Torra promete un adelanto electoral sin fecha para ganar tiempo

Quim Torra anunci¨® ayer mi¨¦rcoles que se va, pero lo hizo a su manera, con mucha gesticulaci¨®n e intentando aparentar lo que no es. El presidente catal¨¢n ha dado por ¡°acabada¡± la legislatura tras la fractura con sus socios de ERC y ha prometido un adelanto electoral que se concretar¨¢ en un momento sin especificar: una vez se aprueben los presupuestos, en unos dos meses. Torra intenta as¨ª ganar tiempo a la espera de que Junts per Catalunya encuentre un candidato con posibilidades ante ERC. La inc¨®gnita es si el Tribunal Supremo le inhabilitar¨¢ antes por la cuesti¨®n de los lazos amarillos, lo que frustrar¨ªa los planes del president.

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En manos de Torra

El anuncio de Torra ha venido precedido de altas dosis de surrealismo pol¨ªtico. Primero porque el president anunci¨® las elecciones en una comparecencia sin preguntas de los periodistas y sin comunicar antes a sus socios de ERC el contenido de la misma. Segundo, porque el discurso de Torra tuvo lugar justo a la misma hora en la que, en principio, su vicepresidente, el republicano Pere Aragon¨¨s, hab¨ªa previsto presentar los presupuestos de la Generalitat para 2020. Las cuentas terminaron aprob¨¢ndose por la tarde.

Y, finalmente, porque la intenci¨®n de Torra es mantener el cargo mientras los presupuestos no est¨¦n aprobados definitivamente ¡ªel Govern espera que el plazo sea breve: para el 18 de marzo¡ª y pasando por alto que tiene pendiente una sentencia del Tribunal Supremo que puede inhabilitarle antes incluso de que pueda aprobar esas cuentas. Torra no tiene, pues, el control total de la situaci¨®n como este mi¨¦rcoles quiso aparentar, aunque s¨ª cumpli¨® con su voluntad de marcar territorio ante los republicanos tras la pol¨¦mica por la retirada de su acta de diputado.

¡°Esta legislatura ya no tiene recorrido pol¨ªtico. La presidencia del Parlament permiti¨® dejar a la intemperie la presidencia de la Generalitat con una decisi¨®n que hace unos d¨ªas no era compartida por la C¨¢mara¡±, ha dicho Torra acusando directamente a Roger Torrent del en¨¦simo desencuentro entre los socios del Govern. ¡°Ning¨²n Gobierno puede funcionar sin unidad, sin una estrategia com¨²n y compartida, sin lealtad entre los socios¡±, ha a?adido el president, que tambi¨¦n apostill¨® que la decisi¨®n de permitir el tr¨¢mite de los presupuestos buscaba poner ¡°al pa¨ªs por encima de cualquier inter¨¦s partidista¡±.

ERC, que ya hace muchos meses que ha dado por muerta la legislatura catalana pero no se atrev¨ªa a romper, ha recibido con cierto alivio ese anuncio. Certificado el final de su matrimonio de conveniencia, los republicanos tienen ahora las manos libres para intentar desplegar su plan, consistente en atraer al independentismo tranquilo, que prefiere acaparar fuerzas antes que volverse a estrellar contra los resortes del Estado por falta de una mayor¨ªa social que apoye la independencia de Catalu?a. De ah¨ª que la ¨²nica respuesta de ERC fuera aceptar los planes de Torra al entender que el adelanto electoral es una prerrogativa de su cargo. Pese al dedo acusador contra Torrent, los republicanos se limitaron a asegurar que ¡°el adversario no es otro que el Estado¡±. Esquerra ha alabado que Torra apueste por los presupuestos y por reunirse con el presidente Pedro S¨¢nchez, en el marco de di¨¢logo que se abri¨® tras la investidura.

Torra ha optado por una v¨ªa intermedia entre los dirigentes de Junts per Catalunya que le ped¨ªan echar a ERC de su Gobierno y quienes ped¨ªan ir a elecciones sin m¨¢s. Junts ha asumido que dejar¨¢ vac¨ªo el esca?o de Torra: nadie recoger¨¢ el acta. Con el gesto de este mi¨¦rcoles intenta ganar tiempo para que Junts se reorganice y busque un candidato, que previsiblemente no podr¨¢ ser ¨¦l si el Supremo ratifica su inhabilitaci¨®n por el caso de los lazos amarillos. Los neoconvergentes tienen que ver ahora si echan mano de Carles Puigdemont, huido a B¨¦lgica y que tambi¨¦n est¨¢ pendiente del suplicatorio en el Parlamento Europeo para ser juzgado en Espa?a, o si optan por una cara de la nueva generaci¨®n convergente forjada alrededor del expresidente. Este ser¨ªa el caso de Laura Borr¨¤s, diputada en el Congreso pero que est¨¢ siendo investigada por el Tribunal Supremo por un supuesto delito de prevaricaci¨®n, malversaci¨®n, fraude a la Administraci¨®n y falsedad.

En la rec¨¢mara Junts per Catalunya tiene tambi¨¦n a los consejeros Dami¨¤ Calvet, Jordi Puigner¨® o ?ngels Chac¨®n, que cuenta con el apoyo del PDeCAT. En las quinielas figura tambi¨¦n la diputada y exportavoz del Govern, Elsa Artadi. E incluso el expresidente de la Generalitat Artur Mas, dispuesto a volver a primera l¨ªnea una vez concluya su inhabilitaci¨®n el mes que viene. El pr¨®ximo 29 de febrero, Puigdemont estar¨¢ en un acto en Perpi?¨¢n, en lo que ser¨¢ el inicio de una larga precampa?a.

ERC tiene menos problemas en este sentido. Oriol Junqueras, inhabilitado por el Tribunal Supremo y condenado a 13 a?os de prisi¨®n, ya ha apostado p¨²blicamente por Pere Aragon¨¨s como candidato pese a que ¨¦l dice no renunciar a nada en el futuro. Torrent, por su parte, quiere competir en la carrera por ser presidenciable por los republicanos, pero sus oportunidades han menguado. La obsesi¨®n de Esquerra, de cara a lograr aumentar la base social del independentismo, es mostrarse como grandes gestores y de ah¨ª su empe?o en aprobar las cuentas.

Esquerra y los comunes se han conjurado para apurar al m¨¢ximo los plazos de aprobaci¨®n de los presupuestos. Si se cumplen sus previsiones, las elecciones deber¨ªan celebrarse a finales de mayo o principios de junio. Con todo, las palabras de Torra no ofrecen ni una sola certeza: ¡°Una vez se hayan aprobado los presupuestos, anunciar¨¦ la fecha de las elecciones. Y lo har¨¦ con la mirada puesta siempre en lo que sea mejor para el pa¨ªs. Con ese criterio decidir¨¦¡±, ha dicho. La gran batalla por la hegemon¨ªa del independentismo, en fin, est¨¢ en marcha.