El Govern corrige la acogida de menores migrantes y abre m¨¢s pisos
El Departamento de Asuntos Sociales est¨¢ atomizando los grandes centros de acogida en favor de pisos m¨¢s peque?os para dar atenci¨®n personalizada
La llegada de j¨®venes que migran solos a Catalu?a se ha ralentizado. La emergencia asistencial del verano de 2018, que dej¨® a decenas de ellos durmiendo en las comisar¨ªas, no se ha repetido. El cierre de fronteras en Marruecos, de donde proceden el grueso de los adolescentes, ha reducido las llegadas ¡ª1.787 hasta septiembre, un 33% menos¡ª y el Govern ha aprovechado la calma para corregir el modelo de acogida que tuvo que desplegar, a prisa y corriendo, el a?o pasado. El Departamento de Asuntos Sociales est¨¢ atomizando los grandes centros de acogida en favor de pisos m¨¢s peque?os para dar atenci¨®n personalizada.
¡°La situaci¨®n no es la del a?o pasado y vamos a aprovechar para corregir lo que ser¨ªa mejorable¡±, explica Georgina Oliva, secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Generalitat. En 2018 llegaron a Catalu?a 3.697 j¨®venes sin referentes familiares a cargo, m¨¢s del doble que en 2017 (1.435 menores). La previsi¨®n de la Generalitat es que en 2019 se duplicasen de nuevo las llegadas pero, en abril, la tendencia fren¨®. El Govern ha aprovechado esta circunstancia para poner en orden la acogida que tuvieron que desplegar, sobre la marcha, el a?o pasado. Entonces, Asuntos Sociales recurri¨® a hoteles, albergues y casas de colonias para suplir la falta de plazas en centros de acogida. ¡°En lugar de tantos puntos de emergencia, vamos a optar por dar m¨¢s recursos a las franjas de 16 a 21 a?os, para dar continuidad m¨¢s all¨¢ de los 18 a?os¡±, apunta Oliva. Esto es, casas o pisos de ocho a 10 personas.
Catalu?a dispone hoy de 2.106 plazas en 254 recursos para acoger a los j¨®venes migrantes. La mayor¨ªa est¨¢n en los 82 centros de primera acogida o de emergencia, aunque tambi¨¦n hay 842 plazas en pisos asistidos. Catalu?a nunca ha apostado por grandes centros de acogida con centenares de j¨®venes en las mismas instalaciones, pero todav¨ªa cuenta con dispositivos de varias decenas de plazas que ahora pretende disgregar. ¡°Tenemos que corregir algunas cosas. Las casas de colonias, los albergues, empiezan a estar agotados. El trabajo de integraci¨®n social en estos recursos no es el id¨®neo¡±, admite Oliva. ¡°Los dispositivos m¨¢s peque?os son m¨¢s caros, pero la atenci¨®n es m¨¢s personalizada y los chicos tienen m¨¢s apoyo en el d¨ªa a d¨ªa¡±, coincide Rita Gran¨¦, directora de Punt de Referencia, una entidad que trabaja con j¨®venes ex tutelados.
Pero el plan del Govern choca con la negativa de algunos vecinos y ayuntamientos, que rechazan la ubicaci¨®n de esos recursos asistenciales para menores migrantes en sus zonas. El desconocimiento, las trazas de racismo y episodios protagonizados por algunos de estos j¨®venes cometiendo presuntos delitos ¡ªdesde robos a agresiones sexuales¡ª han disparado las alarmas contra un colectivo que, en su inmensa mayor¨ªa ¡ªinsisten desde Asuntos Sociales¡ª, no da problemas. ¡°No todos los municipios nos lo ponen f¨¢cil. Hay sitios donde los ni?os no son bienvenidos y tampoco queremos generar un clima de odio¡±, apunta Oliva.
A pocos metros del F¨®rum Universal de las Culturas en Barcelona, los vecinos del barrio del Bes¨°s han montado una acampada para denunciar la inseguridad y el incivismo del vecindario. Se quejan de la suciedad, la delincuencia y los puntos de venta de droga que degradan el barrio. Pero tambi¨¦n rechazan la creaci¨®n de un centro de atenci¨®n inmediata de menores migrantes en la zona. ¡°No es un buen lugar para ellos. Esto es un polvor¨ªn. Los delincuentes los van a coger como carne de ca?¨®n y los pueden utilizar¡±, apunta Mireia Cano, vecina del barrio de 37 a?os. ¡°Estos ni?os son un caramelito para ellos¡±, agrega Paqui Moreno, que hace guardia en la tienda de campa?a.
La Generalitat estudia una nueva ubicaci¨®n para el centro de atenci¨®n inmediata, adonde llegan los chavales de las comisar¨ªas para ser identificados y trasladados a otro dispositivo de acogida. De forma temporal, lo han dispuesto en Collserola. ¡°Se miraron varias opciones. La de la Zona Franca gener¨® un rechazo, pero no lo rehusamos por eso, sino por temas administrativos y porque lo necesit¨¢bamos ya. Ubicarlo en el F¨®rum es una de las posibilidades que se est¨¢ explorando. Estamos hablando de un recurso donde los chicos estar¨ªan horas. En el de Collserola no ha habido ning¨²n incidente¡±, sostiene Oliva.Al Govern, no obstante, todav¨ªa le quedan muchas tareas pendientes en la atenci¨®n de los j¨®venes migrantes. Entre ellas, su integraci¨®n social y laboral. ¡°Hay tres retos: acabar de encontrar las viviendas, romper con el estigma y hacer m¨¢s esfuerzos en inclusi¨®n¡±, admite Oliva.
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