?rboles que cuentan la historia del arte
La Fundaci¨®n March muestra la evoluci¨®n de los movimientos art¨ªsticos mezclando obras y diagramas
Hay que prestar atenci¨®n: primero fueron la ilustraci¨®n japonesa, la escultura negra, el arte de Oriente Pr¨®ximo y la est¨¦tica de la m¨¢quina. De ah¨ª nace el fauvismo y de ah¨ª el expresionismo, que a su vez dan en el dada¨ªsmo o el surrealismo. Pero eso no es todo. Por otro lado, sale el cubismo que a su vez genera el suprematismo y el constructivismo, etc¨¦tera, hasta que al final se llega al arte abstracto (geom¨¦trico o no geom¨¦trico). Lo cierto es que las conexiones entre los diferentes movimientos del arte de la primera parte del siglo XX pueden resultar complicadas, pero a trav¨¦s de un buen diagrama todo cobra orden y sentido.
Uno de los diagramas m¨¢s famosos de la historia del arte es el realizado en 1936 por Alfred H. Barr (que siete a?os antes hab¨ªa fundado el MoMA de Nueva York) para la exposici¨®n Cubism and abstract art. Aunque la idea de representar el flujo estil¨ªstico de la creaci¨®n no era nueva: a trav¨¦s de la historia ya hab¨ªan existido diferentes intentos de hacerlo, a modo de ¨¢rboles, diagramas, listas u otros artefactos conceptuales como muestra la exposici¨®n Genealog¨ªas del arte o la historia del arte como arte visual, que se puede ver en la Fundaci¨®n March hasta el 12 de enero. Una forma de mirar la historia de esas cosas que los artistas hacen para ser miradas.
Por ejemplo, los ¨¢rboles geneal¨®gicos de las grandes familias de la escuela flamenca (1883), de Alphonse-Jules Wauters, El ¨¢rbol de la arquitectura (1905) de Banister Flethcer, donde se relacionan los diferentes estilos arquitect¨®nicos desde la Antig¨¹edad hasta el Renacimiento o la Lista de los inmortales (1913) de William Holmn Hunt, donde se cuenta Jesucristo, Rafael, Dante, Bocaccio, Newton o Poe, entre muchos otros.
De especial inter¨¦s es?El ¨¢rbol del arte moderno, plantado hace 60 a?os, de Miguel Covarrubias, publicado en 1933 por la revista Vanity Fair. En las ra¨ªces de este colorido ¨¢rbol est¨¢n Delacroix, Corot o Courbet. Sus ¨²ltimas hojas son Dal¨ª, Klee o Chagall. Son maneras de diseccionar e introducir en nuestras cabezas el devenir hist¨®rico, a veces tan borroso y esquivo como la propia realidad cotidiana. ¡°La pregunta de fondo es ?debe la historia del arte ser visual?¡±, dice Manuel Font¨¢n del Junco comisario de la exposici¨®n junto a Jos¨¦ Lebrero Stals, director art¨ªstico del Museo Picasso de M¨¢laga, que coproduce la muestra. ¡°La respuesta, naturalmente, es s¨ª¡±, se responde, ¡°una exposici¨®n puede ser una historia del arte sobre todo visual, en contraposici¨®n a los libros, donde manda el texto¡±. Pero si un diagrama sirvi¨® para formar un canon fue el de Barr, que se retrotrae 1890.
Caminar dentro del diagrama de Barr
¡°Fue una proeza¡±, dice Font¨¢n, ¡°si por algo se caracteriza el arte del siglo XX es por no querer padres, filiaci¨®n, por tanto, historia, aunque la tenga¡±. Fue la historia que hilvan¨® visualmente Barr. Por eso los comisarios, con la colaboraci¨®n especial de la estudiosa de la diagram¨¢tica Astrit Schmidt-Burkhardt, han tomado ese diagrama de estilos y lo han levantado en 3D en la sala de exposiciones, acompa?ando, adem¨¢s, cada estilo con obras representativas de autores como Picasso, C¨¦zanne, Schwitters, Mondrian, Malevich, Duchamp, Picabia y un largo etc¨¦tera, contraponiendo tambi¨¦n obras en los puntos de ¡°frotamiento¡± de las diferentes corrientes.
Seg¨²n uno camina por el espacio es como si caminase por dentro del diagrama de Barr. ¡°Esta exposici¨®n demuestra que no solo aprendemos linealmente lo que leemos en los libros sino que hay una manera de aprender visualmente, mirando¡± dice Lebrero, ¡°en esta exposici¨®n hay mucho que mirar, es seria y es divertida, es organizada y es desorganizada, como cualquier ¨¢rbol geneal¨®gico¡±.
En la tercera y ¨²ltima parte de la muestra se exploran las continuaciones, cr¨ªticas y s¨¢tiras del diagrama de Barr y los posibles diagramas de la actualidad. Por ejemplo, el parque de atracciones del arte, Artland (1950 y 2012) concebido por Curro Gonz¨¢lez, la historia del arte en forma de plano de metro que acompa?a el best seller ?Qu¨¦ estas mirando? de Will Gompertz, el Mapa del mundo hecho por un artista solipsista (2015) de William Powhida o la lista Los cien mejores (2000) de Peter Davies. Cuando Barr compuso su diagrama tuvo que viajar, visitar museos, escribir cartas, conocer a artistas: la informaci¨®n no estaba tan disponible ni flu¨ªa con facilidad. Hoy la prospecci¨®n ser¨ªa m¨¢s sencilla. Sin embargo, por el mismo motivo, un mundo hiperconectado, resulta dif¨ªcil dar cuenta de los movimientos art¨ªsticos actuales en un panorama tan confuso, fluido, global y ef¨ªmero.
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