La contabilidad imposible de los menores migrantes: 3.272 salidas voluntarias desde 2017
El registro de salidas del centro de Hortaleza refleja c¨®mo los adolescentes abandonan sin avisar la instalaci¨®n para buscar su futuro en otras regiones y pa¨ªses
La Comunidad de Madrid ha registrado entre enero de 2017 y julio de 2019 3.272 desapariciones de cientos de menores migrantes no acompa?ados que hab¨ªan ingresado en el centro de primera acogida de Hortaleza, seg¨²n datos obtenidos por EL PA?S a trav¨¦s del portal de transparencia. Los expertos recuerdan que cada salida no es homologable a una persona ¡ªun mismo acogido puede protagonizar varias entradas y ausencias del centro¡ª; se?alan que muchos de los adolescentes se marchan voluntariamente a recursos de otras Comunidades y pa¨ªses; y subrayan que legalmente no tienen ninguna restricci¨®n de movimiento. Marroqu¨ªes, rumanos y espa?oles lideran las notificaciones que hace el personal del centro a la fiscal¨ªa para avisarle de que un menor que pod¨ªa dormir en Hortaleza no lo ha hecho.
"Antes de desaparecer, primero han estado en un centro con 35 plazas, el hacinamiento es lo que tiene, no era un recurso para quedarse", dice una fuente conocedora del funcionamiento del centro sobre la crisis vivida en 2018, cuando cientos de menores se agolparon en pasillos y salas, durmiendo tirados en el suelo. "Hay muchos que utilizan los recursos como albergues y otros que hacen un poco de turismo institucional", asegura, se?alando que el patr¨®n de ingreso y salida sin aviso se repite por toda Espa?a. "Todos ruedan por La L¨ªnea, Sevilla, Granada, Madrid, Bilbao, San Sebasti¨¢n, Barcelona, Francia, Alemania, Suecia...", enumera. "Son siempre los mismos. Ellos van a donde consideran que van a estar mejor", apunta. "Tuvimos una chavala rumana que lleg¨® a entrar m¨¢s de 200 veces en un a?o. Era de las que paraba la polic¨ªa porque estaba al descuido en la Gran Via y volv¨ªa a salir", a?ade. Y ejemplifica: "Entre los marroqu¨ªes hay muchos chicos que trirepiten. Entre los de perfiles m¨¢s disruptivos, los hay que salen 10 o 12 veces, y vuelven cuando les va mal. Viajeros, luego, hay muchos, porque piensan que les va a ir mejor en otro sitio, y luego vuelven".
M¨¢s de 1.570 ni?os y adolescentes llegaron desde el extranjero a la Comunidad solo en 2018, a raz¨®n de 130 al mes, frente a los poco m¨¢s de 980 de 2017 (82 al mes), seg¨²n datos del anterior Ejecutivo regional. La mayor¨ªa pasaron por el centro de Hortaleza, que durante meses estuvo totalmente desbordado. Ese hacinamiento, traducido en problemas de convivencia y t¨¦cnicos superados por las circunstancias, provoc¨® tensiones dentro y fuera de la instalaci¨®n. El Gobierno describe ahora la situaci¨®n del centro como "controlada" y "adecuada", aunque la presencia de la Polic¨ªa en los aleda?os del edificio ha sido casi constante durante los ¨²ltimos meses.
Los vecinos del barrio se han dividido en tres grupos bien definidos en las aceras y las redes sociales. Los que se organizan para ayudar a los menores, los que quieren que se marchen, y los indiferentes. Un reflejo de que la vida de los ni?os y adolescentes transcurre a vista de todos: descuentan sus d¨ªas en las aceras, los bancos y los parques de los alrededores del centro.
No tengo competencias para poner un muro en Aranjuez, ni para soltarles en el desierto, dice Isabel D¨ªaz Ayuso
A principios de mes, Isabel Serra, la portavoz de Unidas Podemos Madrid en Pie en la Asamblea, denunci¨® a trav¨¦s de sus redes sociales una agresi¨®n "xen¨®foba" registrada en un v¨ªdeo. En ¨¦l, dos hombres, enmascarados y con remos, atacan a dos chicos en el barrio de Hortaleza. Uno de ellos huye corriendo. Segundos despu¨¦s, escapa el otro.
