La universidad y la pol¨ªtica neutral

En los ¨²ltimos tiempos se nos dice que la Universidad (p¨²blica) es una instituci¨®n que debe velar por la neutralidad y la equidistancia, que dentro de ella existen tantas sensibilidades que debemos considerarlas todas y que ello nos conduce a una neutralidad que evite dejar de lado ninguna de estas sensibilidades. Esta posici¨®n justifica que, delante de los hechos acaecidos en Catalu?a en estos a?os, haya sido m¨¢s bien moderada la presencia universitaria en la respuesta a los acontecimientos judiciales y pol¨ªticos. Bajo el paraguas de esta neutralidad se han organizado debates, comunicados y declaraciones que las universidades catalanas han definido a partir de escuchar a expertos y expertas, pero sin adoptar ninguna posici¨®n concreta. Como si no adoptar ninguna posici¨®n no fuera, en s¨ª mismo, una forma de posicionarse.

La verdad es que no lo ten¨ªa previsto, pero me hizo pensar en ello una compa?era de mi departamento. Al d¨ªa siguiente de la publicaci¨®n de la sentencia, en mi facultad, Psicolog¨ªa, se instal¨® el revuelo propio que una noticia de este alcance genera. Como ya sab¨ªamos de la existencia de las convocatorias de huelga, coment¨¦ con una compa?era de mi departamento la posibilidad de hablar de ello en clase ese mismo martes. Me aconsej¨®: ¡°Ten cuidado, tienes alumnos menores de edad¡±. Les puedo asegurar que me qued¨¦ helado. La recomendaci¨®n pon¨ªa de manifiesto algunos detalles importantes. Primero, su preocupaci¨®n por si yo pudiera decir algo que se interpretara como tendencioso y que fuera acusado de parcial. Segundo, la necesidad de ser cuidadoso para evitar que nadie me identificara en una u otra posici¨®n pol¨ªtica. Y, finalmente, pasar de puntillas por encima de un tema espinoso. Le agradec¨ª la recomendaci¨®n y esa ma?ana en clase un par de estudiantes preguntaron sobre el tema. Respond¨ª de acuerdo con mi criterio y asumiendo la extraordinaria responsabilidad que significa estar delante de los estudiantes y dando clase. Esta es la importancia de ser profesor, la posibilidad de ejercer la maestr¨ªa con todo lo que ello conlleva.

Este incidente me hizo pensar en lo que est¨¢ sucediendo en la universidad donde hechos como el que he descrito, que en otras ¨¦pocas ser¨ªan intrascendentes, ahora nos lleva a la prudencia y al silencio. No es que tiempos pasados fueran mejores, pero s¨ª parece que tiempos pasados eran m¨¢s democr¨¢ticos. En otros temas s¨ª nos posicionamos sin rodeos. Cambio clim¨¢tico, sentencias judiciales tipo La Manada, falta de financiaci¨®n y otros. Institucionalmente solo nos pronunciamos claramente sobre temas con los que nos sentimos c¨®modos. Ahora, si esta comodidad no es clara, somos una instituci¨®n neutral y comprometida con respetar todas las sensibilidades.

No posicionarse sobre lo que ocurre fuera de las aulas no hace que deje de existir

Este no es el modelo de universidad que muchos y muchas queremos. Entiendo las dificultades de asumir el riesgo de la publicidad de los temas complicados, pero precisamente, nosotros tenemos que ser referencia y lugar donde poder hablar de todo y con todos. Precisamente porque somos el templo de la ciencia nos corresponde la responsabilidad de ponerla por delante de otras consideraciones parciales. Nuestro criterio ni depende de gobiernos, ni de partidos, ni de m¨¢s presiones que las que regulan el respeto acad¨¦mico y la ciencia. Y eso reclamo, el debate interno sobre los hechos que nos rodean en Catalu?a en los ¨²ltimos tiempos, sin perder de vista otros temas m¨¢s globales de igual importancia. Reivindico la responsabilidad del profesorado, que hemos demostrado que sabemos poner la ciencia por delante de las miradas cortas. No posicionarse sobre lo que ocurre fuera de las aulas no hace que deje de existir.

Joan Gu¨¤rdia Olmos es catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la UB.