Las c¨¢maras que leen la cara se extienden por Madrid

El recinto ferial de Ifema, uno de los lugares m¨¢s concurridos de Madrid, por donde pasan cuatro millones de personas al a?o, est¨¢ instalando c¨¢maras de reconocimiento facial. Es la ¨²ltima adici¨®n a un listado creciente de edificios de la capital y su entorno que ya cuentan con c¨¢maras inteligentes capaces de identificar a personas comparando la imagen de la c¨¢mara con las incluidas en una base de datos. Las de Ifema fueron licitadas en marzo, pero seg¨²n una portavoz del recinto ferial a¨²n no est¨¢n listas, por lo que no ser¨¢n usadas durante la Cumbre del Clima de la semana que viene.

Centros comerciales, estaciones de transporte y casinos son algunos lugares de Madrid donde ya est¨¢n funcionando c¨¢maras con alg¨²n tipo de inteligencia artificial, seg¨²n fuentes del sector de la videovigilancia que indican que la tecnolog¨ªa se ha extendido r¨¢pidamente en 2019. Los sistemas m¨¢s sofisticados pueden leer caras de delincuentes, desaparecidos o lud¨®patas que tienen prohibido el juego. Los estadios de f¨²tbol y el aeropuerto de Barajas piensan introducirlas pronto, seg¨²n esas fuentes. Ni LaLiga ni la Polic¨ªa Nacional o Aena confirmaron esta informaci¨®n.

Seg¨²n las fuentes del sector, muchos clientes no quieren desvelar que usan las c¨¢maras porque esta es una tecnolog¨ªa que inquieta y evoca a un control totalitario, aunque a?aden que es un miedo irracional. Los cr¨ªticos se?alan que las c¨¢maras, en manos de l¨ªderes autoritarios, podr¨ªan ser una tecnolog¨ªa perfecta para que perpetren sus abusos de poder, como por ejemplo controlar a los asistentes a protestas.

San Francisco, cuna de la revoluci¨®n tecnol¨®gica, ha sido en mayo de este a?o la primera gran ciudad de EEUU en prohibir estas c¨¢maras. Sus autoridades locales, familiarizadas con la tecnolog¨ªa y sus posibles excesos, advirtieron que la medida deb¨ªa ser vista como un mensaje de alerta al resto del mundo.

Una de las pocas empresas madrile?as que ha revelado por iniciativa propia que usa c¨¢maras con reconocimiento facial es la gestora de la Estaci¨®n Sur de Autobuses. Sus responsables han sido hasta ahora los portavoces m¨¢s entusiastas en Madrid de este tipo de tecnolog¨ªa porque dicen que ha servido para espantar a carteristas y otros delincuentes. En 2010, la estaci¨®n ten¨ªa cinco incidentes al d¨ªa. En todo 2019 hasta julio solo hab¨ªa tenido siete.

¡°Fue un antes y un despu¨¦s¡±, dice Miguel ?ngel Gallego, que fue durante todo ese per¨ªodo su director de seguridad. Recuerda que cuando desapareci¨® Diana Quer, en 2016, a¨²n no ten¨ªan la tecnolog¨ªa completamente instalada en la estaci¨®n. Su equipo invirti¨® dos jornadas de trabajo en revisar algunas grabaciones de pasajeros que llegaban en autobuses procedentes de Galicia en los que se pens¨® que la joven pod¨ªa haber regresado a Madrid. Con c¨¢maras y programas de reconocimiento facial la comprobaci¨®n habr¨ªa durado unos minutos. ¡°Fue un tiempo que los agentes se pod¨ªan haber ahorrado cerrando esa l¨ªnea de investigaci¨®n¡±, dice Gallego.

Cazar a los ¡°malos¡±

Los defensores de las c¨¢maras capaces de reconocer el rostro creen que muchos temores se deben a la falta de informaci¨®n. Las c¨¢maras por s¨ª solas son incapaces de identificar a los 20 millones de personas que pasan cada a?o por la estaci¨®n. El anonimato solo se acaba cuando alguien cruza en un ordenador la grabaci¨®n de la estaci¨®n con otra imagen de una persona en b¨²squeda, por ejemplo la foto policial de un sospechoso de un crimen.

¡°En la base de datos est¨¢n los malos; no est¨¢s t¨²¡±, dice Fernando Dom¨ªnguez, director de ventas de Herta Security, una empresa con sede en Barcelona que ha desarrollado un software de lectura de rostros.

Gallego, que hace una semana dej¨® su empleo en la Estaci¨®n Sur para trabajar en Renfe, dice que en los ¨²ltimos meses ha pasado por su sala de control ¡°la flor y nata de la seguridad en Madrid, todos ¨¢vidos de saber c¨®mo funciona una tecnolog¨ªa que, agrega Gallego, va a ser nuestro futuro.

La Polic¨ªa Municipal dice que no emplea esta tecnolog¨ªa en las c¨¢maras callejeras de videovigilancia que tiene por lugares de mucho tr¨¢nsito. Se encuentran en Gran V¨ªa, Azca, Plaza Mayor, Puerta del Sol y la Castellana, y pronto ser¨¢n instaladas otras en Tetu¨¢n y Vallecas. Otras fuerzas de seguridad del Estado, clientes de Herta Security, no han revelado d¨®nde ejercen videovigilancia.

En Madrid hay otro tipo de c¨¢maras conectadas a programas de inteligencia artificial que no llegan a leer los rostros pero aportan informaci¨®n ¨²til. Varios centros comerciales tienen programas de este tipo que les permite identificar ciertos par¨¢metros de sus clientes como la edad o el g¨¦nero. Estos datos permiten al centro comercial orientar de forma m¨¢s precisa su oferta.

El paso siguiente, que veremos pronto, ser¨¢ la instalaci¨®n de un t¨®tem en cada entrada que mostrar¨¢ anuncios en funci¨®n del perfil del cliente que pase por la puerta, seg¨²n ?scar D¨ªez Quijano, portavoz de VisionIPnet, una empresa madrile?a de videovigilancia que ha instalado estos sistemas en dos centros de la regi¨®n. La empresa ve un futuro rosado. ¡°Esta tecnolog¨ªa va a multiplicarse¡±, dice D¨ªez Quijano.