Porteros de pisos: peligro de extinci¨®n
El sindicato del gremio calcula que existen 15.000, 5.000 menos que en 2014
Sucedi¨® el pasado domingo. Aparc¨® el coche, subi¨® las escaleras, se acomod¨® en su butaca del Estadio Santo Domingo. Pitido inicial, primeros compases entre el Alcorc¨®n, que juega en casa, y el Fuenlabrada, el derbi. Dos, tres, cuatro¡ siete minutos de partido. Le suena el m¨®vil:
¡ª Juli¨¢n, que se me ha roto el radiador, que aqu¨ª no para de salir agua.
Era un vecino. De modo que Juli¨¢n Charav¨ªas, el portero del edificio n¨²mero 5 de la calle de Porto Cristo de Alcorc¨®n, sali¨® pitando del campo. ¡°?Era mi obligaci¨®n!¡±, cuenta. Tambi¨¦n era domingo. ¡°Lo ¨²nico que hice fue apagar la calefacci¨®n de los dos pisos afectados, baj¨¦ al circuito de agua y desconect¨¦ la conexi¨®n para evitar m¨¢s fugas¡±. El cordob¨¦s Charav¨ªas ¡ªapellido muy propio para este oficio¡ª dice que al principio le cost¨® adaptarse en este mundillo. ¡°Es un trabajo muy psicol¨®gico¡±, observa con su cepillo y su recogedor en la mano. ¡°Nosotros interpretamos un papel en la vida. De cara a la sociedad est¨¢ mejor visto ser militar y piloto que portero. Pero hay gente, como nosotros, que se gana la vida humildemente. Este oficio se est¨¢ perdiendo, como los aguinaldos¡±. Cuando solucion¨® el dilema de la calefacci¨®n, Charav¨ªas, de 47 a?os, menudo y con un hijo de 14, volvi¨® al estadio. ¡°Me perd¨ª el gol del Alcorc¨®n, pero pude ver la segunda parte¡±.
¡ª ?Le gustar¨ªa que su hijo fuera portero?
¡ª S¨ª, pero del Madrid.
No. No existe una cifra oficial de porteros en la capital. Jos¨¦ Luis Carralero ¡ª ¡°ponga que estoy jubilado y punto¡±¡ª, trabaj¨® en este oficio antes de crear el sindicato para este gremio en 2014. Dice que, seg¨²n sus datos, ahora mismo existen en la capital alrededor de 15.000 porteros y conserjes; 5.000 menos que hace cinco a?os. Que el tal¨®n de Aquiles del sector son los porteros autom¨¢ticos y las empresas multiservicios. ¡°?Contratan a conserjes con sueldos m¨¢s limitados!¡±. Que los que est¨¢n adscritos a este sindicato pagan una cuota que no llega a 100 euros al a?o y que, de momento, este oficio sigue vivo. ¡°Se mantiene¡±.
A Dolores Rubio, Lola, le quedan cuatro a?os para cerrar con llave la porter¨ªa del portal n¨²mero 5 de la calle Uruguay. ¡°Empec¨¦ en esto porque me pill¨® una ¨¦poca en la que nacieron mis dos hijos y no me cog¨ªan para trabajar en ning¨²n sitio¡±. Hoy no llega a los 1.000 euros al mes. ¡°Depende de c¨®mo se entienda. En mi sueldo tambi¨¦n se incluye la casa y no pago la luz¡±. Cada d¨ªa lidia con 20 vecinos ¡ª¡°alguno me ha invitado a cenar¡±¡ª , con un bloque de cinco plantas ¡ª ¡°adem¨¢s de un poto, un zicus y una palmera que me dio mi madre¡±¡ª, y con una gran escalera ¡ª¡°lo primero que limpio, a las 7.00, cuando entra la luz"¡ª . Antes de ser portera, que reconoce que hay muchas m¨¢s de las que la gente piensa ¡ª¡°en la calle Chile, por ejemplo, trabajan much¨ªsimas¡±¡ª, trabaj¨® como auxiliar administrativo, como asistente en una inmobiliaria, como dependienta en una zapater¨ªa y hasta en un estanco.
¡ª ?Volver¨ªa a ser portera?
¡ª ?Nunca!
¡°No me ha ido mal, pero no era el trabajo de mi vida. Me acomod¨¦¡±. Observando su vida laboral desde su escritorio, resume el oficio como un gran confesionario. ¡°Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que lo que necesita la gente es hablar¡±.
Que se lo digan a Valent¨ªn Carballo ¡ªtraje azul marino, camisa blanca y corbata a juego. ¡°Digo siempre el mismo refr¨¢n de los porteros: del portal para fuera soy ciego y del portal para dentro soy sordo¡±. E insiste: ¡°Esto lo digo yo, a m¨ª no me lo ha dicho nadie¡±. En resumen: ¡°Lo que se dice en el portal, se queda en el portal¡±. A sus 58 a?os ¡ªempez¨® en estas paredes a los 36¡ª se sabe toda la vida de los 22 vecinos que comparten edificio con ¨¦l en el n¨²mero 12 de la calle Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, en el barrio de Chamart¨ªn. Trabaja de lunes a viernes. Nueve horas al d¨ªa. ¡°Tengo un suplente para el fin de semana que se llama Marcos. Lo eleg¨ª yo, ?eh?¡±. Por si las dudas, explica: ¡°Lo conoc¨ª en otro portal y me lo traje¡±. Si pudiera, volver¨ªa a ser portero otra vez. ¡°Siempre se es m¨¢s cercano que un conserje¡±. O dicho de otro modo: uno duerme en el bloque, el otro siempre est¨¢ de paso. ¡°Lo que he notado en estos a?os es que cada vez recojo m¨¢s paquetes de Amazon¡±. A este gallego de nacimiento le encanta servir:
¡ª ?Echa de menos las playas de su tierra?
¡ª S¨ª, pero no el tiempo.
Carballo resume este oficio como un b¨²nker cerrado. ¡°Los porteros no tenemos grupo de WhatsApp. Nos vamos conociendo poco a poco, de o¨ªdas, de aqu¨ª para all¨¢... Eso s¨ª, cada vez vamos quedando menos. Somos un oficio en extinci¨®n¡±.
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