Malevaje, 35 a?os de tango castizo
La banda madrile?a presenta su ¨²ltimo disco, ¡®Vino amargo¡¯, despu¨¦s de d¨¦cadas de mezclar este g¨¦nero argentino con el deje de aqu¨ª
Que el mundo fue y ser¨¢ una porquer¨ªa ya lo sab¨ªan ellos. En el 84 y en el 2019, tambi¨¦n. Ignorantes, sabios, ¡®chorros¡¯, generosos o estafadores: Malevaje lleva 35 a?os cant¨¢ndole al ¡®garufa¡¯ y al se?or. Su repertorio deglute libremente ¨¦xitos de Carlos Gardel, Julio Mar¨ªa Sosa o Roberto Goyeneche, entre otras personalidades del g¨¦nero. Lo mezclan con un estilo propio. Inyectan una actitud chulapa, un deje ca?¨ª, que lo convierte en un h¨ªbrido.
El resultado es un tango castizo que se expresa en lunfardo y cheli. ?Una falta de respeto, un atropello a la raz¨®n? Puede ser: el que no afana es un gil. ¡°Malevaje es tango argentino, pero lo hacemos a nuestra manera. Ahora es cuando m¨¢s caminamos hacia lo ortodoxo. Al principio era algo muy nuestro, muy roquero. Hemos ido aprendiendo y cada vez nos acercamos m¨¢s al origen¡±, define Antonio Bartrina (Madrid, 1957) en la terraza del C¨ªrculo de Bellas Artes, donde actuaron el a principios de octubre.
?l se ha hecho cargo del grupo desde sus inicios junto a Fernando Gilabert, al contrabajo. En estos momentos, cierra la versi¨®n m¨¢s reducida de la banda el argentino Fernando Giardini, encargado del bandone¨®n y la guitarra. A lo largo de su carrera han llegado a contar en ocasiones con orquesta y con m¨²sicos como Edi Clavo o Ram¨®n Godes. Curtidos en los ochenta, en lo conocido como La Movida, Malevaje se puso el nombre de la canci¨®n hom¨®nima de 1928. Todo un desaf¨ªo: por aquel entonces, la apuesta por el tango y las melod¨ªas de arrabal podr¨ªan haber olido a naftalina entre tanto pop y rock de nueva ola. Sin embargo, la apertura a cualquier iniciativa art¨ªstica les tendi¨® la mano. Empezaron en El Salero, situado en la Corredera Baja de San Pablo, epicentro del ¡®moderneo¡¯.
¡°Todo surgi¨® porque a m¨ª me gustaba el tango. Lo escuchaba de ni?o con los vinilos o las cintas de mis padres y de mayor, cuando entend¨ª las letras, flipaba. Un d¨ªa me llamaron para cantar en ese bar y li¨¦ a los dem¨¢s para que me acompa?aran, aunque ven¨ªan del rock. Lo hicimos como pudimos, pero la gente lo acept¨® bien. Incluso si era otro estilo¡±, recuerda Bartrina. De tocar cuatro d¨ªas a la semana en El Salero a adoptar el tango como oficio. Malevaje no ha dejado de actuar en toda su carrera, aunque no hayan copado grandes focos. ¡°Nuestro recorrido era otro. Nosotros trabaj¨¢bamos todo el a?o. Ten¨ªamos teatros y en verano las fiestas. Las estrellas eran quienes llenaban estadios¡±, cavila el cantante, que rememora c¨®mo se hicieron un hueco en programas de televisi¨®n como La Bola de Cristal -destacando su himno Si soy as¨ª- y c¨®mo han sumado m¨¢s de 15 discos de estudio, directos o recopilaciones. Sin contar Vino amargo, lanzamiento reciente y con el que tienen una gira prevista hasta diciembre.
Bartrina ¨Cpelo blanco, patillas canas en forma de azada- alude a la edad provecta de su p¨²blico. Al cantante, no obstante, no le preocupa ni el pasado ni su legado, a pesar de que entona letras melanc¨®licas. De los tiempos anteriores solo echa de menos ¡°la juventud¡±. ¡°Hemos envejecido, pero seguimos bien. En toda Espa?a tenemos seguidores, generalmente mayores. A veces vienen los hijos y es muy bonito¡±, anota, convencido de que hay muy buenos tangueros que mantienen a flote la farra y el g¨¦nero. La falta de nostalgia y el orgullo (¡°en el sentido bueno¡±) de sentirse reconocido ¨C¡°que no famoso¡±- empujan a Bartrina a tirar adelante sin mirar atr¨¢s.
Malevaje sigue apostando por nuevos sonidos, por lo que el cantante llama ¡°extravagancias¡±. ¡°Siempre hemos arriesgado, porque hacemos bolero, milongas o canci¨®n francesa, pero llevado a nuestro terreno¡±, esgrime mientras apura un cigarrillo y considera que la m¨²sica ¡°no tiene fecha de caducidad, pero hay que evolucionar¡±. Sus influencias, aclara, van desde el rap a la m¨²sica cl¨¢sica.
?Tienen cabida estas historias porte?as o de boliches de principios de siglo XX en el Madrid actual? ¡°La m¨²sica es internacional. El asunto es entenderla y hacerla a tu manera, respetando las ra¨ªces¡±, suelta el l¨ªder de Malevaje, nacido en el barrio Maravillas y criado en Carabanchel Alto. ¡°Todas las ciudades son muy tangueras: en cuanto sales a la calle, ves tango en todas las esquinas. Y te engancha, porque te est¨¢ contando tu vida. Te habla de algo que te ha pasado, que has escuchado o que le ocurre a alguien cercano. Y lo dice muy crudamente¡±, comenta Bartrina, que suele emplear la sorna y los chascarrillos en sus recitales. En fin, todo un cambalache.
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