PP y Vox, dos socios siempre en guerra
Ayuso ve racismo en el discurso de Monasterio sobre los menores migrantes
Roc¨ªo Monasterio deja un gesto de incredulidad tras otro mientras Isabel D¨ªaz Ayuso descalifica como racista el discurso de Vox sobre los menores migrantes no acompa?ados que llegan a Madrid. Podr¨ªa ser el resumen del enfrentamiento entre dos partidos rivales, pero fotograf¨ªa las grietas que amenazan la relaci¨®n entre la presidenta del primer Gobierno de coalici¨®n de la historia de la Comunidad (PP y Cs) y su ¨²nico aliado (Vox). El enfrentamiento salta luego a las redes sociales, y culmina as¨ª meses de desencuentros, cr¨ªticas p¨²blicas y reproches privados. Una muestra de las dificultades que tendr¨¢n los tres partidos para pactar los Presupuestos, sacar adelante cualquier reforma de calado o dotar de estabilidad a una legislatura en la que solo les une una cosa: evitar que gobierne el PSOE, que gan¨® las elecciones.
"Me preguntan qu¨¦ opino de las conductas inc¨ªvicas seg¨²n el origen de quienes las cometen", dijo ayer D¨ªaz Ayuso, que contest¨® a una pregunta de Monasterio sobre los menores migrantes en el pleno de la Asamblea. "Eso quiere decir que aqu¨ª dependiendo de d¨®nde proceda cada uno esa conducta inc¨ªvica es m¨¢s o menos aceptable", a?adi¨® durante una sesi¨®n de control marcada por el lanzamiento de una granada de entrenamiento contra el centro de primera acogida de Hortaleza. "?Qu¨¦ pasa? ?Que si es espa?olazo, es de los nuestros, la conducta inc¨ªvica est¨¢ bien vista?", se pregunt¨® D¨ªaz Ayuso mientras Monasterio dejaba un gesto de incredulidad tras otro. "Pues qu¨¦ quiere que le diga, para m¨ª todas las conductas inc¨ªvicas, todas, son condenables", se respondi¨®. "D¨¦jeme que les diga que hacerme esta pregunta y poner en tela de juicio si pesa m¨¢s o menos un acto inc¨ªvico seg¨²n el origen de la persona que lo comete tiene otro nombre".
La acusaci¨®n de racismo constat¨® un choque larvado desde hace meses, y centrado principalmente en que Vox haya apoyado que se investigue el caso Avalmadrid ¡ªun ente privado con financiaci¨®n p¨²blica al que el Banco de Espa?a sancionar¨¢ pr¨®ximamente por conceder avales mal evaluados¡ª y en que la presidenta declare en la comisi¨®n correspondiente ¡ªtras conocerse que una empresa participada por su padre nunca devolvi¨® completamente un cr¨¦dito obtenido en 2011, cuando su hija no era cargo p¨²blico¡ª. Sobran los ejemplos.
24 de octubre. "A la primera de cambio usted me deja a mi tirada con esta comisi¨®n", le espeta D¨ªaz Ayuso a Monasterio.
14 de noviembre. "Dios no me hizo perfecta y por eso no soy de Vox", ironiza la presidenta.
4 de diciembre. "El hecho de que Vox, dependiendo de la necesidad, se al¨ªe con el Partido Socialista contra la presidenta de la Comunidad de Madrid es un error y tambi¨¦n es faltar al pacto que nos dimos", afirma D¨ªaz Ayuso durante una visita oficial en Bruselas, amplificando el conflicto abierto a nivel nacional entre el PP y Vox el d¨ªa anterior, cuando los dos partidos se cruzaron duros reproches tras no pactar la composici¨®n de la Mesa del Congreso.
Esa afirmaci¨®n es recogida con sorpresa por el partido de extrema derecha, que no entr¨® en el Gobierno de la Comunidad y se qued¨® en la oposici¨®n.
"Confunden un acuerdo de investidura con un pacto de gobernabilidad", explican desde el partido de extrema derecha, donde se reconoce que la relaci¨®n entre las dos l¨ªderes es casi inexistente. "Est¨¢ faltando pol¨ªtica", a?aden en referencia a que la falta de actividad legislativa significativa en la Asamblea. "Pero nuestro compromiso es con la estabilidad".
Hace una semana, D¨ªaz Ayuso y su vicepresidente, Ignacio Aguado, celebraron los primeros cien d¨ªas de su gobierno conjunto. Monasterio no acudi¨® a la cita, pese a que fue invitada. Su ausencia le evit¨® presenciar c¨®mo los dos socios gubernamentales explicitaban su desacuerdo sobre el papel que ha jugado y jugar¨¢ Vox en el Gobierno. Mientras la presidenta agradec¨ªa el apoyo de la extrema derecha en la investidura, y subrayaba su compromiso con las medidas que ofreci¨® a cambio de aquellos votos, Aguado omit¨ªa cualquier menci¨®n en su discurso, y limitaba luego el alcance del compromiso adquirido con Vox ¡ªque ni siquiera se puso por escrito¡ª.
Ese desencuentro tuvo categor¨ªa de aviso. Quedan m¨¢s de tres a?os de legislatura, pero solo la oposici¨®n a que gobierne la izquierda sirve como pegamento para el PP, Cs y Vox.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.