Roc¨ªo Monasterio: ¡°No es falsear nada, es una copia¡±
La l¨ªder de Vox se defiende de las acusaciones de falsificaci¨®n de documento pese a las evidencias presentadas hoy en la Fiscal¨ªa
La l¨ªder de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, se ha defendido este viernes de las acusaciones de falsedad documental, reveladas por este peri¨®dico, que el grupo municipal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento ha puesto en manos de la Fiscal¨ªa. Monasterio utiliz¨® un visado falso en 2016 en los tr¨¢mites burocr¨¢ticos de una obra que hizo en 2005, cuando todav¨ªa no era arquitecta, en contra de lo que ella sosten¨ªa, y necesitaba que otros profesionales del sector que le certificaran los trabajos. Seg¨²n las pruebas de EL PA?S, la pol¨ªtica us¨® los sellos certificados de una compa?era en otros trabajos que no ten¨ªan nada que ver. Monasterio, de acuerdo con esta documentaci¨®n, hizo corta y pega.
Monasterio lo ha negado en el programa 120 minutos de Telemadrid, donde fue entrevistada. "Nunca he sido contratada como arquitecto en esta obra ¨Cla de un loft del actor Arturo Valls¨C. Soy administradora ¨²nica de una sociedad que contrataba gente. No se distingue entre un arquitecto y una empresa que se dedica a hacer servicios de interiorismo", sostuvo, sin entrar en ning¨²n momento al fondo de la cuesti¨®n: en un tr¨¢mite de hace tres a?os utiliz¨® un visado falsificado, algo acreditado por el Colegio de Aparejadores de Madrid. El colegio, a ra¨ªz de las investigaciones y las preguntas de este peri¨®dico, corrobor¨® en sus archivos que los visados que presenta Monasterio con su firma de pu?o y letra no correspond¨ªan a las obras donde los presentaba.
Al entender de la dirigente de Vox, medios como EL PA?S "intentaron ocultar que el t¨¦cnico que firmaba era otro y yo no". Esa versi¨®n es f¨¢cilmente desmontable leyendo los art¨ªculos que este peri¨®dico ha publicado en los ¨²ltimos dos meses. La aparejadora que firma el visado lo hizo sobre un proyecto verdadero. Siempre se dijo que el proyecto estaba visado por ella, entre otras cosas porque este peri¨®dico desvel¨® que Monasterio, en ese momento, no era arquitecta a pesar de que ella se presentaba como tal, y por tanto no pod¨ªa visar nada. La aparejadora, una vieja conocida de la facultad de Monasterio, desconoc¨ªa que Monasterio sigui¨® utiliz¨¢ndolos sin su permiso, seg¨²n corrobor¨® el Colegio de Aparejadores. Es algo que, sencillamente, es ilegal.
Esta supuesta falsificaci¨®n se produce en un proyecto de reforma de un local comercial, propiedad del presentador televisivo Arturo Valls, hecho por el estudio de Roc¨ªo Monasterio. Aunque el conflicto que mantienen Valls y Monasterio ¡ªque ha sido llevada a los tribunales por el actor, al sentirse? enga?ado por comprar un loft que nunca ha podido convertir en vivienda, como al parecer ella le promet¨ªa¡ª, es lo que la l¨ªder regional de Vox trata de vincular a esta denuncia. En realidad, no tiene nada que ver, aunque es la marejada de fondo del negocio de reforma de locales comerciales que Monasterio y su esposo, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, tuvieron en Madrid durante a?os.?
Monasterio explic¨® as¨ª su punto de vista sobre lo que muchos de sus clientes consideran que era un enga?o: "Unos clientes compran un local industrial que no se puede usar como vivienda. El visado es de la aparejadora, contratada por m¨ª, porque los clientes contrataban mi empresa, una empresa que ten¨ªa arquitectos, aparejadores, contables. Cuando el Ayuntamiento, porque hay una sentencia contra este cliente y le obliga a hacer una serie de obras, pide que vuelvan a aportar copia de todo lo presentado. No es falsear nada, es presentar una copia. La querella de Valls no le es conveniente, porque se ha ahorrado el ITP [impuesto de transmisiones patrimoniales]. Compr¨® un local industrial, si luego lo ha querido usar como vivienda, que se lo explique a Hacienda. No estaba comprando una vivienda".
Los clientes que han contado su historia sostienen que el matrimonio les promet¨ªa que en unos meses el uso de ese local ser¨ªa cambiado a vivienda, de ah¨ª las altas cantidades que pagaban por suelo industrial. Ellos lo niegan. Sin embargo, Monasterio tramitaba el cambio de uso en el Ayuntamiento, un documento que despu¨¦s ense?aba a sus clientes como prueba de que el procedimiento estaba en marcha. Ella promet¨ªa que ser¨ªa favorable a sus clientes porque dec¨ªa tener contactos en la Administraci¨®n.
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