El irresistible encanto de los huevos
El festival del Delta del Ebro dedicado a las aves ofrece atractivos inesperados
Que una charla sobre huevos pudiera ser tan apasionante y divertida es algo que a pocos se les hubiera ocurrido antes de escuchar la que ofreci¨® el s¨¢bado en el Delta Birding Festival, la ya popular cita internacional de ornitolog¨ªa que se celebra hasta el domingo en el recinto de Mon Natura junto a Poble Nou del Delta. Claro que si conoc¨ªas al que la imparti¨®, el ornit¨®logo brit¨¢nico Tim Birkhead (Leeds, 1950), y hab¨ªas le¨ªdo alguno de sus libros, como Los sentidos de las aves (Capit¨¢n Swing) o Promiscuidad (Laetoli), ya pod¨ªas imaginar que la sesi¨®n adem¨¢s de un canto al huevo iba a ser entretenida. Birkhead, autor de la notable frase ¡°existe un componente sensual en los huevos¡±, es el sabio que nos ha explicado c¨®mo ve el mundo un pato, o que hay un solo p¨¢jaro al que se le acredite tener orgasmos, el macho de tejedor b¨²falo o bufalero cabecinegra ¨Cuna de las pocas especies de ave, con los avestruces, los kiwis y los patos, que posee pene, por cierto, bueno un pesudofalo; en la mayor¨ªa la c¨®pula se realiza por beso cloacal (que no vamos a detallar aqu¨ª)¨C.
El cient¨ªfico, cuya presencia es uno de los principales atractivos de esta edici¨®n del festival, la sexta, llen¨® hasta la bandera la carpa en la que hablaba de La cosa m¨¢s perfecta: el interior (y el exterior) de un huevo de ave, un tema intenso incluso en un evento que cuenta con conferencias como La reproducci¨®n y migraci¨®n de la t¨®rtola, m¨¢s all¨¢ de lo que cre¨ªamos saber o La conservaci¨®n de los loros altoandinos en Colombia a trav¨¦s de aviturismo (que no es ir a visitar a los abuelos sino los viajes para ver p¨¢jaros). Birkhead, un hombre del que hemos averiguado que su ave favorita es el silfo, un bello colibr¨ª, que es capaz de mimar la postura de solicitud de c¨®pula de la lavandera cascade?a y que posee en su colecci¨®n de objetos naturales un b¨¢culo (hueso de refuerzo del pene) de foca gris, explic¨® cosas tan fascinantes de los huevos como el porqu¨¦ de su forma y color en distintas especies. El o¨®logo mostr¨® im¨¢genes de araos --a los que ha dedicado la mayor parte de su vida-- poniendo: lo hacen erguidos, de pie y con un gran esfuerzo (sus huevos son enormes, el 12% del peso del ave) que recuerda al del parto humano; explic¨® que la hembra del reyezuelo mueve con las patas su puesta para calentarla, que los rar¨ªsimos casos de gemelos en huevo nunca sobreviven y que Livia, la esposa de Augusto incub¨® un huevo en su seno para conocer el sexo de su hijo (tendr¨ªa, le dijeron, el mismo que el del pajarito).
Entre lo m¨¢s interesante del festival, la presencia del reivindicativo y simp¨¢tico grupo feminista de amantes de las aves Lechuzas Pajareras. Uca D¨ªaz, su portavoz y fundadora, se?al¨® que han nacido para dar visibilidad a las mujeres en el sector. Record¨® el papel de las mujeres pioneras en la ornitolog¨ªa y explic¨® que algunas especies de aves no existir¨ªan ¡°si no fuera porque un grupo de se?oritas de Boston dijeron basta y detuvieron el masivo comercio de plumas para sombreros¡± (un asunto que recordar¨¢n los fans de Nicholas Ray por Wind across the Everglades). Otra Lechuza, Mar¨ªa S¨¢nchez, con camiseta del colectivo y minifalda, apunt¨® a este diario la dificultad de vestir de manera femenina con las ropas actuales que se venden para aficionados a las aves y que parecen dise?adas para miembros de grupos de operaciones especiales. Daba fe de ello alg¨²n visitante de la feria ataviado como para ir a atrapar a Bin Laden m¨¢s que para observar flamencos. Flamencos, por cierto, de los que hay muchos este a?o. Ayer mismo pas¨® una bandada al atardecer, todo rosa, y era una maravilla observarlos en vuelo. Las noches no son menos excitantes desde que sabemos que el especialista Magnus Robb coloca sus dispositivos para grabar las voces de las aves migrantes que vuelan en la oscuridad mientras dormimos, sembrando de extra?as conversaciones nuestros sue?os.
