Sobre mesas de negociaci¨®n
Dentro de unos a?os, cuando llegue el momento de votar, los catalanes tendr¨¢n el deber de decidir si subscriben un acuerdo que no consistir¨¢ en instaurar la Rep¨²blica Catalana o si prolongan sin remedio el conflicto
Una vez formado el primer gobierno de coalici¨®n de Espa?a desde la Segunda Rep¨²blica, ha empezado a correr el plazo de 15 d¨ªas para la constituci¨®n de la ¡°Mesa bilateral de di¨¢logo, negociaci¨®n y acuerdo para la resoluci¨®n del conflicto pol¨ªtico¡± en relaci¨®n al futuro de Catalu?a. El anhelado momento de sentarse y hablar por fin ha llegado y sin duda es oportuno aclarar desde el principio lo que puede esperarse y lo que no de la flamante Mesa bilateral.
El acuerdo suscrito entre el PSOE y Esquerra prev¨¦ que la Mesa ¡°establecer¨¢ plazos concretos para sus reuniones y para presentar sus conclusiones¡±. Despu¨¦s de comprobar el fiasco a que llevaron el proceso independentista los adeptos del tenim pressa, lo peor que podr¨ªa hacer la parte catalana de la Mesa es dejarse llevar de nuevo por la precipitaci¨®n a la hora de forjar acuerdos con el Gobierno. Uno de los l¨ªderes independentistas m¨¢s juiciosos, Andreu Mas-Colell, ha sugerido en un art¨ªculo de este diario que ¡°hay que pensar a ocho a?os vista¡± para encauzar el problema.
Lo peor que podr¨ªa hacer la parte catalana de la Mesa es precipitarse cuando forje acuerdos con el Gobierno
El conflicto catal¨¢n no es el primer conflicto territorial del mundo que se aborda por medio de una negociaci¨®n pol¨ªtica, y por eso una ojeada a otros casos del continente europeo puede resultar instructiva. El conflicto m¨¢s reciente es el que enfrenta a las autoproclamadas rep¨²blicas populares de Donetsk y Lugansk con Ucrania. En septiembre de 2014 y febrero de 2015 se firmaron sendos acuerdos en Minsk que sentaron las bases de la soluci¨®n del conflicto. Tras una larga etapa de negociaciones poco fruct¨ªferas, el nuevo presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, y su hom¨®logo ruso, Vlad¨ªmir Putin, est¨¢n trabajando desde el pasado diciembre en una salida definitiva para el conflicto en el marco del llamado Cuarteto de Normand¨ªa, que re¨²ne a Ucrania, Rusia, Francia y Alemania.
En la frontera occidental de Ucrania se halla la autoproclamada Rep¨²blica Moldava Pridnestroviana, m¨¢s conocida como Transnistria, una regi¨®n que se separ¨® unilateralmente de Moldavia pronto har¨¢ 30 a?os. En este caso, las negociaciones para resolver el conflicto empezaron en 2006 y recibieron un nuevo impulso en 2011. Desde entonces se desarrollan en el formato 5+2, llamado as¨ª por la participaci¨®n de Transnistria, Moldavia, Rusia, Ucrania y la OSCE, con Estados Unidos y la Uni¨®n Europea en el papel de observadores. Sin duda, el proceso negociador m¨¢s longevo es el que afecta el futuro de Chipre, un pa¨ªs dividido desde la secesi¨®n unilateral de su parte norte en 1974. En este caso, las primeras conversaciones datan del mismo 1974 y se han ido repitiendo en diferentes oleadas y con diferentes formatos.
Andreu Mas-Colell ha sugerido que ¡°hay que pensar a ocho a?os vista¡± para encauzar el problema
Si esta breve ojeada recomienda paciencia a los negociadores de la Mesa bilateral espa?ola, tambi¨¦n nos instruye sobre los objetivos que se persiguen. En ninguno de los casos mencionados el objetivo de la negociaci¨®n es afianzar la independencia de territorios que han optado unilateralmente por la secesi¨®n. En el caso de Donetsk y Lugansk todo lo que prev¨¦n los acuerdos de Minsk II es una reforma de la Constituci¨®n de Ucrania con la descentralizaci¨®n como elemento clave, que permita la creaci¨®n de regiones aut¨®nomas en un Donbass mayoritariamente rus¨®fono. En Transnistria la OSCE explica sin ambages que el objetivo de las negociaciones es elaborar los par¨¢metros de un acuerdo global ¡°basado en la soberan¨ªa y la integridad territorial de la Rep¨²blica de Moldavia dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, con un estatuto especial para Transnistria dentro de Moldavia¡±. Finalmente, el objetivo de todas las negociaciones sobre Chipre siempre ha sido la reunificaci¨®n del pa¨ªs, normalmente bajo el formato de alg¨²n tipo de federaci¨®n entre el norte ¡°turco¡± y el sur ¡°griego¡±. En esta l¨ªnea, el citado Mas-Colell no ha tenido reparo en dudar que el ¡°hito final¡± de la negociaci¨®n que se avecina sea un refer¨¦ndum sobre la independencia.
Para terminar, es necesaria tambi¨¦n una reflexi¨®n sobre la posibilidad que la Mesa bilateral fracase. El precedente de Chipre es digno de menci¨®n. Para entrar en vigor, el Plan Annan de 2004 para la reunificaci¨®n del pa¨ªs deb¨ªa ser ratificado por las comunidades turca y griega en sendas consultas. Los turcos votaron a favor, pero los griegos lo hicieron masivamente en contra, con lo que el Plan fracas¨® contra la voluntad de los negociadores. Dentro de cuatro, ocho o los a?os que sean, cuando llegue el momento de votar, los catalanes tendr¨¢n el deber de decidir si subscriben un acuerdo que no consistir¨¢ en instaurar la Rep¨²blica Catalana o si prolongan sin remedio el conflicto.
Albert Branchadell es profesor en la Facultad de Traducci¨®n e Interpretaci¨®n de la UAB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.