Los campeones de la solidaridad golean a la indiferencia
Emilio Arag¨®n y Acci¨®n Contra el Hambre re¨²nen a 20 artistas y casi 4.000 espectadores en el segundo concierto de 'Lucha de Gigantes'
Hay gigantes y gigantes. Los hay tan grandes que ya alcanzan la consideraci¨®n de titanes. Si para conseguir el agua que necesitan millones de seres humanos se requiere un esfuerzo may¨²sculo, nadie como Miguel R¨ªos ¡ªun hist¨®rico en plenitud de forma a sus setentaytantos¡ª para abrir el concierto ben¨¦fico que Acci¨®n Contra el Hambre convocaba este mi¨¦rcoles en el WiZink Center bajo el ep¨ªgrafe de Lucha de Gigantes. En apenas 10 memorables minutos, R¨ªos tuvo tiempo para reimaginar la canci¨®n hom¨®nima de Antonio Vega, refrescar un inmortal cl¨¢sico propio que ven¨ªa muy a cuento (El r¨ªo), desesperarse ante el ¡°negacionismo cerril¡± que se propone difuminar la emergencia clim¨¢tica e incluso abroncar sin muchos miramientos a los espectadores remolones que no acababan de acomodarse en sus sillas. Muy grande, gigantesco, el bueno de Miguel: dijo a principios de la d¨¦cada que se ¡°medio retiraba¡±, y desde entonces reaparece cuando la causa lo merece. Es decir, cuando le viene en gana. Este mi¨¦rcoles, por ejemplo: qu¨¦ ocasi¨®n mejor.
Emilio Arag¨®n, que adem¨¢s de artista inabarcable es vicepresidente de Acci¨®n Contra el Hambre, fue quien acert¨® a vincular la solidaridad de los m¨²sicos espa?oles con la lucha concienciada por un reparto un poco menos insostenible de la riqueza. Lucha de gigantes, el himno escrito en 1987 por su inolvidable amigo de adolescencia, fue al principio un disco de versiones que difundi¨® este peri¨®dico en oto?o de 2018, luego tambi¨¦n un documental y finalmente, hace ahora justo un a?o, un concierto colectivo en el Teatro Real. Sucede, por fortuna, que la solidaridad es contagiosa y los corazones generosos, mayor¨ªa absoluta frente a las mentes cerriles. Por eso, las 1.700 butacas ocupadas en diciembre pasado en el distinguido templo de la l¨ªrica se convirtieron ayer en 3.800 implicados en la causa desde la pista o la grada central extensible. Eran tres horas, ?tres!, de m¨²sica con una veintena de artistas conocidos y reconocidos. Y era una oportunidad de sentirse ¨²til con el planeta y el pr¨®jimo. Un buen plan a una semana justa de Navidad, se mire por donde se mire.
Los recitales colectivos siempre se debaten entre la variedad y la dispersi¨®n. Cada cual tiene sus favoritos en el cartel, aunque a raz¨®n de dos temas por cabeza no hay tiempo para grandes efusividades desde el grader¨ªo. La tristeza lirica de McEnroe y la garganta luminosa de La Bien Querida salpimentaron los primeros compases de la noche con leg¨ªtimo esp¨ªritu indie, mientras que los muy consolidados Miss Caffe¨ªna suministraron uno de sus mayores ¨¦xitos (Mira c¨®mo vuelo) junto a una canci¨®n menos difundida, Eres agua, que encajaba en la fiesta como un refrescante borbot¨®n de frescura. Pero los primeros suspiros y hasta grititos desde el grader¨ªo, j¨®venes e inequ¨ªvocamente femeninos, los propici¨® Guitarricadelafuente, un chaval¨ªn turolense de 22 a?itos que a¨²n no tiene ni disco pero al que ya se le ve por todas partes. Su canci¨®n aflamencada, sensible y con desparpajo pinta a fen¨®meno juvenil para 2020.
