volver a votar y poner en riesgo el futuro de la izquierda en este pa¨ªs?
No tuvo el PP pol¨ªtica catalana y subrog¨® la resoluci¨®n del conflicto en los jueces, como forma de enquistarlo, a costa de sembrar las dudas sobre el rol de cada uno de los poderes. No la tiene Pedro S¨¢nchez con lo cual queda en manos de la derecha. Es la impotencia la que conduce a negar la v¨ªa reformista y a sacralizar la Constituci¨®n, convirtiendo las reglas del juego en finalidad en s¨ª mismas y negando cualquier v¨ªa pactada para una nueva etapa. Y es la impotencia la que lleva a optar por la verg¨¹enza de un fracaso de investidura antes que afrontar sin miedo un problema que tarde o temprano tendr¨¢ que tratarse pol¨ªticamente.
El independentismo se peg¨® un tortazo por un ingenuo c¨¢lculo de sus fuerzas que le llev¨® a chocar de frente con el Estado, ignorando que un Estado es un conglomerado muy fuerte articulado sobre el monopolio de la violencia leg¨ªtima. Pero el independentismo est¨¢ aqu¨ª. Y est¨¢ para quedarse. Y en un sistema democr¨¢tico es imperativo que los dem¨¢s actores encuentren la manera de relacionarse con ¨¦l y asumirlo. No basta con la apelaci¨®n al llamado imperio de la ley. La pol¨ªtica de confrontaci¨®n no lleva a ninguna parte y desgasta a todos. El PP est¨¢ en m¨ªnimos en Catalu?a, y Ciudadanos despu¨¦s del fogonazo de hace dos a?os est¨¢ ahora en desbandada. El PSC ha recuperado espacio en los ¨²ltimos meses porque ha ido entrando en territorio intermedio. El frenazo de S¨¢nchez no le ayuda.
Por eso, el error principal del presidente en funciones es dejar pasar, por inseguridad, por miedo a qu¨¦ dir¨¢ la derecha, la oportunidad que ahora se abr¨ªa. Poco a poco el independentismo va asumiendo los errores cometidos. A ritmo lento ¡ªen tiempo de espera de la decisi¨®n judicial¡ª la fantas¨ªa de la v¨ªa unilateral va declinando. Ahora ya pr¨¢cticamente es reducto de los que con la bandera del liderazgo de Puigdemont pretenden plantar cara a una Esquerra Republicana al alza, mientras el espacio exconvergente no consigue recomponer las fracturas de estos a?os. Sin duda, la sentencia tendr¨¢ un fuerte impacto emocional ¡ªsi en algo hay amplia mayor¨ªa en Catalu?a es en encontrar injustificada la situaci¨®n de los presos¡ª con la correspondiente respuesta en la calle, pero la mirada esta puesta, m¨¢s all¨¢: como entrar en una nueva etapa despu¨¦s de la protesta. El ¨¢nimo no est¨¢ para buscar m¨¢s m¨¢rtires, sino para encontrar las v¨ªas lentas de la negociaci¨®n y del trabajo pol¨ªtico e ideol¨®gico.
Pedro S¨¢nchez, al fracasar en la investidura, ha perdido la posibilidad de influir en la configuraci¨®n de esta nueva etapa y contribuir a que cuaje realmente. Si en vez de buscar v¨ªas pol¨ªticas, se regresa a la dial¨¦ctica de las amenazas seguiremos en el fango, en este estado de estancamiento que se arrastra desde octubre de 2017. No es lo mismo un d¨ªa despu¨¦s de la sentencia con expectativas de abrir una p¨¢gina nueva, que seguir con la amenaza del art¨ªculo 155 sobre el que algunos dirigentes se montan para aparentar una altura pol¨ªtica que no tienen. Se ha dicho tantas veces que da verg¨¹enza repetirlo: Catalu?a no tiene fuerza para independizarse pero si para da?ar a las instituciones espa?olas. El fracaso buscado de la investidura es un ejemplo de ello.
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