Los venezolanos llegan a Madrid a ritmo de v¨¦rtigo
Ninguna comunidad de inmigrantes ha desembarcado tan r¨¢pido en la historia reciente de la regi¨®n: m¨¢s de 20.000 al a?o
En 2008 hab¨ªa tan pocos venezolanos en Madrid que dos peque?os fabricantes de queso al estilo de ese pa¨ªs, Jos¨¦ Luis Mar¨ªn y su yerno Fernando Rodr¨ªguez, ten¨ªan que buscar a sus compatriotas por la ciudad, montados en su Opel Astra. Iban con el maletero cargado al barrio de Las Tablas, a la sede de T¨¦cnicas Reunidas, la empresa petrolera que empleaba a decenas de ingenieros venezolanos. Hoy estos dos queseros venden sus productos aut¨®ctonos en Carrefour o El Corte Ingl¨¦s. Su empresa, Antojos Araguaney, emplea a 120 personas y tiene planes de expansi¨®n ambiciosos. Quieren mudarse en marzo a una nueva nave de 3.000 metros cuadrados en Rivas-Vaciamadrid, un municipio que colinda con la capital por el sureste, porque la actual de 700 metros cuadrados se les ha quedado peque?a.
El ¨¦xito de Antojos Araguaney se debe al trabajo duro y a un aumento extraordinario de sus consumidores potenciales. Los venezolanos son los inmigrantes que llegaron en mayor n¨²mero a la Comunidad de Madrid en el primer semestre de 2019: 11.899, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Estad¨ªstica de Migraciones,?conocidos este mi¨¦rcoles. Es un desembarco masivo sin igual en los ¨²ltimos a?os.?Ning¨²n otro grupo nacional de inmigrantes ha crecido en m¨¢s de 20.000 miembros al a?o desde 2008, cuando el Instituto Nacional de Estad¨ªstica comenz¨® a publicar esta serie. Los venezolanos en Madrid llevan dos a?os seguidos superando esa marca.?En total, viven en la regi¨®n de Madrid probablemente m¨¢s de 100.000 personas nacidas en el pa¨ªs sudamericano. La cifra exacta la conoceremos en abril, cuando el INE publique la actualizaci¨®n del padr¨®n sumando entre otros estos nuevos datos de inmigrantes.
Mar¨ªn y Rodr¨ªguez salieron de su pa¨ªs en los primeros a?os del chavismo, antes de que la cosa se pusiera fea. Desde entonces han visto en Madrid la dram¨¢tica llegada de compatriotas que huyen del caos pol¨ªtico y econ¨®mico. Ahora, Antojos Araguaney es motivo de orgullo para los venezolanos en Madrid y un ejemplo para emprendedores que buscan prosperar en Espa?a. "Yo siempre les doy el mismo consejo: trabajo, trabajo y trabajo", dice Mar¨ªn, que a sus 69 a?os no tiene planes de tomar un descanso.
Madrid recibe solo una peque?a parte del gran ¨¦xodo de venezolanos por Estados Unidos, Latinoam¨¦rica y Europa, que asciende a 4,6 millones de personas desde 2015, seg¨²n Naciones Unidas. La cifra podr¨ªa subir este a?o a 6,5 millones, seg¨²n la organizaci¨®n. Este drama comparable en dimensi¨®n al de los refugiados sirios est¨¢ transformando las ciudades de acogida. La huella cultural en Madrid se siente en rincones como el Mercado Maravillas, en las nuevas areperas por la ciudad que sirven el producto m¨¢s popular, o en el auge que experimenta la liga de softball, una variante del b¨¦isbol, el deporte rey del pa¨ªs sudamericano. Son una adici¨®n a una regi¨®n cada vez m¨¢s diversa donde los rumanos (136.661) y los colombianos (100.732) son todav¨ªa las minor¨ªas m¨¢s grandes.
Tambi¨¦n se siente la presi¨®n en los comedores sociales y los albergues.?El perfil de los venezolanos que llegan a Madrid se ha transformado r¨¢pidamente y cada vez tienen menos recursos, seg¨²n la venezolana Cristina Isacura, una abogada de inmigraci¨®n que ha visto c¨®mo se ha diversificado la clientela que entraba por la puerta de su despacho en la Puerta del Sol. Hace ocho a?os eran principalmente j¨®venes profesionales con ahorros, o ricos que compraban pisos de lujo en el barrio de Salamanca. Pero desde hace dos a?os muchos llegan en situaci¨®n desesperada. ¡°He visto ni?os solos mandados por sus padres, algunos desnutridos, eso est¨¢ pasando mucho¡±, dice Isacura. ¡°A veces he hablado con personas que no se imaginan que hay venezolanos sin dinero para comprarse un tique de tren¡±.
Ingenieros sin techo
Tambi¨¦n est¨¢n llegando a Madrid muchas personas mayores, padres o abuelos de j¨®venes ya instalados aqu¨ª. Es un seguro de vida porque en Venezuela hay una acuciante falta de medicinas. En la mayor¨ªa de los casos los j¨®venes tienen formaci¨®n universitaria pero trabajan en empleos manuales como repartidores o camareros, dice Tom¨¢s P¨¢ez, coordinador del Observatorio de la Di¨¢spora Venezolana. Las familias malvenden sus propiedades en Venezuela para tener un fondo de auxilio. "Apartamentos de 200 metros cuadrados en zonas que antes eran cotizadas en Caracas se est¨¢n vendiendo por menos de 60.000 euros", dice P¨¢ez.