Lleg¨® y arras¨® la malague?a Anni B Sweet, que ha dejado atr¨¢s su aureola de chica l¨¢nguida y susurrante para erigirse en una muy atractiva fierecilla ind¨®mita. Josemi Carmona tir¨® de t¨¦cnica abrumadora para enfilar Grana¨ªna pa su papa, una preciosidad para guitarra solista, y luego convoc¨® a Alba Molina y Emilio Arag¨®n en Te quiero mucho, la adaptaci¨®n del cl¨¢sico Can¡¯t take my eyes off you. Y para cl¨¢sicos, Los Secretos, que desenfundaron dos t¨ªtulos imbatibles, Ojos de gata y Pero a tu lado. Curioso que esta ¨²ltima, hoy un himno que coreaban hasta los esforzados chavales con los barriles de cerveza a la espalda, fuese casi ignorada cuando Enrique Urquijo la escribi¨®, all¨¢ por 1995.
Otro cantautor, Andr¨¦s Su¨¢rez, tambi¨¦n es nuevo embajador oficial de la ternura, y m¨¢s con ese acentazo ferrolano para las presentaciones. ¡°Tenemos la obligaci¨®n de hacer cosas por much¨ªsima gente¡±, proclam¨® el cantante de Viva Suecia, Rafa Val, solo un par de minutos despu¨¦s de que la periodista ?ngels Barcel¨® hubiese hecho ejercicio de autocr¨ªtica: ¡°Igual que a los pol¨ªticos solo les preocupan las pr¨®ximas elecciones, a los medios de comunicaci¨®n solo les interesan los datos de audiencia. Tenemos que contar las cosas m¨¢s y mejor, en profundidad, no quedarnos en la foto del ni?o muerto en la playa¡±.
¡°El r¨ªo es un dios l¨ªquido¡±, canta Shuarma, l¨ªder de Elefantes, en Agua, escrita en compa?¨ªa del poeta Benjam¨ªn Prado y otra de esas piezas que encajaban en el men¨² de la velada como un guante. Antes, Emilio Arag¨®n hab¨ªa reaparecido para acompa?ar a La Mala Rodr¨ªguez, el m¨¢s reciente Premio Nacional de M¨²sicas Actuales, en la ultrasensible Mami. Y m¨¢s tarde, redobladas emociones desnudas: las de una S¨ªlvia P¨¦rez Cruz capaz de enmudecer el pabell¨®n con un acompa?amiento instrumental ¨ªnfimo. Qui¨¦n necesita, con semejante caudal en la garganta, m¨¢s revestimientos. As¨ª, de hecho, conmueven y se aplauden m¨¢s esos versos como pu?aladas a la conciencia: ¡°Es indecente, es indecente / Gente sin casa, casas sin gente¡±.
Izal, una de esas bandas para las que reventar el WiZink se ha convertido casi en h¨¢bito, afront¨® el tramo final de la velada cuando ya el cron¨®metro superaba las dos horas y media de sarao. ¡°Ten¨ªamos una responsabilidad y hoy hemos triunfado incluso frente al gran rival futbolero¡±, se felicit¨® el carism¨¢tico Mikel Izal. Pista libre para Macaco, hombre de acreditada conciencia social y ecol¨®gica. ¡°Nuestros pol¨ªticos deben crear de una vez leyes contra el cambio clim¨¢tico¡±, resumi¨® Dani Carbonell. El honor del colof¨®n le correspondi¨® a Kiko Veneno, ya sobre la bocina (y nos dieron las doce), convocando a todos los participantes en un Volando voy final, con las luces ya encendidas y sin amplificaci¨®n.
Hay negacionistas de casi todo, porque la estupidez es as¨ª de osada, pero no se conoce a¨²n el negacionismo frente a una frase tan elocuente como ¡°Enamorado de la vida, aunque a veces duela¡±. Purita filosof¨ªa para el com¨²n de los mortales y un buen resumen para una noche en la que, tres horas y treintaymuchas canciones despu¨¦s, los buenos sentimientos le ganaron por goleada a la indiferencia.
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