El festival, ya con un p¨²blico fiel y abundante, tiene el encanto a?adido de que el delta es a finales de septiembre un feliz despiporre de aves. Ves de todo. Lo que no quiere decir que las reconozcas. ¡°Ay, que no tenemos ni folla¡±, admit¨ªa desolado un aficionado poco ducho ante un archibebe (o lo que fuera). Los que saben un huevo, y valga la expresi¨®n, aparte de Birkhead y cracks como Jos¨¦ Luis Copete son el t¨¢ndem de birders Eugeni Capella y Miquel Bonet, que han hecho la machada (con perd¨®n de las Lechuzas por el sexismo) de ver 1.050 especies distintas de aves en un esforzado viaje de 75 d¨ªas en Ecuador. Al inter¨¦s de su charla contribuy¨® el que Bonet para crear ambiente se pasara parte de la misma, bajo la carpa con un calor de mil diablos, ataviado como iba en la selva, con botas altas de goma, chubasquero y gorra. Parte de la gracia fue calcular cu¨¢nto tardar¨ªa en desmayarse. Explicaron curiosidades como que en los maratones aviares m¨¢s breves el tiempo es oro y algunos pajareros toman Fortasec para no perder ni un minuto teniendo que ir al lavabo. Describieron intensamente salidas a las 4 de la ma?ana en parajes llenos de las letales v¨ªboras Bothrops y mostraron tantas especies fabulosas de aves (?la reinita dorsiverde!) que causaron consternaci¨®n incluso en los m¨¢s avezados veteranos. Se pudo escuchar un sentido ¡°oh, la leche¡± cuando apareci¨® una garza cebra o avetigre enana (Zebrilus undulatus). ?nico reproche (aparte de la camisa de flores de Capella): en su charla en catal¨¢n dieron todos los nombres de las aves en ingl¨¦s, digo yo que en Ecuador tendr¨¢n nombre en castellano¡
La activa emisora pajaril La Radio del Somormujo, de Jos¨¦ David Mu?oz, emiti¨® su programa en directo desde el festival. A se?alar que el reclamo en un stand que ofrec¨ªa viajes para ver aves a Madagascar era un huevo de la extinta gigante moa. Birkhead se habr¨¢ extasiado ante tama?o pedazo de huevo. El festival se ha ido salvando de la lluvia. Cay¨® torrencialmente la madrugada del s¨¢bado, dejando zonas del delta que parec¨ªan m¨¢s el Okavango que el Ebro ¨Cde hecho apareci¨® s¨²bitamente el fot¨®grafo Fernando Moleres, siempre en busca de su leopardo-. Pero el tiempo est¨¢ siendo bueno y permite recorrer la zona andando o en bicicleta y llegarse a la largu¨ªsima y fabulosamente salvaje playa y hasta darse ba?os. Hacer en bici el trayecto entre la urbanizaci¨®n Eucaliptus ¨Cdonde casi se nos mete un brillante mart¨ªn pescador en casa por la terraza- y el recinto del festival era una gozada, una aventura de libertad henchida de promesas con alas; en el Cam¨ª de Baladres nos sobrevol¨® muy bajo un aguilucho lagunero, de forma que pasamos con gran emoci¨®n bajo su majestuosa sombra suspendida del viento. Igual de emocionante aunque m¨¢s comprometido fue el encontrarnos una vaquilla suelta en el cruce del Riet Vell.
El festival, que deber¨ªa renovar la oferta de las casetas ¨Cempieza a ser todo demasiado predecible-, ofrece como novedades sorteos y poder votar el proyecto de conservaci¨®n de aves al que se destinar¨¢ parte de lo recaudado con la venta de entradas. Hoy domingo est¨¢n programadas las charlas de las Lechuzas, la de Nina O¡¯Hanlon sobre el peligroso impacto de los pl¨¢sticos en los p¨¢jaros y la tradicional suelta de aves recuperadas que cierra el festival a mediod¨ªa con un simb¨®lico adi¨®s de ¨²ltimas plumas elev¨¢ndose al cielo como una ofrenda y una despedida.
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