De la granja al comedor en ocho kil¨®metros

Pasan pocos minutos de la una y 38 ni?os de diferentes edades entran pausadamente al comedor. Son pocos porque este es el colegio rural de Organy¨¤ (Lleida), un municipio que no llega a los 800 habitantes, 60 de ellos acuden a la escuela. En este centro, rodeado de monta?as y aire limpio, los escolares comen un men¨² de verdadero kil¨®metro cero. Hoy hay yogur de postre, pero uno que no sale por la tele. Es de la granja La Reula, situada en el mismo municipio, y que ha terminado la fermentaci¨®n hace unas horas. Son yogures reci¨¦n hechos y de producci¨®n local.

Estos l¨¢cteos solo han recorrido ocho kil¨®metros hasta el comedor escolar. Ermengol y Toni Majoral son los propietarios de esta granja familiar, que hace pocos meses que tiene la certificaci¨®n ecol¨®gica, y adem¨¢s de comercializar leche fresca, elaboran productos como yogures, reques¨®n y queso fresco. Este es el cuarto curso que participan en el programa Mengem d¡¯aqu¨ª (Comemos de aqu¨ª), una iniciativa de los consejos comarcales del Alt Urgell y la Cerdanya, para que los productores de la zona entren en las escuelas, y eduquen a los alumnos en los beneficios de la alimentaci¨®n local.

Ermengol Majoral cuenta que antes de adherirse al programa, solo serv¨ªa sus yogures a un comedor escolar de la comarca. Pero este curso, que es el cuarto del proyecto, consumen los l¨¢cteos de La Reula los alumnos de 16 centros p¨²blicos, entre guarder¨ªas y centros de primaria y secundaria.

La granja tiene unas 500 vacas y vende la leche ecol¨®gica a una empresa envasadora m¨¢s grande, Puleva, y adem¨¢s tiene su propia marca comercial, de productos artesanos que elaboran en el obrador que tienen en la misma granja, que distribuyen en tiendas, hoteles y restaurantes de la zona. No se hab¨ªan planteado aumentar la presencia en los comedores escolares hasta que conocieron este programa. Pero entrar en los colegios es una buena manera de llegar a los consumidores del futuro, reconoce Majoral, quien asegura que ¡°hay ni?os que ya piden en su casa los mismos l¨¢cteos que comen en el colegio¡±.

El uso de productos locales no ha repercutido en el precio del men¨²

Precisamente este es el objetivo del Mengem d'aqu¨ª, subraya Anna Gallart, coordinadora del proyecto: que los ni?os aprendan a comer ¡°sano, variado y sostenible con la introducci¨®n del productor local¡±. Para hacerlo posible, el consorcio ha contado con financiaci¨®n del Departamento de Agricultura de la Generalitat y del Fondo Europeo Agr¨ªcola de Desarrollo Rural (FEADER) de la UE, adem¨¢s del asesoramiento nutricional de la Fundaci¨®n Alicia, que se encarga de la formaci¨®n de los cocineros. Eva ?lvarez, responsable de la cocina de la escuela Miret y Sans de Organy¨¤, cuenta que el principal cambio ha sido el origen de los alimentos, con muchos m¨¢s frescos y menos congelados y procesados: ¡°Ahora los men¨²s contienen m¨¢s verdura y menos rebozados¡±.

Para reforzar los beneficios de un men¨² de m¨¢s proximidad y temporada, que sigue las recomendaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), tambi¨¦n se ha formado a los monitores, que explican a los peque?os por qu¨¦ no se sirven fresas en invierno y tienen una tabla en la pared donde pueden comprobar cu¨¢les son las verduras y frutas de cada temporada.

Los impulsores del Mengem d¡¯aqu¨ª tambi¨¦n han trabajado con las familias, que al principio ten¨ªan sus dudas. Gallart explica que actualmente el 70% de las familias han aceptado bien el nuevo men¨², un 15% est¨¢n muy entusiasmados y quieren ir hacia una dieta todav¨ªa m¨¢s saludable y otro 15% todav¨ªa tiene reticencias. Por eso, el proyecto cuenta con el apoyo del colectivo de m¨¦dicos de Pediatria dels Pirineus.

La cocinera de un centro: ¡°Ahora hay m¨¢s verdura y menos rebozados¡±

Es evidente que en las monta?as del Alt Pirineu y la Cerdanya no se encuentran todos los alimentos que forman parte del men¨². Gallart explica que usan ¡°el sentido com¨²n¡± a la hora de buscar los proveedores. Primero van al entorno m¨¢s inmediato, donde encuentran productores de l¨¢cteos, huevos, legumbres, carnes o verduras, pero para otros alimentos ampl¨ªan el radio. Por ejemplo, el aceite se compra a productores de la pr¨®xima Garrigues. Actualmente, hay 34 productores locales adheridos al proyecto, de los cuales nueve tienen certificaci¨®n ecol¨®gica. La incorporaci¨®n de productores locales en los comedores no ha repercutido en el coste del ticket que pagan las familias. Gallart asegura: ¡°No encarecer el precio del men¨² era un requisito¡±.