La soledad de Torra

Quim Torra est¨¢ a punto de alcanzar una cima muy dif¨ªcil de superar: en el momento en que la indignaci¨®n por la dureza de la sentencia a los dirigentes del proc¨¦s parece concitar la mayor¨ªa pol¨ªtica m¨¢s amplia de los ¨²ltimos a?os en torno a un asunto, rompiendo las costuras del estricto independentismo, el president de la Generalitat ha conseguido dividir incluso a su propio gobierno. De la m¨¢xima unidad en cinco a?os a la m¨¢xima divisi¨®n en unas horas. Un exitazo hist¨®rico, algo que ni para un amante de la Historia como ¨¦l puede ser un consuelo.

Ya sab¨ªamos que el Govern no hab¨ªa logrado pactar una respuesta ¨²nica a la sentencia, y mucho menos incorporar a la las Candidatures d¡¯Unitat Popular (CUP) o a los Comunes. Pero era dif¨ªcil imaginar que Torra soltar¨ªa en su discurso un anuncio de nuevo refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n¡­ para antes del final de la legislatura (?!), sin encomendarse a nadie. Un nuevo 1-O expr¨¦s en las circunstancias que vivimos ya ser¨ªa un proyecto fantasioso como plan conjunto del Govern: imag¨ªnense como ocurrencia personal e intransferible del president. C¨®mo estar¨ªa alucinando Esquerra Republicana que su portavoz, Sergi Sabri¨¤, se desmarc¨® de la idea p¨²blicamente. Es m¨¢s, en sede parlamentaria, como se dice en el argot legislativo, rechazando ponerle fecha a un nuevo refer¨¦ndum y a?adiendo, como quien no quiere la cosa: ¡°Una propuesta que acabamos de conocer¡±. Lo peor del caso es que, en el hemiciclo, se pudo detectar que ni siquiera el grupo de Junts per Catalunya, el de Quim Torra, se sent¨ªa c¨®modo con el anuncio: en un momento de tanta emotividad, el discurso del presidente catal¨¢n solo fue aplaudido al final, con cierta desgana y sin standing ovation, refugiados todos en sus esca?os y protegidos tras sus pupitres.

El president no tiene quien le escriba¡­ mensajes favorables. Bueno, s¨ª, Albano Dante Fach¨ªn. No s¨¦ si, a estas alturas, es apoyo suficiente el de un dirigente que ni es diputado ni se le espera en ninguna c¨¢mara: acaba de anunciar que no se presenta a las generales porque no ha logrado que ni la CUP ni Junts per Catalunya lo aceptaran en una lista.

Este nuevo paso de Torra hacia el abismo pol¨ªtico es sin duda lo m¨¢s destacado de un pleno que se convoc¨® para visualizar la indignaci¨®n contra la sentencia y que el propio presidente lo ha convertido en la visualizaci¨®n de la falta de rumbo de su gobierno. Ni en la valoraci¨®n de la actuaci¨®n de los Mossos se han puesto de acuerdo Junts per Catalunya y ERC, los republicanos mucho m¨¢s cr¨ªticos contra el departamento de Interior. Al consejero del ramo, Miquel Buch, le est¨¢ cayendo una lluvia metaf¨®rica de porrazos de similares dimensiones a la que los polic¨ªas han soltado, bien real, estos d¨ªas en las concentraciones (quien dice porrazos dice atropellos). Los consejeros de JuntsxCat, con el president al frente, hab¨ªan querido mostrar unidad entrando juntos en el hemiciclo, arropando as¨ª a Buch que, estoy seguro, habr¨ªa deseado en esos momentos no ser el cargo m¨¢s alto, f¨ªsicamente hablando, del Govern.