Los m¨¢s ricos compran inmuebles y su residencia legal gracias al programa visa de oro. El resto suele entrar en un largo proceso de solicitud de asilo. Si tienen un colch¨®n d¨¦bil acaban pasando penalidades.?Erwuin Contreras, un fisioterapeuta de 33 a?os, vendi¨® su preciado Volkswagen Beetle de colecci¨®n para pagarse el pasaje a¨¦reo a Madrid. Las cosas se torcieron y durante un tiempo durmi¨® en un cajero. Ahora canta en el metro con un cuatro, un instrumento de cuerda. Gana entre 35 y 40 euros al d¨ªa. "Mi sue?o ahora es grabar mi canci¨®n En los rieles de Madrid, para contar mi historia, nuestra historia¡±, dice ¨¦l.
Daniel P¨¦rez es un ingeniero biom¨¦dico de 29 a?os que solo lleva un mes y medio en Madrid y ha dormido en la calle, en una iglesia y ahora en un albergue. A pesar de las penurias es optimista. "He conocido buenas personas aqu¨ª y buenos contactos que me van a servir cuando tenga el permiso de trabajo", dice P¨¦rez, que vive con su pareja, que es contable.
Sus historias contrastan abruptamente con las de sus compatriotas con m¨¢s recursos. La familia Coh¨¦n es due?a del Sambil de Legan¨¦s, el centro comercial outlet m¨¢s grande de Espa?a. Otros muchos han comprado pisos de m¨¢s de dos millones de euros en el barrio de Salamanca. En una de sus elegantes calles, Kika Payares y otras tres socias han abierto InCasa, una tienda de decoraci¨®n orientada al gusto vanguardista de los venezolanos adinerados del barrio. Una escultura de unos labios rojos de casi medio metro de ancho cuesta 1.170 euros. Pero ahora est¨¢n introduciendo objetos m¨¢s cl¨¢sicos porque quieren crecer y han notado c¨®mo el flujo de venezolanos est¨¢ remitiendo. Buscan atraer al cliente espa?ol, m¨¢s conservador. "El [venezolano rico] que quer¨ªa salir ya lo hizo", dice Payares.
La consultora inmobiliaria Engel & Volkers dice que el pico de compras por venezolanos en Salamanca y otras zonas caras?de Madrid ya pas¨®. Los venezolanos coparon un 50% de las adquisiciones de inmuebles de m¨¢s de un mill¨®n de euros en el ¨²ltimo trimestre de 2017 y el primero de 2018. Ahora rondan el 20%.?
Juan Carlos Guti¨¦rrez, abogado en el despacho de Cremades & Calvo-Sotelo, cree que parte de esa ca¨ªda se debe a que Espa?a ha apretado recientemente las tuercas contra los blanqueadores de capitales afines al chavismo. "La presi¨®n cada vez mayor est¨¢ haciendo que los boliburgueses [la ¨¦lite chavista] tengan que llevar su dinero a Rusia, Turqu¨ªa y otros pa¨ªses donde meter el dinero es mucho m¨¢s arriesgado", dice Guti¨¦rrez. A pesar de eso a muchos venezolanos en Madrid les duele convivir con algunos conocidos empresarios del chavismo, como Alejandro Betancourt, socio capitalista de la cadena de gafas de sol Hawkers. Betancourt compr¨® en 2012 un palacete en?Santa Cruz de Retamar, en Toledo.
Seg¨²n Rolando Seijas,?fundador venezolano de SNB Capital, una compa?¨ªa de inversi¨®n inmobiliaria en Madrid, la ¨¦lite de su pa¨ªs ha entrado en una nueva fase, la del emprendimiento. Al llegar compraron inmuebles y una vez asentados se han puesto manos a la obra. Ahora, dice Seijas, hay un boom de aperturas de restaurantes. ?l mismo ha abierto dos en la capital, The Lobstar, especializados en la cocina de marisco estadounidense.
Explica que cuando un inmigrante llega a un lugar nuevo atraviesa forzosamente un per¨ªodo de adaptaci¨®n. Tiene que aceptar la nueva realidad. "Los tres primeros a?os del proceso migratorio son de duelo", dice ¨¦l. "No se puede montar un negocio cuando uno tiene su presencia f¨ªsica en un pa¨ªs y su coraz¨®n en otro".?
Correcci¨®n: Una primera versi¨®n de este art¨ªculo dec¨ªa que este mes (enero) conoceremos la actualizaci¨®n del padr¨®n con la Estad¨ªstica de Migraciones En realidad esos datos incluir¨¢n se conocer¨¢n en abril.
Los ocultados por la estad¨ªstica
Los datos de inmigrantes venezolanos en Madrid subestiman el tama?o real de la comunidad, seg¨²n los expertos. Las cifras del padr¨®n o la estad¨ªstica de inmigraci¨®n informan de los nacidos en Venezuela que residen en Madrid, pero no incluyen a muchas personas retornadas, es decir, los nacidos en Espa?a, Italia o Portugal que emigraron a Venezuela en la segunda mitad del siglo pasado y ahora han abandonado el pa¨ªs con destino en la capital de Espa?a en muchos casos, dice Tom¨¢s P¨¢ez, coordinador del Observatorio de la Di¨¢spora Venezolana. Adem¨¢s, ya hay muchos venezolanos de segunda generaci¨®n en Madrid. Son los hijos de los reci¨¦n llegados que han nacido aqu¨ª.
Madrid es la Comunidad que m¨¢s venezolanos recibe, muy por delante de Catalu?a y Canarias. El 1 de enero de 2019,?hab¨ªa en Espa?a?323.575 personas empadronadas que hab¨ªan nacido en Venezuela. En los seis meses siguientes llegaron 35.652 inmigrantes de Venezuela, seg¨²n la Estad¨ªstica de Migraciones del INE que hemos conocido esta semana.
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