Ateng¨¢monos a los hechos
Cunde el desasosiego en las filas del PSPV-PSOE porque los sondeos desmienten la hip¨®tesis que orient¨® la estrategia de Pedro S¨¢nchez cuando decidi¨® el adelanto electoral
La evoluci¨®n de las encuestas de intenci¨®n de voto ante la cita electoral del pr¨®ximo domingo es seguida con celo en los cuarteles generales de los partidos valencianos. Los resultados al cierre de las urnas permitir¨¢n calibrar, siete meses despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas y cinco tras la firma del acuerdo del Bot¨¤nic II, c¨®mo sopla el viento pol¨ªtico en la Comunidad Valenciana; sin obviar que el comportamiento electoral es voluble y que los electores discriminan sagazmente su voto en funci¨®n del ¨¢mbito de la convocatoria: europeo, estatal, auton¨®mico o municipal.
Cunde el desasosiego en las filas socialistas del PSPV-PSOE. Sus dirigentes parafrasean al Felipe Gonz¨¢lez de 1996 cuando habl¨® de la ¡°dulce derrota¡± del PSOE y la ¡°amarga victoria¡± del PP. Solo que ahora creen que la amarga victoria ser¨¢ socialista y la dulce derrota la celebrar¨¢ el PP de Pablo Casado.
Anticipan los augurios un panorama endiablado, alejado de cualquier atisbo de la ansiada estabilidad; con un PSOE m¨¢s debilitado y sujeto a una aritm¨¦tica parlamentaria m¨¢s compleja de la que reportaron los resultados del pasado mes de abril.
Los sondeos desmienten la hip¨®tesis que orient¨® la estrategia de Pedro S¨¢nchez cuando decidi¨® el adelanto electoral del 10-N: contra el pron¨®stico de La Moncloa, las encuestas no reflejan el hundimiento de Unidas Podemos ¡ªaunque pierda empuje¡ª y, por el contrario, sancionan que el partido de Albert Rivera caer¨ªa en una sima electoral ¡ªno para de transferir votos al PP y a Vox¡ª que le inhabilitar¨ªa como potencial partenaire del PSOE. Los polit¨®logos concluyen que la factura del bloqueo vivido meses atr¨¢s la va a satisfacer en las urnas C¡¯s y no los de Pablo Iglesias. A Albert Rivera empieza a pon¨¦rsele cara de Rosa D¨ªez, la rutilante lideresa de aquella estrella fugaz que respond¨ªa a las siglas de UPyD. ?Recuerdan?
La inquietud tambi¨¦n campa a sus anchas entre los dirigentes de Comprom¨ªs. A todos les preocupa que el hermanamiento con I?igo Errej¨®n resulte un experimento fallido. ?A todos? Digamos que M¨®nica Oltra ¡ªpartidaria de estrechar lazos electorales con Pablo Iglesias¡ª est¨¢ a la espera de que las urnas le den la raz¨®n para poder lanzar su r¨¦plica maternal: ¡°Yo ya lo advert¨ª¡±. Oltra siempre ha mirado con suspicacia a Errej¨®n y sus modales de ni?o bien consentido.
El PP valenciano se ha contagiado de la calma zen que transmiten Pablo Casado y su equipo. Algunos se han venido tan arriba al calor de las encuestas que ¡°huelen¡± un cambo de ciclo pol¨ªtico. Refuerzan el aroma las evidentes tensiones que afloran desde el ejecutivo valenciano, anta?o tan cohesionado y hoy transmutado en una caja de disonancias que ir¨¢n in crescendo conforme avance la legislatura auton¨®mica.
Vox, reforzado
Y Vox. Recuerdo debates con queridos colegas tras las elecciones del pasado mes de abril. Daban por seguro que la formaci¨®n de Santiago Abascal ¡ªalejados sus resultados de las expectativas demosc¨®picas¡ª era un bluf condenado a la irrelevancia parlamentaria e institucional. El conflicto catal¨¢n ha reforzado su perfil ultranacionalista espa?ol. En la Comunidad Valenciana su discurso cotiza al alza y suma puntos cada vez que un soberanista habla de Pa?sos Catalans y a?ade el mapa valenciano a la entelequia.
Aunque atribuido por algunos columnistas a Winston Churchill, el aforismo ¡°todo el mundo tiene derecho a su propia opini¨®n, pero no a sus propios hechos¡±, fue pronunciado por el soci¨®logo y senador dem¨®crata norteamericano Daniel Patrick Moynihan. Fue su respuesta comedida al filibusterismo de un colega sentado en la bancada republicana.
La pol¨ªtica patria sufre una plaga de filibusteros a los que conviene recordar que s¨ª, que sus opiniones, por m¨¢s peregrinas que nos resulten, merecen respeto; no as¨ª la lectura torticera que realizan de la realidad para reforzar lo que opinan. Lo digo para ver si el pr¨®ximo domingo, cuando las urnas se pronuncien, nos podemos ahorrar lecturas sesgadas y sonrojantes. Los hechos, son los hechos.
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