Al poco, el local de una de las asociaciones que trabaja para integrar a los menores amaneci¨® lleno de pintadas. Una, de la bandera espa?ola. Otra, con un mensaje para iniciados que alud¨ªa a la agresi¨®n: "Todos remamos juntos". Sobre el picaporte, una m¨¢scara de hockey como la que hab¨ªan usado los asaltantes.
Incidentes como ese espolean la movilidad de los migrantes, que en muchos casos ya han abandonado voluntariamente otros centros de acogida espa?oles cuando llegan a Hortaleza.
"Son centros abiertos y cada uno de los chavales tiene proyectos migratorios distintos", explican desde la consejer¨ªa de Pol¨ªticas sociales. "No podemos retenerles porque la Ley les permite esa libertad de movimiento".
"No tienen un registro fiable de esta poblaci¨®n", afirma una fuente sindical con conocimiento de lo que ocurre en el centro madrile?o. "Los chicos no desaparecen por arte de magia, o mafia, se mueven en funci¨®n de intereses subjetivos, o falsos anuncios de las administraciones sobre la creaci¨®n de plazas", sigue. "?Tambi¨¦n se transforman! En Hortaleza hay chicos que han pasado con tres o cuatro identidades distintas", a?aden. "Alguno de ellos eran mayores en Catalu?a, y vienen a Madrid con otra identidad para pasar como menores", ejemplifica. "Esto genera un solapamiento de identidades sobre una sola persona que anima a pensar en la desaparici¨®n".
Frente a ese problema, la Comunidad acaba de aprobar un acuerdo marco para el acogimiento residencial de menores extranjeros no acompa?ados que prev¨¦ que cada plaza dedicada a atender a estos ni?os y adolescentes migrantes suponga una inversi¨®n de 140,58 euros al d¨ªa.
Nuevas plazas
El valor total del contrato se acerca a los 25 millones de euros ¡ªpara un m¨¢ximo de 120 plazas¡ª y busca garantizar que la atenci¨®n sea homologable independientemente de qu¨¦ entidad cubre cada plaza. Los menores contar¨¢n con esa ayuda entre los 12 a?os y el d¨ªa inmediatamente anterior a que cumplan los 18. Esa decisi¨®n provoc¨® ayer un duro cruce de reproches entre Roc¨ªo Monasterio, portavoz de Vox, e Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta regional, en la sesi¨®n de control de la Asamblea.
¡ªCada vez que abren un centro de acogida, generan un efecto llamada brutal, y son c¨®mplices de las mafias, dijo ayer la portavoz del partido de extrema derecha. Lo que tendr¨ªa que decir es que en la Comunidad no se va a volver a abrir un centro de MENAS. En barrios como Hortaleza, las mujeres ya no caminan solas ni al supermercado, tienen que ir acompa?adas por sus maridos.
¡ªEs una cuesti¨®n de legalidad y de humanidad, le respondi¨® la l¨ªder del PP. No podemos comprometer aquello que no est¨¢ en nuestras competencias. No podemos expulsar a nadie. No tengo competencias para poner un muro en Aranjuez, ni para soltarles en el desierto.
Mientras los pol¨ªticos discuten, llegan el invierno, el viento y la lluvia, y los menores migrantes no acompa?ados siguen aterrizando en Madrid.
139 salidas voluntarias de vietnamitas
Los tent¨¢culos de las mafias llegaron a derribar las puertas del centro de primera acogida de Hortaleza, como adelant¨® este diario. As¨ª, el registro oficial de salidas voluntarias detalla que hasta 139 de esas desapariciones fueron protagonizadas por vietnamitas. Su presencia llam¨® la atenci¨®n de la Polic¨ªa, que descubri¨® que una mafia introduc¨ªa a ciudadanos de Vietnam en Europa a trav¨¦s del aeropuerto de Barajas.
?El m¨¦todo? Los viajeros se deshac¨ªan de sus pasaportes, y se declaraban menores en el control policial. Desde all¨ª, como obliga la ley, eran trasladados hasta el centro de Hortaleza hasta que se determinara su edad, lo que puede tardar varios meses.
Mientras se realizaba el tr¨¢mite, muchos de esos ciudadanos vietnamietas desaparec¨ªan y no volv¨ªan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.