De compras por la Barcelona de hace un siglo
La empresa Cultruta programa visitas a comercios emblem¨¢ticos de la ciudad, abiertos, cerrados y a punto de cerrar
En plena vor¨¢gine de comidas navide?as, compras de fin de a?o y regalos de Reyes hay quien prefiere hacer un alto en el camino y dar una vuelta, sosegada, por la Barcelona de hace un siglo, para saber qu¨¦ se compraba entonces y cu¨¢les eran los ejes comerciales de la ciudad; algo arduo por los cambios urban¨ªsticos vividos desde entonces. Pero Barcelona, como las grandes ciudades, por modernas y cosmopolitas que sean, conserva elementos de su pasado que le dan pedigr¨ª y personalidad en un mundo de franquicias y tiendas clonadas que venden lo mismo aqu¨ª que en cualquier parte del mundo.
El s¨¢bado, una veintena de personas, todas de Barcelona y la gran mayor¨ªa adultas, acompa?aron a Rafa Burgos de Cultruta (con el apoyo de Barna Centre y Amics de La Rambla) por algunos de los comercios emblem¨¢ticos que todav¨ªa, por suerte, quedan en Barcelona, aunque muchos perviven mutados en modernas cadenas de restauraci¨®n y de ropa. Muchos otros han cerrado ante la subida abusiva de alquileres o la jubilaci¨®n de sus due?os.
Es lo primero que explica Burgos al puntual grupo que le espera a las 10.30 en la plaza de Sant Jaume, en un momento en el que la ciudad se despereza y solo cruzan la plaza grupos de turistas extranjeros. ¡°Barcelona catalog¨® en 2014 todos los establecimientos emblem¨¢ticos: 226, la mayor¨ªa en el Eixample derecho, el G¨°tic y el Raval. Desde entonces han cerrado 31, por la ley Boyer de 1994 que tuvo 20 a?os de moratoria. Despu¨¦s, pocos han podido hacer frente a subidas de alquileres de 1.000 a 7.000 euros mensuales. Sois unos privilegiados, visitaremos una tienda que cerrar¨¢ el d¨ªa 31 para siempre, despu¨¦s de 200 a?os¡±. ?Menudo privilegio!
Despu¨¦s de visitar por fuera la cerer¨ªa Llu¨ªs Codina (Bisbe, 2), transformada en alpargater¨ªa pero que conserva el mobiliario, el taller y la m¨¢quina de fabricar velas de 200 a?os, el grupo llega a Cerer¨ªa Subir¨¤ (Baixada de la Llibreteria, 7), abierta desde 1761, pese a que el primer local que ocup¨® estaba en la cercana Via Laietana, que al construirse acab¨® con miles de casas y palacios. ¡°La moda de decorar con velas ha ayudado a que el negocio perviva¡±, explica Burgos en la puerta. Dentro del para¨ªso de la cera, en medio de velas con forma de repollo, hamburguesa, pastel y el cl¨¢sico cirio, el gu¨ªa pide a una de las empleadas que le pase un caj¨®n del mostrador: ¡°Lo importante de estas tiendas es que conservan cosas como esta¡±. Y lee: ¡°El 31 de julio de 1904 muri¨® el amigo y dependiente de esta casa¡±.
Para pasar el mal trago, en la contigua dulcer¨ªa La Colmena (plaza de l'?ngel, 12), tras cruzar un aparador lleno de merengues, mantecados, tabletas de turr¨®n y cerdos de mazap¨¢n, el grupo es obsequiado con caramelos de la casa. ¡°Se hacen con la misma f¨®rmula desde 1849. No habr¨¢n probado nada igual¡±, espeta Josep Maria Roig, due?o de la pasteler¨ªa, que ha superado ya los 150 a?os de vida. En la puerta, Burgos llama la atenci¨®n ante el intenso olor a dulce. ¡°Hay elementos del patrimonio inmaterial que tambi¨¦n hay que reivindicar¡±.
El gu¨ªa salpimenta el recorrido con an¨¦cdotas como que el santo que preside la plaza se?ala con el dedo al fraile que le cort¨® un dedo a Santa Eul¨¤lia cuando la trasladaban de Santa Maria del Mar a la catedral; y como en la esquina con Via Laietana, la numism¨¢tica Calic¨® conserva una ventanilla para vender loter¨ªa.
La ruta sigue por lo que fue la tienda de sombreros Ferreri (Princesa, 7), hoy Arlequ¨ª, casa de m¨¢scaras en traspaso. Al lado, el Rey de la Magia (Princesa, 11), ¡°la tienda de magia m¨¢s antigua de Espa?a¡±, de 1881, un aut¨¦ntico templo de este arte al que han peregrinado artistas como Joan Brossa.
De vuelta a la plaza Sant Jaume el grupo sigue por la calle del Call, con establecimientos como Dulcinea, una tienda al por mayor regentada por asi¨¢ticos cuyo nombre es lo ¨²nico que pervive de la Tipograf¨ªa Cormellas (Call, 14-16) que aparece citada en la segunda parte del Quijote. Justo enfrente, Burgos se?ala un edificio estrecho en el que Gaud¨ª tuvo su primer despacho de arquitecto. Edificios, calles y casas llenas de historias para escribir un libro.
Tras pasar por tiendas que lo mismo venden collares y pulseras como carcasas para m¨®viles se llega a la sombrerer¨ªa Obach (Call, 2), con modelos que llevan a maldecir por qu¨¦ no ha vuelto la moda de cubrirse la cabeza. Es la calle paralela a la gran avenida que fue la calle Ferran, antes de que el paseo de Gr¨¤cia entrara a funcionar como ¨²ltimo aparador de la burgues¨ªa barcelonesa. Pero en paseo de Gr¨¤cia no existe tienda alguna que presuma de que haya entrado a comprar una emperatriz. Es lo que hace la antigua librer¨ªa Universal (Ferran, 33), hoy tienda de souvenirs, que en 1893 visit¨® Siss¨ª para comprar obras de Shakespeare en franc¨¦s e ingl¨¦s.
¡°Era una de las calles m¨¢s elegantes de Europa, con locales como los de An¨ªs del Mono y joyer¨ªas como Masriera o Maci¨¤¡± (Ferran, 25), donde ahora hay un Starbucks que conserva algunos elementos de la decoraci¨®n de Puig i Cadafalch, como el suelo de mosaico y los techos con esgrafiados. Los clientes, turistas todos, no se percatan hasta que el grupo entra y no deja de mirar y se?alar arriba y abajo. La ruta termina en La Rambla visitando la camiser¨ªa Xanc¨® y sus atareadas dependientas, quiz¨¢ porque saben que en unas pocas horas bajar¨¢n la persiana para siempre. Por suerte, la ruta de Cultruta la mantendr¨¢ en su recorrido los pr¨®ximos d¨ªas 3 y 11 de enero. Pero ya nadie podr¨¢ ver la magn¨ªfica caja registradora, digna de museo, que preside este bicentenario establecimiento condenado a cerrar.
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