Nunca subas un conejo a tu barco
La exposici¨®n ¡®Cants de sirena¡¯ en el Museo Mar¨ªtimo incluye una secci¨®n sobre tab¨²es y supersticiones relacionados con el mar
Es conocida la tradicional aprensi¨®n de los marinos a embarcar mujeres. Menos conocida es la superstici¨®n de que tampoco se ha de llevar a bordo conejos, y ni siquiera mencionar la palabra en una embarcaci¨®n. La raz¨®n de ello se ha perdido, pero el estudioso franc¨¦s Michael Hoseman (Le tabou du lapin chez les marins, une sp¨¦culation structurale, en la revista Ethnologie fran?aise,20) sugiere que el tab¨² marino del conejo se debe a la creencia de que esos prol¨ªficos animales podr¨ªan inundar el barco o la barca de cr¨ªas que roer¨ªan las amarras y el casco, causando un naufragio.
En realidad, apunta el erudito, la explicaci¨®n ser¨ªa simb¨®lica y estar¨ªa en la fecundidad a la que alude el conejo y la capacidad de esta de provocar desorden y hasta caos en el universo met¨®dico y cerrado de la embarcaci¨®n. En ese sentido de la fertilidad y por tanto de perturbar el reglamentado mundo a bordo, conejos y mujeres despiertan los mismos recelos supersticiosos en los marinos (in¨²til recordar la popular asociaci¨®n entre el sexo de las mujeres y el conejo, precisamente). El tab¨² se extiende inesperadamente a los sacerdotes, tambi¨¦n indeseados a bordo ¡ªexcepto en festividades religiosas¡ª en diversas tradiciones marineras como la de las Canarias, con el argumento de que llevan "faldas", pero en realidad porque est¨¢n relacionados con la fecundidad al ser los encargados de establecer matrimonio y por tanto garantes de la uni¨®n sexual con fines reproductivos.
La de este tab¨² de los conejos, que sigue existiendo hoy en los pesqueros y mercantes franceses (en los que no se come conejo de ninguna manera), es una de las curiosas historias que se explican en Cants de sirena, fascinaci¨® i abisme, la nueva exposici¨®n del Museo Mar¨ªtimo de Barcelona (MMB), que puede visitarse en hasta el 16 de mayo de 2020.
Desfilan en asombrosa procesi¨®n sirenas, el leviat¨¢n, el kraken, Escila y Caribdis o la gran serpiente de mar
La exhibici¨®n, de peque?o formato pero muy rica y evocadora, se propone mostrar c¨®mo el mar atrae pero a la vez provoca miedos y c¨®mo esa relaci¨®n ambivalente ha dado lugar a un amplisimo mundo de mitos, creencias y supersticiones. ¡°Invitamos a adentrarse en lo desconocido¡±, explica con un punto de P. T. Barnum el comisario, el antrop¨®logo Eliseu Carbonell, que es un especialista en el mundo imaginario y folcl¨®rico relacionado con el mar.
La exposici¨®n tiene numerosos puntos de inter¨¦s y niveles de lectura, y una gran diversidad documental que incluye escenograf¨ªa, objetos art¨ªsticos y artesanales (ex votos, modelos de barcos, mapas, amuletos, y hasta una impresionante y preciosa barca de pesca aut¨¦ntica, una j¨¢bega malague?a de 1926, la Mar¨ªa del Carmen), una verdadera banda sonora con m¨²sica, canciones y voces que relatan historias, y un estupendo cat¨¢logo que desarrolla ampliamente los temas tratados.
La visita se abre con un montaje escenogr¨¢fico de gran efecto (y m¨¢s si lees las palabras introductorias de Joaquim Ruyra, ¡°parla'm de la nit, dels abismes, del naufragi, de la mort... Tot aix¨° ho sento i ho palpo¡±) que sugiere el misterio del mar. En ese primer ¨¢mbito inmersivo (y valga la palabra) figuran unas cortinas que pueden atravesarse como si fuera la superficie del agua y en las que se proyectan im¨¢genes de criaturas marinas m¨ªticas. Desfilan en asombrosa procesi¨®n sirenas, el leviat¨¢n, el kraken, Escila y Caribdis o la gran serpiente de mar descrita terror¨ªficamente por Joan Amades: ¡°Hi ha hagut molts vaixells que s'hi han acostat, pero la serp s'ha descargolat i s'ha menjat la nau i la tripulaci¨®¡±, glups.
Otro espacio reproduce una capilla con ex votos marineros como modelos de barcos (preciosas polacras-goletas), pinturas de naufragios solventados milagrosamente, unos preciosos amuletos del XVIII de marino en plata y con forma de pez o sirena, un remo, un ancla, un grabado de Turner de un entierro en el mar, antiguas estampas de monstruos marinos o una talla de Sant Elm (no confundir con san Telmo), patr¨®n de los marineros y cuya vinculaci¨®n al mar proviene de que fue martirizado sac¨¢ndole los intestinos y enrollandoselos en torno a un m¨¢stil, que ya es arte marinera.
Un ¨¢mbito m¨¢s remite a la casa de un marino en el que se nos cuentan historias relacionadas con ese ir al mar o alejarse de ¨¦l: la leyenda de Ulises y el remo y la del hombre pez, en sus variantes ambas. Un final con las s¨ªstoles y di¨¢stoles del coraz¨®n humano en relaci¨®n con las procelosas y maravillosas aguas saladas.
Una escoba del rev¨¦s y pescar¨¢s calaveras
La Mar¨ªa del Carmen preside un espacio luminoso con suelo de tablones como una embarcaci¨®n y en el que se juntan patrimonio material y creencias. La barca va adornada para una procesi¨®n marina y cargada con diversos elementos relacionados con las supersticiones del mar: una escoba, que nunca has de poner del rev¨¦s pues pescar¨¢s huesos y calaveras; sal, que no se puede pasar de una embarcaci¨®n a otra; zapatos de calle que jam¨¢s has de llevar a bordo, un paraguas...
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