Primer cara a cara electoral

Toda la vida, y en todo el mundo parlamentario, el debate de presupuestos es el momento Andy Warhol del responsable de Econom¨ªa del Gobierno, sus minutos de gloria. Claro, eso es lo que ocurre en los parlamentos convencionales, con gobiernos que funcionan convencionalmente¡ª lo que no quiere decir necesariamente bien, pero se finge. En Catalu?a no tenemos nada de eso desde hace tiempo, lo reconoce antes que nadie el president. Por lo tanto, ni un debate de presupuestos se libra de los gestos singulares. En este caso, como consecuencia directa de tener un gobierno que convive sin amor a la espera de firmar el divorcio. Como quiera que el presidente no se siente representado por su consejero de Econom¨ªa ¡ªPere Aragon¨¨s, que es a la vez vicepresidente y presidenciable previsible de ERC¡ª, y recela de cu¨¢nto puedan rentarle los minutos de lucimiento, pues se marca ¨¦l una intervenci¨®n inicial. Una intervenci¨®n semi fantasma, porque, seg¨²n el reglamento, pod¨ªa ser contestada por todos los grupos y solamente lo ha sido por uno, precisamente Ciudadanos, aquel que le niega la condici¨®n de presidente por la decisi¨®n de la Junta Electoral Central. O sea, nadie hizo m¨¢s caso a Torra que Lorena Rold¨¢n (C's), empe?ada en decirle que no le iba a hacer caso.

As¨ª, la salida del president a la tribuna y la posterior de Pere Aragon¨¨s sonaron a un primer cara a cara electoral, con Torra, por supuesto, haciendo de vicario de quien vaya a ser candidato de Junts per Catalunya, o el que vaya a ser el nombre de la candidatura. El president habl¨® de los presupuestos para decir, b¨¢sicamente, que no est¨¢n mal pero que no son los de un pa¨ªs independiente. Entusiasmo a media asta. En cambio, Aragon¨¨s los glos¨® con fervor de padre primerizo. Para el vicepresidente, la presentaci¨®n operaba como primer estadio de la carrera electoral, y era una oportunidad, de paso, de resarcirse tras el Titanic de la ley que lleva su nombre. Ser¨ªa por agradar a los Comunes o por convicci¨®n, pero le sali¨® un discurso socialdem¨®crata ¡ªde los socialdem¨®cratas de antes¡ª, con ataques a los efectos perversos del capitalismo y referencias a la redistribuci¨®n de la riqueza. En un libro promocional que acaba de publicarse, Aragon¨¨s se confiesa deudor de Keynes, y de ah¨ª su defensa de la intervenci¨®n estatal para corregir los defectos del mercado. Entre eso y la petici¨®n al PSC para que le votase las cuentas a favor, dir¨ªa que en algunos esca?os de JuntsxCat empezaban a preparar el tuit con la nueva palabra nefanda: ¡°tripartito¡±, la que m¨¢s vamos a ver arrojar con inquina durante la campa?a.

Hablando de palabras, lo m¨¢s comentado del d¨ªa no fueron los presupuestos, tan fundamentales como poco estimulantes de la habladur¨ªa y el chascarrillo, sino la apelaci¨®n de la alcaldesa de Vic y diputada JxCat, Anna Erra, a mantener la lengua catalana en las conversaciones aunque el interlocutor ¡°por su aspecto f¨ªsico o por su nombre no parezca¡± catal¨¢n. Eso del aspecto f¨ªsico caus¨® un revuelo considerable y esperable en una parte del Parlament, de Twitter y de la gente, aunque no estoy seguro de que la autora de la expresi¨®n fuera totalmente consciente de la posible derivada de la frase. Y no lo digo por tranquilizar.