La vida en un viejo ¡®600¡¯
El m¨ªtico veh¨ªculo sirve de detonante de una crisis familiar en el teatro Goya
En su nueva obra, que tambi¨¦n dirige en el teatro Goya de Barcelona, el dramaturgo catal¨¢n Pere Riera convierte La dona del 600 en un veh¨ªculo de emociones que, sin perder el equilibrio entre la comedia y el drama, tocan la fibra sensible del espectador. Hay en algunas escenas cierto exceso de sentimentalismo, algo casi inevitable cuando se llevan a escena conflictos familiares que afloran en la compleja gesti¨®n del duelo por la p¨¦rdida de una madre. Riera administra esa carga emocional con pericia y construye un h¨¢bil juego teatral que tiene en la calidad y frescura de los di¨¢logos su arma m¨¢s convincente.
'La dona del 600'
Autor¨ªa y direcci¨®n: Pere Riera
Merc¨¨ Sampietro, Jordi Banacolocha, ?ngels Gonyalons, Rosa Vila, Pep Planas
Teatre Goya
Barcelona, hasta el 15 de diciembre
Tom¨¤s, viudo septuagenario, ex empleado de la Pegaso, ha construido en el sal¨®n de su casa, pieza a pieza, una r¨¦plica del Seat 600 que marc¨® la biograf¨ªa vital y sentimental de su mujer, Carme. El valor simb¨®lico del coche que dio alas a las ansias de prosperidad de la clase media durante el franquismo cobra vida teatral como detonante de una crisis familiar larvada a fuego lento entre reproches, envidias y frustraciones.
Riera dibuja unos personajes cotidianos, tan cercanos, reconocibles y previsibles como los conflictos que muestra en escena. La gracia est¨¢ en c¨®mo cuenta Riera esos conflictos y, naturalmente, en lo bien interpretados que est¨¢n unos personajes que forman parte de nuestro paisaje vital y generacional. Esa madre como pilar emocional que sosten¨ªa una convivencia familiar aparentemente feliz cobra presencia simb¨®lica en ese 600 que ayuda a Tom¨¤s a mantener vivos sus recuerdos.
Merc¨¨ Sampietro (Carme) perfila con sabidur¨ªa y ternura la fuerza, y tambi¨¦n la fragilidad, de una madre capaz de generar felicidad mientras el c¨¢ncer dicta su cruel sentencia. Magn¨ªfico tambi¨¦n Jordi Banacolocha (Tom¨¤s) en el tono de socarroner¨ªa y tozudez del padre que defiende su casa como espacio de libertad. De hecho, todo el reparto cumple: ?ngels Gonyalons (Montse), cada vez mejor actriz, borda los cruces de reproches con Rosa Vila (Pilar), muy bien en un papel dif¨ªcil, como hermana con la autoestima bajo m¨ªnimos que esconde su frustraci¨®n con una mala leche de campeonato: su v¨ªctima m¨¢s d¨®cil ¡ªaunque reparte estopa¡ª es su ex marido, un muy acertado Pep Planas.
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